Guitarras callejeras

Pata Negra

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SKU: MR-SSS 23  |  ,

Reedición de Guitarras callejeras, las primeras grabaciones de Pata Negra y oficialmente su tercer disco. Esta edición recoge el mini-LP original y otros dos temas de las mismas sesiones de 1977, únicamente disponibles en CD hasta la fecha. Poco hay que decir sobre el grupo de los hermanos Rafael y Raimundo Amador, partícipes de episodios fundamentales de la música en España como Veneno o La leyenda del tiempo de Camarón. Con Pata Negra crearon un género nuevo denominado por ellos mismos blueslería y desarrollaron una manera de entender la fusión en España. Este disco los presenta en su versión más íntima y acústica Notas interiores a cargo de Ricardo Pachón, responsable de las grabaciones y productor fundamental del género.

Raimundo y Rafael Amador son la Pata Negra de una gran familia de guitarristas flamencos gitanos. Su padre Luis y sus tíos Diego y Ramón acompañaron a varias generaciones de artistas de la máxima categoría: Antonio Mairena, Fernanda de Utrera, Farruco, Matilde Coral, La Paquera, Chocolate… Ellos siempre se mantuvieron dentro de la ortodoxia y tuvieron como único referente los estilos fundamentales del flamenco: seguriya, soleá, cantiñas, bulerías y tangos. Raimundo y Rafael aprendieron esta cultura desde niños, y sin salir de casa. Nadie podía sospechar lo que aprenderían en la calle, en aquella Sevilla de los sesenta llena de hipies, de rockeros y de toda una flora de ácidos procedentes de las bases americanas de Rota y Morón. Con apenas doce años ya estaban cantando y tocando por los bares del centro de la ciudad. Le acompañaban su primo Carapapas, el Bizco Eléctrico y algún otro colega de las Tres Mil Viviendas. Después de cada actuación Raimundo era el encargado de pasar el plato. Así se ganó el título de Sargento Platillo. En esas calles conocieron otras músicas: el blues, el rock, el swing y hasta el jazz manouche de su tío Django Reinhart. Fueron como una esponja insaciable que se bebía, de pronto, los discos de Jimmy Hendrix, Janis Joplin, Rolling Stones, Pink Floyd y toda la savia de la revolución californiana que entró en España por el sur del sur: Sevilla y Cádiz. Fueron los primeros en introducir la técnica de la púa en la guitarra flamenca, los primeros en tirar de las cuerdas hasta conseguir cuartos y octavos de tono. Los primeros gitanos rockeros. Los primeros bluesmen de las Tres Mil Viviendas, de Sevilla, de España. Por eso este disco, Guitarras Callejeras, grabado en 1977, tiene el valor de una piedra fundacional, de la invención de un lenguaje musical desconocido hasta entonces, de ser continuadores de Smash al tiempo que precedente necesario de La leyenda del tiempo, en la que Raimundo compartió, con Camarón, acordes, guisos de Juan El Camas, mosto de Umbrete, canutos y risas. Este disco apareció en el mercado bastante tiempo después de las grabaciones (Pata Negra ya había editado con Universal Los managers y Rock gitano) y el motivo no es otro que jamás pensamos que aquellas sesiones de mi pequeño estudio de Umbrete fuesen a llegar a tus manos. En aquellos días inolvidables de vino y rosas solo estábamos para celebrar la vida. Nadie hablaba de discos, autores, royalties, dinero. Fue una fiesta interminable por la que pasaron Lole, Manuel, Camarón, Morente, Tomatito, Remedios Amaya, La Susi, Paco de Lucía, Dieguito del Gastor, Triana, Alameda…. Y menos mal que había un magnetofón Nagra Stereo, y la voluntad de recoger aquellos momentos mágicos. También es inevitable el recuerdo siempre emocionado al amigo Mario Pacheco que fue quien me animó a editar las sesiones y seleccionar los temas. Sirvan estas palabras de homenaje al productor más clarividente del panorama musical español del último medio siglo. RICARDO PACHÓN, Sevilla, abril de 2011. Publicado por Vinilísssimo

Raimundo y Rafael Amador son la Pata Negra de una gran familia de guitarristas flamencos gitanos. Su padre Luis y sus tíos Diego y Ramón acompañaron a varias generaciones de artistas de la máxima categoría: Antonio Mairena, Fernanda de Utrera, Farruco, Matilde Coral, La Paquera, Chocolate… Ellos siempre se mantuvieron dentro de la ortodoxia y tuvieron como único referente los estilos fundamentales del flamenco: seguriya, soleá, cantiñas, bulerías y tangos. Raimundo y Rafael aprendieron esta cultura desde niños, y sin salir de casa. Nadie podía sospechar lo que aprenderían en la calle, en aquella Sevilla de los sesenta llena de hipies, de rockeros y de toda una flora de ácidos procedentes de las bases americanas de Rota y Morón. Con apenas doce años ya estaban cantando y tocando por los bares del centro de la ciudad. Le acompañaban su primo Carapapas, el Bizco Eléctrico y algún otro colega de las Tres Mil Viviendas. Después de cada actuación Raimundo era el encargado de pasar el plato. Así se ganó el título de Sargento Platillo. En esas calles conocieron otras músicas: el blues, el rock, el swing y hasta el jazz manouche de su tío Django Reinhart. Fueron como una esponja insaciable que se bebía, de pronto, los discos de Jimmy Hendrix, Janis Joplin, Rolling Stones, Pink Floyd y toda la savia de la revolución californiana que entró en España por el sur del sur: Sevilla y Cádiz. Fueron los primeros en introducir la técnica de la púa en la guitarra flamenca, los primeros en tirar de las cuerdas hasta conseguir cuartos y octavos de tono. Los primeros gitanos rockeros. Los primeros bluesmen de las Tres Mil Viviendas, de Sevilla, de España.

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Reedición de Guitarras callejeras, las primeras grabaciones de Pata Negra y oficialmente su tercer disco. Esta edición recoge el mini-LP original y otros dos temas de las mismas sesiones de 1977, únicamente disponibles en CD hasta la fecha. Poco hay que decir sobre el grupo de los hermanos Rafael y Raimundo Amador, partícipes de episodios fundamentales de la música en España como Veneno o La leyenda del tiempo de Camarón. Con Pata Negra crearon un género nuevo denominado por ellos mismos blueslería y desarrollaron una manera de entender la fusión en España. Este disco los presenta en su versión más íntima y acústica Notas interiores a cargo de Ricardo Pachón, responsable de las grabaciones y productor fundamental del género.

Raimundo y Rafael Amador son la Pata Negra de una gran familia de guitarristas flamencos gitanos. Su padre Luis y sus tíos Diego y Ramón acompañaron a varias generaciones de artistas de la máxima categoría: Antonio Mairena, Fernanda de Utrera, Farruco, Matilde Coral, La Paquera, Chocolate… Ellos siempre se mantuvieron dentro de la ortodoxia y tuvieron como único referente los estilos fundamentales del flamenco: seguriya, soleá, cantiñas, bulerías y tangos. Raimundo y Rafael aprendieron esta cultura desde niños, y sin salir de casa. Nadie podía sospechar lo que aprenderían en la calle, en aquella Sevilla de los sesenta llena de hipies, de rockeros y de toda una flora de ácidos procedentes de las bases americanas de Rota y Morón. Con apenas doce años ya estaban cantando y tocando por los bares del centro de la ciudad. Le acompañaban su primo Carapapas, el Bizco Eléctrico y algún otro colega de las Tres Mil Viviendas. Después de cada actuación Raimundo era el encargado de pasar el plato. Así se ganó el título de Sargento Platillo. En esas calles conocieron otras músicas: el blues, el rock, el swing y hasta el jazz manouche de su tío Django Reinhart. Fueron como una esponja insaciable que se bebía, de pronto, los discos de Jimmy Hendrix, Janis Joplin, Rolling Stones, Pink Floyd y toda la savia de la revolución californiana que entró en España por el sur del sur: Sevilla y Cádiz. Fueron los primeros en introducir la técnica de la púa en la guitarra flamenca, los primeros en tirar de las cuerdas hasta conseguir cuartos y octavos de tono. Los primeros gitanos rockeros. Los primeros bluesmen de las Tres Mil Viviendas, de Sevilla, de España. Por eso este disco, Guitarras Callejeras, grabado en 1977, tiene el valor de una piedra fundacional, de la invención de un lenguaje musical desconocido hasta entonces, de ser continuadores de Smash al tiempo que precedente necesario de La leyenda del tiempo, en la que Raimundo compartió, con Camarón, acordes, guisos de Juan El Camas, mosto de Umbrete, canutos y risas. Este disco apareció en el mercado bastante tiempo después de las grabaciones (Pata Negra ya había editado con Universal Los managers y Rock gitano) y el motivo no es otro que jamás pensamos que aquellas sesiones de mi pequeño estudio de Umbrete fuesen a llegar a tus manos. En aquellos días inolvidables de vino y rosas solo estábamos para celebrar la vida. Nadie hablaba de discos, autores, royalties, dinero. Fue una fiesta interminable por la que pasaron Lole, Manuel, Camarón, Morente, Tomatito, Remedios Amaya, La Susi, Paco de Lucía, Dieguito del Gastor, Triana, Alameda…. Y menos mal que había un magnetofón Nagra Stereo, y la voluntad de recoger aquellos momentos mágicos. También es inevitable el recuerdo siempre emocionado al amigo Mario Pacheco que fue quien me animó a editar las sesiones y seleccionar los temas. Sirvan estas palabras de homenaje al productor más clarividente del panorama musical español del último medio siglo. RICARDO PACHÓN, Sevilla, abril de 2011. Publicado por Vinilísssimo

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Raimundo y Rafael Amador son la Pata Negra de una gran familia de guitarristas flamencos gitanos. Su padre Luis y sus tíos Diego y Ramón acompañaron a varias generaciones de artistas de la máxima categoría: Antonio Mairena, Fernanda de Utrera, Farruco, Matilde Coral, La Paquera, Chocolate… Ellos siempre se mantuvieron dentro de la ortodoxia y tuvieron como único referente los estilos fundamentales del flamenco: seguriya, soleá, cantiñas, bulerías y tangos. Raimundo y Rafael aprendieron esta cultura desde niños, y sin salir de casa. Nadie podía sospechar lo que aprenderían en la calle, en aquella Sevilla de los sesenta llena de hipies, de rockeros y de toda una flora de ácidos procedentes de las bases americanas de Rota y Morón. Con apenas doce años ya estaban cantando y tocando por los bares del centro de la ciudad. Le acompañaban su primo Carapapas, el Bizco Eléctrico y algún otro colega de las Tres Mil Viviendas. Después de cada actuación Raimundo era el encargado de pasar el plato. Así se ganó el título de Sargento Platillo. En esas calles conocieron otras músicas: el blues, el rock, el swing y hasta el jazz manouche de su tío Django Reinhart. Fueron como una esponja insaciable que se bebía, de pronto, los discos de Jimmy Hendrix, Janis Joplin, Rolling Stones, Pink Floyd y toda la savia de la revolución californiana que entró en España por el sur del sur: Sevilla y Cádiz. Fueron los primeros en introducir la técnica de la púa en la guitarra flamenca, los primeros en tirar de las cuerdas hasta conseguir cuartos y octavos de tono. Los primeros gitanos rockeros. Los primeros bluesmen de las Tres Mil Viviendas, de Sevilla, de España. Por eso este disco, Guitarras Callejeras, grabado en 1977, tiene el valor de una piedra fundacional, de la invención de un lenguaje musical desconocido hasta entonces, de ser continuadores de Smash al tiempo que precedente necesario de La leyenda del tiempo, en la que Raimundo compartió, con Camarón, acordes, guisos de Juan El Camas, mosto de Umbrete, canutos y risas. Este disco apareció en el mercado bastante tiempo después de las grabaciones (Pata Negra ya había editado con Universal Los managers y Rock gitano) y el motivo no es otro que jamás pensamos que aquellas sesiones de mi pequeño estudio de Umbrete fuesen a llegar a tus manos. En aquellos días inolvidables de vino y rosas solo estábamos para celebrar la vida. Nadie hablaba de discos, autores, royalties, dinero. Fue una fiesta interminable por la que pasaron Lole, Manuel, Camarón, Morente, Tomatito, Remedios Amaya, La Susi, Paco de Lucía, Dieguito del Gastor, Triana, Alameda…. Y menos mal que había un magnetofón Nagra Stereo, y la voluntad de recoger aquellos momentos mágicos. También es inevitable el recuerdo siempre emocionado al amigo Mario Pacheco que fue quien me animó a editar las sesiones y seleccionar los temas. Sirvan estas palabras de homenaje al productor más clarividente del panorama musical español del último medio siglo. RICARDO PACHÓN, Sevilla, abril de 2011. Publicado por Vinilísssimo


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Raimundo y Rafael Amador son la Pata Negra de una gran familia de guitarristas flamencos gitanos. Su padre Luis y sus tíos Diego y Ramón acompañaron a varias generaciones de artistas de la máxima categoría: Antonio Mairena, Fernanda de Utrera, Farruco, Matilde Coral, La Paquera, Chocolate… Ellos siempre se mantuvieron dentro de la ortodoxia y tuvieron como único referente los estilos fundamentales del flamenco: seguriya, soleá, cantiñas, bulerías y tangos. Raimundo y Rafael aprendieron esta cultura desde niños, y sin salir de casa. Nadie podía sospechar lo que aprenderían en la calle, en aquella Sevilla de los sesenta llena de hipies, de rockeros y de toda una flora de ácidos procedentes de las bases americanas de Rota y Morón. Con apenas doce años ya estaban cantando y tocando por los bares del centro de la ciudad. Le acompañaban su primo Carapapas, el Bizco Eléctrico y algún otro colega de las Tres Mil Viviendas. Después de cada actuación Raimundo era el encargado de pasar el plato. Así se ganó el título de Sargento Platillo. En esas calles conocieron otras músicas: el blues, el rock, el swing y hasta el jazz manouche de su tío Django Reinhart. Fueron como una esponja insaciable que se bebía, de pronto, los discos de Jimmy Hendrix, Janis Joplin, Rolling Stones, Pink Floyd y toda la savia de la revolución californiana que entró en España por el sur del sur: Sevilla y Cádiz. Fueron los primeros en introducir la técnica de la púa en la guitarra flamenca, los primeros en tirar de las cuerdas hasta conseguir cuartos y octavos de tono. Los primeros gitanos rockeros. Los primeros bluesmen de las Tres Mil Viviendas, de Sevilla, de España. Por eso este disco, Guitarras Callejeras, grabado en 1977, tiene el valor de una piedra fundacional, de la invención de un lenguaje musical desconocido hasta entonces, de ser continuadores de Smash al tiempo que precedente necesario de La leyenda del tiempo, en la que Raimundo compartió, con Camarón, acordes, guisos de Juan El Camas, mosto de Umbrete, canutos y risas. Este disco apareció en el mercado bastante tiempo después de las grabaciones (Pata Negra ya había editado con Universal Los managers y Rock gitano) y el motivo no es otro que jamás pensamos que aquellas sesiones de mi pequeño estudio de Umbrete fuesen a llegar a tus manos. En aquellos días inolvidables de vino y rosas solo estábamos para celebrar la vida. Nadie hablaba de discos, autores, royalties, dinero. Fue una fiesta interminable por la que pasaron Lole, Manuel, Camarón, Morente, Tomatito, Remedios Amaya, La Susi, Paco de Lucía, Dieguito del Gastor, Triana, Alameda…. Y menos mal que había un magnetofón Nagra Stereo, y la voluntad de recoger aquellos momentos mágicos. También es inevitable el recuerdo siempre emocionado al amigo Mario Pacheco que fue quien me animó a editar las sesiones y seleccionar los temas. Sirvan estas palabras de homenaje al productor más clarividente del panorama musical español del último medio siglo. RICARDO PACHÓN, Sevilla, abril de 2011. Publicado por Vinilísssimo

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