He visitado la inmensa feria del disco de Utrecht desde hace años. A medida que el otoño se convierte en invierno, siempre apetece ir a la lluviosa y ventosa Holanda y azuzar la llama del coleccionismo para mantenerse caliente durante el invierno. Me encanta la feria del disco de Utrecht. Es un animado sitio global lleno de entusiasmo y transtornos obsesivos compulsivos. Vendedores de todo el mundo tratan con compradores de todo el mundo, y la interacción es mucho más entretenida y menos mordaz que lo que te encuentras en Ebay o Discogs. Todos los años solía acercarme al puesto de los vendedores mexicanos y preguntaba por lo mismo: discos de Dangerous Rhythm. No recuerdo cuándo supe sobre el grupo por primera vez, pero la descripción de su música como garage punk primitivo con un toque Chain Gang/Pagans fue suficiente para que mi cartera empezase a salivar. Un año conseguí el 12″ de Dangerous Rhythm, otro año el recopilatorio “Rock en El Chopo” y finalmente, y nada podía haberme preparado para ello, el impactante, ilustre y sublime single ‘Stray Cat Blues’. Hay discos punk, y luego hay discos punk. Y después hay esos artefactos de vinilo que gente como Tesco Vee y Ryan Richardson han descrito como objetos sagrados fuera del espacio y del tiempo. Eso es lo que me parece este single. Como ‘Horizontal Action’ de los Psycho Surgeons, ‘To Find Out’ de los Keggs o ‘Agitated’ de los Electric Eels, este disco es una obra de arte tan pura, potente, desquiciada, salvaje y sublime que hace que experimentarlo me cargue de la misma energía que obtengo de Jackson Pollock, Charley Patton o la mujer de mi corazón. ‘Stray Cat Blues’ también es un disco casi imposible de encontrar. Un micro-prensaje mexicano de 1979. ¡Gracias a los cielos porque la buena gente de Munster lo haga ahora disponible! Johan Kugelberg