VVAA
Macondo Revisitado
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Macondo Revisitado
Una mirada en profundidad al catálogo de los años 70 del sello uruguayo Macondo y las raíces de la música subtropical: bomba, cumbia, guaracha, merengue, porro, plena… 21 temas de nombres esenciales como Sonora Borinquen, Conjunto Casino, Combo Camagüey, Sonora Cienfuegos, Grupo Maracaibo, Grupo Antillano… Selección y notas a cargo de Nandy Cabrera aka Selectorchico. Formato doble LP + CD con todos los temas.
Hablar de música Subtropical puede ser considerado una herejía, pero es una herejía necesaria para empezar a contar la historia de esta música nacida en el Caribe, pero interpretada desde el sur, con sus características y temperatura propias. Un fenómeno periférico: el sello independiente uruguayo Macondo y su producción discográfica vinculada a la escena musical bailable del Montevideo de la década de los 70. Esta es una selección de algunos de los mejores y más destacados trabajos creados y editados por Macondo entre 1975 y 1979. Los artistas intentaban emular estilos de música tropical populares en países caribeños y centroamericanos como Cuba (guaguancó, guaracha) Puerto Rico, Panamá (bomba, plena, merengue) y Colombia (porro, vallenato y por supuesto cumbia), pero en este proceso de adaptación e hibridación se identifican elementos, procedimientos y claves que dan nacimiento a una música poseedora de una identidad post-territorial y un imaginario propios. Quizás uno de los más influyentes de estos elementos es el compás de plena: esta célula musical originalmente puertorriqueña es adoptada con familiaridad por los músicos uruguayos, quizás por su compatibilidad rítmica-métrica con el ritmo afro-uruguayo por excelencia: el candombe. La existencia de la cultura y población negra afro-uruguaya hacen este injerto posible. Encontramos aquí otra variante más de un sonido afro-diaspórico, parte de la aventura psicogeográfica del Atlántico Negro. Al fin de la década del 50 llegan por primera vez al cono sur las grandes orquestas como Cortijo y su Combo o la Sonora Matancera. Paralelamente, el pionero local Pedro Ferreira y su orquesta, la Cubanacan, desarrollan la creación del cancionero fundacional del candombe, así como la interpretación del repertorio afro-cubano y brasileño. Por otro lado, los discos de César Concepción, Moncho Leña, Mon Rivera y más son adoptados y versionados, reapropiados por esta nueva generación con total naturalidad. El impacto cultural es fuerte y en consecuencia una nueva generación de grupos nace bajo todas estas influencias cruzadas: Combo Camagüey, Sonora Borinquen, Sonora Cienfuegos, Grupo Latino delatan ya en la elección de sus nombres y repertorios su evidente herencia, mientras empiezan sus respectivas discografías con sellos como Clave, Orfeo y Mallarini. Nacido en el área del puerto de Montevideo, Macondo Discos es fundado por el empresario chileno Luis Onel y nombrado como el pueblo surgido de la particular cosmogonía de García Márquez. En sus principios el sello edita un catálogo de folklore, tango, murga y rock. A partir de 1975, con la edición de los elepés ‘Tropical caliente’ de Cienfuegos y ‘Exclusivo!’ de Borinquen, se inicia la ‘era dorada de la música tropical en nuestro país’ según Carlos Goberna, fundador de esta última. Macondo se transforma en una verdadera factoría de música tropical en Uruguay, sumando junto a Guacamayo (un subsello dedicado a artistas nuevos) casi 200 títulos en sus diez años de existencia. A mediados de los 70 el clima político en Uruguay era duro, la dictadura militar llevaba algunos años instalada y ciertas expresiones musicales consideradas subversivas eran reprimidas, censuradas en la radio y en los medios. A pesar de ser despreciada por la intelligentsia, la música de estas orquestas y charangas dominaba el mercado. Una de las figuras individuales más importantes de esta era es el arreglador, compositor y trompetista Mario Maldonado. Su carrera empezó a mediados de los 60 en la Sonora Veracruz, formación mítica donde conoce al vocalista Chico Ferry. Ambos volverían a encontrarse en el Conjunto Casino bajo la dirección del trompetista Ernesto Negrín. Luego integraría Grupo Cubano, Borinquen y supervisaría la producción musical de discos de Antillano, Maracaibo y más. El álbum ‘Las Estrellas de Macondo’, creado bajo su dirección y arreglos musicales, cuenta con la mitad de composiciones suyas. En él encontramos a los intérpretes y músicos mas destacados del sello colaborando en un álbum donde es evidente la búsqueda de un sonido más sofisticado, de arreglos más cuidados y orquestados, con un repertorio más desafiante en la búsqueda de un sonido más contemporáneo y eléctrico.
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Hablar de música Subtropical puede ser considerado una herejía, pero es una herejía necesaria para empezar a contar la historia de esta música nacida en el Caribe, pero interpretada desde el sur, con sus características y temperatura propias. Un fenómeno periférico: el sello independiente uruguayo Macondo y su producción discográfica vinculada a la escena musical bailable del Montevideo de la década de los 70. Esta es una selección de algunos de los mejores y más destacados trabajos creados y editados por Macondo entre 1975 y 1979. Los artistas intentaban emular estilos de música tropical populares en países caribeños y centroamericanos como Cuba (guaguancó, guaracha) Puerto Rico, Panamá (bomba, plena, merengue) y Colombia (porro, vallenato y por supuesto cumbia), pero en este proceso de adaptación e hibridación se identifican elementos, procedimientos y claves que dan nacimiento a una música poseedora de una identidad post-territorial y un imaginario propios. Quizás uno de los más influyentes de estos elementos es el compás de plena: esta célula musical originalmente puertorriqueña es adoptada con familiaridad por los músicos uruguayos, quizás por su compatibilidad rítmica-métrica con el ritmo afro-uruguayo por excelencia: el candombe. La existencia de la cultura y población negra afro-uruguaya hacen este injerto posible. Encontramos aquí otra variante más de un sonido afro-diaspórico, parte de la aventura psicogeográfica del Atlántico Negro. Al fin de la década del 50 llegan por primera vez al cono sur las grandes orquestas como Cortijo y su Combo o la Sonora Matancera. Paralelamente, el pionero local Pedro Ferreira y su orquesta, la Cubanacan, desarrollan la creación del cancionero fundacional del candombe, así como la interpretación del repertorio afro-cubano y brasileño. Por otro lado, los discos de César Concepción, Moncho Leña, Mon Rivera y más son adoptados y versionados, reapropiados por esta nueva generación con total naturalidad. El impacto cultural es fuerte y en consecuencia una nueva generación de grupos nace bajo todas estas influencias cruzadas: Combo Camagüey, Sonora Borinquen, Sonora Cienfuegos, Grupo Latino delatan ya en la elección de sus nombres y repertorios su evidente herencia, mientras empiezan sus respectivas discografías con sellos como Clave, Orfeo y Mallarini. Nacido en el área del puerto de Montevideo, Macondo Discos es fundado por el empresario chileno Luis Onel y nombrado como el pueblo surgido de la particular cosmogonía de García Márquez. En sus principios el sello edita un catálogo de folklore, tango, murga y rock. A partir de 1975, con la edición de los elepés ‘Tropical caliente’ de Cienfuegos y ‘Exclusivo!’ de Borinquen, se inicia la ‘era dorada de la música tropical en nuestro país’ según Carlos Goberna, fundador de esta última. Macondo se transforma en una verdadera factoría de música tropical en Uruguay, sumando junto a Guacamayo (un subsello dedicado a artistas nuevos) casi 200 títulos en sus diez años de existencia. A mediados de los 70 el clima político en Uruguay era duro, la dictadura militar llevaba algunos años instalada y ciertas expresiones musicales consideradas subversivas eran reprimidas, censuradas en la radio y en los medios. A pesar de ser despreciada por la intelligentsia, la música de estas orquestas y charangas dominaba el mercado. Una de las figuras individuales más importantes de esta era es el arreglador, compositor y trompetista Mario Maldonado. Su carrera empezó a mediados de los 60 en la Sonora Veracruz, formación mítica donde conoce al vocalista Chico Ferry. Ambos volverían a encontrarse en el Conjunto Casino bajo la dirección del trompetista Ernesto Negrín. Luego integraría Grupo Cubano, Borinquen y supervisaría la producción musical de discos de Antillano, Maracaibo y más. El álbum ‘Las Estrellas de Macondo’, creado bajo su dirección y arreglos musicales, cuenta con la mitad de composiciones suyas. En él encontramos a los intérpretes y músicos mas destacados del sello colaborando en un álbum donde es evidente la búsqueda de un sonido más sofisticado, de arreglos más cuidados y orquestados, con un repertorio más desafiante en la búsqueda de un sonido más contemporáneo y eléctrico.
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Macondo Revisitado
Una mirada en profundidad al catálogo de los años 70 del sello uruguayo Macondo y las raíces de la música subtropical: bomba, cumbia, guaracha, merengue, porro, plena… 21 temas de nombres esenciales como Sonora Borinquen, Conjunto Casino, Combo Camagüey, Sonora Cienfuegos, Grupo Maracaibo, Grupo Antillano… Selección y notas a cargo de Nandy Cabrera aka Selectorchico. Formato doble LP + CD con todos los temas.
Hablar de música Subtropical puede ser considerado una herejía, pero es una herejía necesaria para empezar a contar la historia de esta música nacida en el Caribe, pero interpretada desde el sur, con sus características y temperatura propias. Un fenómeno periférico: el sello independiente uruguayo Macondo y su producción discográfica vinculada a la escena musical bailable del Montevideo de la década de los 70. Esta es una selección de algunos de los mejores y más destacados trabajos creados y editados por Macondo entre 1975 y 1979. Los artistas intentaban emular estilos de música tropical populares en países caribeños y centroamericanos como Cuba (guaguancó, guaracha) Puerto Rico, Panamá (bomba, plena, merengue) y Colombia (porro, vallenato y por supuesto cumbia), pero en este proceso de adaptación e hibridación se identifican elementos, procedimientos y claves que dan nacimiento a una música poseedora de una identidad post-territorial y un imaginario propios. Quizás uno de los más influyentes de estos elementos es el compás de plena: esta célula musical originalmente puertorriqueña es adoptada con familiaridad por los músicos uruguayos, quizás por su compatibilidad rítmica-métrica con el ritmo afro-uruguayo por excelencia: el candombe. La existencia de la cultura y población negra afro-uruguaya hacen este injerto posible. Encontramos aquí otra variante más de un sonido afro-diaspórico, parte de la aventura psicogeográfica del Atlántico Negro. Al fin de la década del 50 llegan por primera vez al cono sur las grandes orquestas como Cortijo y su Combo o la Sonora Matancera. Paralelamente, el pionero local Pedro Ferreira y su orquesta, la Cubanacan, desarrollan la creación del cancionero fundacional del candombe, así como la interpretación del repertorio afro-cubano y brasileño. Por otro lado, los discos de César Concepción, Moncho Leña, Mon Rivera y más son adoptados y versionados, reapropiados por esta nueva generación con total naturalidad. El impacto cultural es fuerte y en consecuencia una nueva generación de grupos nace bajo todas estas influencias cruzadas: Combo Camagüey, Sonora Borinquen, Sonora Cienfuegos, Grupo Latino delatan ya en la elección de sus nombres y repertorios su evidente herencia, mientras empiezan sus respectivas discografías con sellos como Clave, Orfeo y Mallarini. Nacido en el área del puerto de Montevideo, Macondo Discos es fundado por el empresario chileno Luis Onel y nombrado como el pueblo surgido de la particular cosmogonía de García Márquez. En sus principios el sello edita un catálogo de folklore, tango, murga y rock. A partir de 1975, con la edición de los elepés ‘Tropical caliente’ de Cienfuegos y ‘Exclusivo!’ de Borinquen, se inicia la ‘era dorada de la música tropical en nuestro país’ según Carlos Goberna, fundador de esta última. Macondo se transforma en una verdadera factoría de música tropical en Uruguay, sumando junto a Guacamayo (un subsello dedicado a artistas nuevos) casi 200 títulos en sus diez años de existencia. A mediados de los 70 el clima político en Uruguay era duro, la dictadura militar llevaba algunos años instalada y ciertas expresiones musicales consideradas subversivas eran reprimidas, censuradas en la radio y en los medios. A pesar de ser despreciada por la intelligentsia, la música de estas orquestas y charangas dominaba el mercado. Una de las figuras individuales más importantes de esta era es el arreglador, compositor y trompetista Mario Maldonado. Su carrera empezó a mediados de los 60 en la Sonora Veracruz, formación mítica donde conoce al vocalista Chico Ferry. Ambos volverían a encontrarse en el Conjunto Casino bajo la dirección del trompetista Ernesto Negrín. Luego integraría Grupo Cubano, Borinquen y supervisaría la producción musical de discos de Antillano, Maracaibo y más. El álbum ‘Las Estrellas de Macondo’, creado bajo su dirección y arreglos musicales, cuenta con la mitad de composiciones suyas. En él encontramos a los intérpretes y músicos mas destacados del sello colaborando en un álbum donde es evidente la búsqueda de un sonido más sofisticado, de arreglos más cuidados y orquestados, con un repertorio más desafiante en la búsqueda de un sonido más contemporáneo y eléctrico.
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Macondo Revisitado
Una mirada en profundidad al catálogo de los años 70 del sello uruguayo Macondo y las raíces de la música subtropical: bomba, cumbia, guaracha, merengue, porro, plena… 21 temas de nombres esenciales como Sonora Borinquen, Conjunto Casino, Combo Camagüey, Sonora Cienfuegos, Grupo Maracaibo, Grupo Antillano… Selección y notas a cargo de Nandy Cabrera aka Selectorchico. Formato doble LP + CD con todos los temas.
Hablar de música Subtropical puede ser considerado una herejía, pero es una herejía necesaria para empezar a contar la historia de esta música nacida en el Caribe, pero interpretada desde el sur, con sus características y temperatura propias. Un fenómeno periférico: el sello independiente uruguayo Macondo y su producción discográfica vinculada a la escena musical bailable del Montevideo de la década de los 70. Esta es una selección de algunos de los mejores y más destacados trabajos creados y editados por Macondo entre 1975 y 1979. Los artistas intentaban emular estilos de música tropical populares en países caribeños y centroamericanos como Cuba (guaguancó, guaracha) Puerto Rico, Panamá (bomba, plena, merengue) y Colombia (porro, vallenato y por supuesto cumbia), pero en este proceso de adaptación e hibridación se identifican elementos, procedimientos y claves que dan nacimiento a una música poseedora de una identidad post-territorial y un imaginario propios. Quizás uno de los más influyentes de estos elementos es el compás de plena: esta célula musical originalmente puertorriqueña es adoptada con familiaridad por los músicos uruguayos, quizás por su compatibilidad rítmica-métrica con el ritmo afro-uruguayo por excelencia: el candombe. La existencia de la cultura y población negra afro-uruguaya hacen este injerto posible. Encontramos aquí otra variante más de un sonido afro-diaspórico, parte de la aventura psicogeográfica del Atlántico Negro. Al fin de la década del 50 llegan por primera vez al cono sur las grandes orquestas como Cortijo y su Combo o la Sonora Matancera. Paralelamente, el pionero local Pedro Ferreira y su orquesta, la Cubanacan, desarrollan la creación del cancionero fundacional del candombe, así como la interpretación del repertorio afro-cubano y brasileño. Por otro lado, los discos de César Concepción, Moncho Leña, Mon Rivera y más son adoptados y versionados, reapropiados por esta nueva generación con total naturalidad. El impacto cultural es fuerte y en consecuencia una nueva generación de grupos nace bajo todas estas influencias cruzadas: Combo Camagüey, Sonora Borinquen, Sonora Cienfuegos, Grupo Latino delatan ya en la elección de sus nombres y repertorios su evidente herencia, mientras empiezan sus respectivas discografías con sellos como Clave, Orfeo y Mallarini. Nacido en el área del puerto de Montevideo, Macondo Discos es fundado por el empresario chileno Luis Onel y nombrado como el pueblo surgido de la particular cosmogonía de García Márquez. En sus principios el sello edita un catálogo de folklore, tango, murga y rock. A partir de 1975, con la edición de los elepés ‘Tropical caliente’ de Cienfuegos y ‘Exclusivo!’ de Borinquen, se inicia la ‘era dorada de la música tropical en nuestro país’ según Carlos Goberna, fundador de esta última. Macondo se transforma en una verdadera factoría de música tropical en Uruguay, sumando junto a Guacamayo (un subsello dedicado a artistas nuevos) casi 200 títulos en sus diez años de existencia. A mediados de los 70 el clima político en Uruguay era duro, la dictadura militar llevaba algunos años instalada y ciertas expresiones musicales consideradas subversivas eran reprimidas, censuradas en la radio y en los medios. A pesar de ser despreciada por la intelligentsia, la música de estas orquestas y charangas dominaba el mercado. Una de las figuras individuales más importantes de esta era es el arreglador, compositor y trompetista Mario Maldonado. Su carrera empezó a mediados de los 60 en la Sonora Veracruz, formación mítica donde conoce al vocalista Chico Ferry. Ambos volverían a encontrarse en el Conjunto Casino bajo la dirección del trompetista Ernesto Negrín. Luego integraría Grupo Cubano, Borinquen y supervisaría la producción musical de discos de Antillano, Maracaibo y más. El álbum ‘Las Estrellas de Macondo’, creado bajo su dirección y arreglos musicales, cuenta con la mitad de composiciones suyas. En él encontramos a los intérpretes y músicos mas destacados del sello colaborando en un álbum donde es evidente la búsqueda de un sonido más sofisticado, de arreglos más cuidados y orquestados, con un repertorio más desafiante en la búsqueda de un sonido más contemporáneo y eléctrico.