Aníbal “Sensación” Velásquez es uno de los músicos costeños más innovadores y prolíficos, conocido como “El Mago del Acordeón” y “El Rey de La Guaracha”. Velásquez creció escuchando música cubana así como los ritmos locales de su región, lo que le llevó a experimentar y transformar los ritmos y melodías de su región tal y como sonaban durante los años 50 y 60 en su ciudad local, Barranquilla.

En torno a 1960, tras haber sido músico de acompañamiento en varios grupos, Velásquez formó su propio conjunto con su hermano mayor Juan, un músico talentoso, y su hermano pequeño José.

“Aníbal Velásquez en tremenda salsa” es un ejemplo perfecto del espíritu creativo y aventurero del músico.

Pionero en la mezcla de ritmos, géneros y estilos que se estaba produciendo en ese momento en Barranquilla y resto de la región costeña de Colombia, se puede afirmar que Velásquez era bastante atrevido en la combinación de la música e instrumentación de su país local con otras tradiciones caribeñas. En 1968, cuando hizo este álbum, muy pocos colombianos se atrevían a grabar una sesión de descarga, guaracha, Boogaloo, guajira, guaguancó y mambo liderada por un acordeón, y por ello debemos reconocer lo innovador de Velásquez como precursor de otros discos de Lisandro Meza y su Combo, Los Corraleros de Majagual, Los Caporales del Magdalena y Chico Cervantes y su Conjunto Internacional.

El álbum arranca con una intensa y fascinante descarga que cuenta con una línea de bajo de guaguancó, un piano de estilo cubano y un potente solo de timbales, recordando a los discos de jam sessions de Tico-Alegre o Fania All Stars. Y allí están también el acordeón y la caja, presentes en toda la canción, añadiendo todo el “sabor colombiano” y diferenciando su sonido del procedente de Nueva York o La Habana. Hay que mencionar que en este disco Velásquez y el productor, Antonio Fuentes, añadieron un ingrediente esencial en la salsa: el piano.

Por encima de todo, el tono del álbum es el de una jam session libre e improvisada, como resulta implícito en el término descarga —una palabra escrita en varios puntos de la contraportada y una buena descripción del estilo en el que Velásquez tocaba y creaba canciones al momento. A pesar de que “En tremenda salsa” es solo uno de los muchos discos en los que Velásquez plasma sus influencias cubanas y puertorriqueñas, es posiblemente uno de sus álbumes más consistentes y mejor grabados, sin duda uno de los pocos en los que aparece de una forma tan prominente un piano salsero, y todo ello lo ha convertido en un disco muy buscado por coleccionistas expertos.

Por suerte, ahora ha sido remasterizado desde las cintas originales, con todo su arte intacto, y añadiendo dos temas extra (en un estilo similar de “salsa con acordeón”) a lo que originalmente resultaba un disco demasiado corto.