En 1976, el legendario músico y compositor Roy Ayers lanzó uno de los discos más emblemáticos de su carrera: “Everybody Loves the Sunshine.” Este álbum no solo consolidó a Ayers como una figura clave en el mundo del jazz-funk, sino que también marcó un hito dentro de la música soul y el jazz contemporáneo. En él se fusionan una sofisticada mezcla de grooves irresistibles, melodías suaves y un sonido único que ha perdurado a lo largo de los años, convirtiéndose en un referente para varias generaciones de músicos y oyentes.

A mediados de los años 70, Ayers ya había establecido su reputación con su grupo, Roy Ayers Ubiquity, y su característico uso del vibrafono, que se convirtió en su sello personal. Sin embargo, con este álbum, Ayers se aventuró en un sonido más suave y accesible, en parte como respuesta al auge de la música disco y el creciente interés por sonidos más experimentales en la escena musical. A lo largo de sus diez pistas, Ayers logró crear un ambiente sonoro que evocaba tanto la calidez del verano como la sofisticación del jazz de la época, en medio de una atmósfera de soul moderno.

La producción fue llevada a cabo por el propio Ayers junto con su productor y amigo, David R. Williams, y cuenta con el maravilloso sonido del Fender Rhodes de Phillip Woo y la potente energía del resto de la banda, logrando una autenticidad y frescura inconfundible. Entre sus canciones más conocidas destacan el tema homónimo, ‘Everybody Loves the Sunshine’, ‘The Golden Rod’ y ‘The Third Eye’, que rápidamente se convirtieron en clásicos del jazz-funk y el soul.

Este disco es fundamental en la carrera de Roy Ayers, pues demuestra su capacidad para mantenerse relevante y creativo en una industria musical en constante cambio. Con los años, “Everybody Loves the Sunshine” se ha convertido en un álbum de culto, frecuente en las sesiones de DJs como Gilles Peterson, Theo Parrish o Lefto. Un disco clásico para el verano!