A principios de los años 60s, un grupo de músicos fundó en Buenos Aires, Argentina, un colectivo denominado Agrupación Nuevo Jazz. Formaban parte de aquella experiencia algunos de los grandes nombres del jazz argentino: Leandro Gato Barbieri y su hermano Rubén Barbieri, Alfredo Wulff, Rodolfo Alchourron, Santiago Giacobbe, Eduardo Bicho Casalla, Jorge Navarro, Chico Novarro y Jorge Negro González. Más que de una conjunto musical estable, se trataba de un espacio de reflexión y ensayo sobre los caminos que el jazz debía tomar. Parte de las propuestas debatidas en la agrupación incluían la experimentación con géneros folklóricos argentinos –zamba, chacarera, malambo, cueca, candombe– en clave de jazz, y la exploración de ritmos e influencias africanas en aquellos géneros folklóricos, como puente entre ambos universos musicales. La historia de Quinteplus constituye una derivación casi natural de esa reflexión, en la medida en que dos de sus componentes –Giacobbe y González– participaron de aquella agrupación. Quinteplus nace a fines de 1969: todos sus integrantes se conocían previamente y habían tocado juntos en distintas formaciones. Dos motivos comunes unían al grupo: la admiración por el quinteto de Julian Cannonball Adderley, y el interés de trabajar sobre ritmos autóctonos sobre la base del lenguaje del jazz. En este campo, los miembros del grupo reconocen la influencia de la música de Atahualpa Yupanqui y de los Hermanos Abalos. Este punto de partida ofrece ya algunos elementos que pueden explicar la música –y las vicisitudes– de Quinteplus. En efecto, si algo caracteriza al grupo, es su gran apertura a la exploración, a partir del lenguaje jazzístico, de otros géneros musicales, con una cierta preponderancia del elemento rítmico. Sus integrantes forman parte de una generación de jazzistas más dispuesta a experimentar con la electricidad y con lo que podría considerarse un ejercicio avant la page de lo que poco después se denominaría jazz rock –se trata de música compuesta y tocada, en la lejana Buenos Aires, en la misma época en la que Miles Davis se aventuraba a nuevas aguas, en placas tales como In a Silent Way o Bitches Brew.

El grupo de disolvió hacia finales de 1973, aquejado por la relativa incomprensión provocada por su música –demasiado heterodoxa y aventurada para los cánones de la época. Varios de los componentes de Quinteplus desarrollaron una brillante carrera fuera de la Argentina –Jorge Anders, en los Estados Unidos; Gustavo Bergalli, en Suecia; Santiago Giacobbe, en España. Christian Courtis