Presentes Urbanizados
Antihéroes
Presentes Urbanizados
Antihéroes
Rescate histórico de la única grabación existente de Antihéroes, otro misterio del underground musical argentino de los 80, disponible ahora en vinilo por primera vez.
Esta oscura banda de post punk muestra su aspereza y oscuridad en las dos únicas canciones que llegaron a grabar en 1985 y que circularon en formato cinta alcanzando estatus de culto.
Esta edición es el resultado de una colaboración entre los sellos Twistin’ Bones de Costa Rica y Munster Records.
Antihéroes es otro misterio del underground musical argentino de los 80.
Años 70, Valentín Alsina, provincia de Buenos Aires. Jurek y Marcelo, hijos de inmigrantes polacos, se conocen en una escuela religiosa. Ya en los 80, a Marcelo le regalan un teclado y entra en escena Wojtek, otro polaco con ganas de rock y con LPs de Siekiera y Brigada Krysys. Se deciden a hacer una banda dark. Con Jurek con tan solo un tambor y un platillo con un paraguas como soporte, Marcelo a los teclados y Wojtek con el bajo, estaban listos. La guitarra quedó para Julio Torres y, por un aviso en una revista, se presentó una cantante: la carismática Mónica Vidal, una poeta adolescente porteña. Con tres temas ensayados en un taller metalúrgico, debutaron en 1984 en los sótanos de la Manzana de las Luces, un exconvento jesuita del siglo XVII en San Telmo, casi abandonado. Entre el público estaba Beto Morales, un joven pero experimentado guitarrista que luego se uniría a la banda tras la salida de Julio.
En 1985 grabaron estos temas. Registrados en los estudios de un cantante de los 70s, Silvestre, y con otro peso pesado de la música comercial argentina, Francis Smith, en la mesa de grabación. ‘Algo nos sucede’ y ‘Presentes urbanizados’ suenan oscuros, ominosos y adelantados a su época, con aires a influencias variadas como Pink Floyd, Joy Division o Siouxsie & The Banshees. Ni Silvestre ni Smith debieron comprender qué querían esos jovencitos ásperos, antisociales y vestidos de negro que denostaban lo “comercial”, pero admitamos que su trabajo fue eficaz. Pese a ello, productores y managers de la época los rechazaron. El mercado pedía cumbia, pop liviano o “algo para bailar”. Siguieron en tumultuosos festivales punk y salas de rock porteñas míticas como El Parakultural o Cemento.
En 1986 Mónica y Beto se fueron para formar El lado salvaje. A finales de 1989, Vidal y su pareja Pablo Esau, baterista de Los Pillos, desaparecieron trágica y misteriosamente en un vuelo entre Bolivia y Brasil y nunca se volvió a saber nada de ellos.
Antihéroes continuaron con otros músicos hasta bien entrados los 90. Su único registro sonoro, en su mejor momento, es este single que se rescata cuarenta años después de su grabación en una edición conjunta entre Twistin’ Bones y Munster Records. Las canciones mantienen intactas su magia y su hechizo más allá del tiempo transcurrido y del injusto olvido.
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Rescate histórico de la única grabación existente de Antihéroes, otro misterio del underground musical argentino de los 80, disponible ahora en vinilo por primera vez.
Esta oscura banda de post punk muestra su aspereza y oscuridad en las dos únicas canciones que llegaron a grabar en 1985 y que circularon en formato cinta alcanzando estatus de culto.
Esta edición es el resultado de una colaboración entre los sellos Twistin’ Bones de Costa Rica y Munster Records.
Antihéroes es otro misterio del underground musical argentino de los 80.
Años 70, Valentín Alsina, provincia de Buenos Aires. Jurek y Marcelo, hijos de inmigrantes polacos, se conocen en una escuela religiosa. Ya en los 80, a Marcelo le regalan un teclado y entra en escena Wojtek, otro polaco con ganas de rock y con LPs de Siekiera y Brigada Krysys. Se deciden a hacer una banda dark. Con Jurek con tan solo un tambor y un platillo con un paraguas como soporte, Marcelo a los teclados y Wojtek con el bajo, estaban listos. La guitarra quedó para Julio Torres y, por un aviso en una revista, se presentó una cantante: la carismática Mónica Vidal, una poeta adolescente porteña. Con tres temas ensayados en un taller metalúrgico, debutaron en 1984 en los sótanos de la Manzana de las Luces, un exconvento jesuita del siglo XVII en San Telmo, casi abandonado. Entre el público estaba Beto Morales, un joven pero experimentado guitarrista que luego se uniría a la banda tras la salida de Julio.
En 1985 grabaron estos temas. Registrados en los estudios de un cantante de los 70s, Silvestre, y con otro peso pesado de la música comercial argentina, Francis Smith, en la mesa de grabación. ‘Algo nos sucede’ y ‘Presentes urbanizados’ suenan oscuros, ominosos y adelantados a su época, con aires a influencias variadas como Pink Floyd, Joy Division o Siouxsie & The Banshees. Ni Silvestre ni Smith debieron comprender qué querían esos jovencitos ásperos, antisociales y vestidos de negro que denostaban lo “comercial”, pero admitamos que su trabajo fue eficaz. Pese a ello, productores y managers de la época los rechazaron. El mercado pedía cumbia, pop liviano o “algo para bailar”. Siguieron en tumultuosos festivales punk y salas de rock porteñas míticas como El Parakultural o Cemento.
En 1986 Mónica y Beto se fueron para formar El lado salvaje. A finales de 1989, Vidal y su pareja Pablo Esau, baterista de Los Pillos, desaparecieron trágica y misteriosamente en un vuelo entre Bolivia y Brasil y nunca se volvió a saber nada de ellos.
Antihéroes continuaron con otros músicos hasta bien entrados los 90. Su único registro sonoro, en su mejor momento, es este single que se rescata cuarenta años después de su grabación en una edición conjunta entre Twistin’ Bones y Munster Records. Las canciones mantienen intactas su magia y su hechizo más allá del tiempo transcurrido y del injusto olvido.
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Rescate histórico de la única grabación existente de Antihéroes, otro misterio del underground musical argentino de los 80, disponible ahora en vinilo por primera vez.
Esta oscura banda de post punk muestra su aspereza y oscuridad en las dos únicas canciones que llegaron a grabar en 1985 y que circularon en formato cinta alcanzando estatus de culto.
Esta edición es el resultado de una colaboración entre los sellos Twistin’ Bones de Costa Rica y Munster Records.
Antihéroes es otro misterio del underground musical argentino de los 80.
Años 70, Valentín Alsina, provincia de Buenos Aires. Jurek y Marcelo, hijos de inmigrantes polacos, se conocen en una escuela religiosa. Ya en los 80, a Marcelo le regalan un teclado y entra en escena Wojtek, otro polaco con ganas de rock y con LPs de Siekiera y Brigada Krysys. Se deciden a hacer una banda dark. Con Jurek con tan solo un tambor y un platillo con un paraguas como soporte, Marcelo a los teclados y Wojtek con el bajo, estaban listos. La guitarra quedó para Julio Torres y, por un aviso en una revista, se presentó una cantante: la carismática Mónica Vidal, una poeta adolescente porteña. Con tres temas ensayados en un taller metalúrgico, debutaron en 1984 en los sótanos de la Manzana de las Luces, un exconvento jesuita del siglo XVII en San Telmo, casi abandonado. Entre el público estaba Beto Morales, un joven pero experimentado guitarrista que luego se uniría a la banda tras la salida de Julio.
En 1985 grabaron estos temas. Registrados en los estudios de un cantante de los 70s, Silvestre, y con otro peso pesado de la música comercial argentina, Francis Smith, en la mesa de grabación. ‘Algo nos sucede’ y ‘Presentes urbanizados’ suenan oscuros, ominosos y adelantados a su época, con aires a influencias variadas como Pink Floyd, Joy Division o Siouxsie & The Banshees. Ni Silvestre ni Smith debieron comprender qué querían esos jovencitos ásperos, antisociales y vestidos de negro que denostaban lo “comercial”, pero admitamos que su trabajo fue eficaz. Pese a ello, productores y managers de la época los rechazaron. El mercado pedía cumbia, pop liviano o “algo para bailar”. Siguieron en tumultuosos festivales punk y salas de rock porteñas míticas como El Parakultural o Cemento.
En 1986 Mónica y Beto se fueron para formar El lado salvaje. A finales de 1989, Vidal y su pareja Pablo Esau, baterista de Los Pillos, desaparecieron trágica y misteriosamente en un vuelo entre Bolivia y Brasil y nunca se volvió a saber nada de ellos.
Antihéroes continuaron con otros músicos hasta bien entrados los 90. Su único registro sonoro, en su mejor momento, es este single que se rescata cuarenta años después de su grabación en una edición conjunta entre Twistin’ Bones y Munster Records. Las canciones mantienen intactas su magia y su hechizo más allá del tiempo transcurrido y del injusto olvido.
Presentes Urbanizados
Antihéroes
Rescate histórico de la única grabación existente de Antihéroes, otro misterio del underground musical argentino de los 80, disponible ahora en vinilo por primera vez.
Esta oscura banda de post punk muestra su aspereza y oscuridad en las dos únicas canciones que llegaron a grabar en 1985 y que circularon en formato cinta alcanzando estatus de culto.
Esta edición es el resultado de una colaboración entre los sellos Twistin’ Bones de Costa Rica y Munster Records.
Antihéroes es otro misterio del underground musical argentino de los 80.
Años 70, Valentín Alsina, provincia de Buenos Aires. Jurek y Marcelo, hijos de inmigrantes polacos, se conocen en una escuela religiosa. Ya en los 80, a Marcelo le regalan un teclado y entra en escena Wojtek, otro polaco con ganas de rock y con LPs de Siekiera y Brigada Krysys. Se deciden a hacer una banda dark. Con Jurek con tan solo un tambor y un platillo con un paraguas como soporte, Marcelo a los teclados y Wojtek con el bajo, estaban listos. La guitarra quedó para Julio Torres y, por un aviso en una revista, se presentó una cantante: la carismática Mónica Vidal, una poeta adolescente porteña. Con tres temas ensayados en un taller metalúrgico, debutaron en 1984 en los sótanos de la Manzana de las Luces, un exconvento jesuita del siglo XVII en San Telmo, casi abandonado. Entre el público estaba Beto Morales, un joven pero experimentado guitarrista que luego se uniría a la banda tras la salida de Julio.
En 1985 grabaron estos temas. Registrados en los estudios de un cantante de los 70s, Silvestre, y con otro peso pesado de la música comercial argentina, Francis Smith, en la mesa de grabación. ‘Algo nos sucede’ y ‘Presentes urbanizados’ suenan oscuros, ominosos y adelantados a su época, con aires a influencias variadas como Pink Floyd, Joy Division o Siouxsie & The Banshees. Ni Silvestre ni Smith debieron comprender qué querían esos jovencitos ásperos, antisociales y vestidos de negro que denostaban lo “comercial”, pero admitamos que su trabajo fue eficaz. Pese a ello, productores y managers de la época los rechazaron. El mercado pedía cumbia, pop liviano o “algo para bailar”. Siguieron en tumultuosos festivales punk y salas de rock porteñas míticas como El Parakultural o Cemento.
En 1986 Mónica y Beto se fueron para formar El lado salvaje. A finales de 1989, Vidal y su pareja Pablo Esau, baterista de Los Pillos, desaparecieron trágica y misteriosamente en un vuelo entre Bolivia y Brasil y nunca se volvió a saber nada de ellos.
Antihéroes continuaron con otros músicos hasta bien entrados los 90. Su único registro sonoro, en su mejor momento, es este single que se rescata cuarenta años después de su grabación en una edición conjunta entre Twistin’ Bones y Munster Records. Las canciones mantienen intactas su magia y su hechizo más allá del tiempo transcurrido y del injusto olvido.