¡Maldita cabeza de chorlito! La culpo de todos mis pasos en falso. Mientras doy los últimos toques a este quinto y último volumen de la serie “R&B Hipshakers” pienso en todos los temazos que quise incluir pero que por alguna razón no pude llegar a ellos y me rompieron el corazón (¡hasta luego, Lee Parker! ¡me has hecho daño, Hi-Tones!) Ni hablemos del montón de canciones de DeLuxe pendientes de usar, algunas postpuestas para un futuro que ya nunca llegará. Y, ¿qué decir sobre toda la información de la familia de sellos del catálogo de King que nunca me molesté en compartir –porque decidí que otros más cualificados que yo se encargarían de ese trabajo de detalle?.

Unos datos, muy escasos y muy tarde: ¿sabías que la mayoría de singles de King y Federal pasaron de su planteamiento inicial a su grabación, a su masterización, a su fabricación, a su almacenaje, a su distribución sin salir de las oficinas centrales del sello en el número 1540 de Brewster Avenue en Cincinnati, Ohio? ¿Y que la música hillbilly constituía una parte igualmente importante en la producción de King, y que hay versiones country de muchos de los discos de R&B incluidos en “Hipshakers”? ¿No te resulta raro que no hayas oído ni por asomo a James Brown, la mayor estrella del sello King, en esta serie? Esto se debe a que liberó sus masters de las garras del sello a comienzos de los 70, bloqueando por tanto nuestro acceso a ellos.

Unas palabras acerca de los masters. Probablemente estarás al tanto de la pérdida de todo un panteón de masters de muchos de los artistas que admiramos en el incendio que sufrieron los estudios de Universal, en Los Ángeles en 2008, un terrible golpe a nuestro patrimonio cultural del que nos enteramos recientemente. Pues bien, el hecho es que incluso los masters que se salvaron están generalmente en unas condiciones lamentables. Los “compiladores” buceando entre masters con frecuencia se encuentran con que lo que se ha salvado son realmente mezclas alternativas, tomas diferentes, edits. A través de esta serie he tratado de presentar las grabaciones tal y como aperecieron en los 45s que se publicaron. Esto a veces ha supuesto tener que remasterizar a partir de mis propias copias de los discos originales –aunque en un caso de este nuevo volumen, he optado por una versión inédita (hasta donde yo sé) de una canción, Lulu Reed’s ‘Your Love Keeps A-Working on Me’, porque me gusta la grabación desnuda, sin coros. No te molestes en buscar el single original ya que ¡no existe! (no serías el primero en lanzarse a buscar una quimera de este tipo).

Así que ¡aquí lo tenemos!, la última entrega de tus “100 montaditos” del catálogo de King, los deliciosos últimos 20 bocados listos para saborear. Este centenar de temas “Hipshakers” apenas rozan la superficie (quizá no es la expresión más adecuada para usar en un contexto de discos, lo sé) de la increíble producción de King y Federal, por muy loco que parezca. Piensa en ello mientras escuchas a los recurrentes Little Willie John y The 5 Royales, cuyos catálogos son tan vastos que podrían seguir apareciendo en hipotéticos volúmenes futuros de la serie a perpetuidad. Y en los sonidos frescos de debutantes como Dolph Prince, Cora Woods y Sonny Thompson, que nada tienen que envidiar a lo mejor de cualquier otro volumen. Temas contundentes, cortes lentos, instrumentales de metales… todo aquí, todo hipshakers. Hank Ballard, mi favorito (cuyos seis temas a lo largo de la serie son el tope para cualquier artista), tiene la última palabra, como es debido. Cuando él predice -quizá con demasiado optimismo- “Esto es un hit”, mi cabeza de chorlito, responsable de tantas decisiones dudosas a lo largo de los años, se vuelve tarumba. Tan solo espero que la tuya también.

Mr Fine Wine