VVAA
La Ciudad Secreta. The experimental sounds of Barcelona 1971-1991
37,00€
Munster
VVAA
La Ciudad Secreta. The experimental sounds of Barcelona 1971-1991
Una fascinante mirada a la escena musical barcelonesa más arriesgada de las últimas cuatro décadas. Tres LPs con temas inéditos o inencontrables de Perucho’s, Suck Electrònic Enciclopèdic, Macromassa, Neuronium, Klamm, Adictonía, Xeerox, Los Psicópatas del Norte, Error Genético, Entr’acte, Bueyes Madereros, Eduardo Polonio y otros 17 artistas. Incluye un libreto de 12 páginas con notas en inglés a cargo de Jaime Gonzalo, numerosas fotos y memorabilia.
A finales de los años 60, quizá por su proximidad a París, Barcelona se había convertido en proa de las vanguardias y puerta de entrada en España de nuevas manifestaciones culturales procedentes de Europa y Estados Unidos. Musicalmente, esa característica derivaba en un underground burgués que haría las veces de tardocontracultura autóctona, y del que se desprendía el llamado rock progresivo barcelonés, 1969-1973, con bandas como Máquina!, Om, Música Dispersa, etc; periodo que tardaría décadas en ser revalidado y discográficamente reeditado, como lo han sido la escena del jazz rock layetano, su prolongación, y el punk, su verdugo, otras dos modalidades en las que Barcelona se había demostrado singularmente prolífica a finales de los 70 y durante los 80. Paralelamente al rock progresivo, se desarrollaba sin embargo en el subsuelo de la ciudad el detonante de otro foco de creación mucho más prolífico y experimental, y en consecuencia mucho más minoritario y marginal, que partiendo del free jazz se ramificaba a lo largo de dos décadas por electrónica, punk, industrial, improvisación, ruidismo, art rock e incluso canción de autor. No se trató de una escena propiamente dicha, sino de una ecléctica concatenación de individuos y circunstancias que nos hemos permitido concentrar aquí en aras de recuperar un legado perdido que en conjunto podemos y debemos valorar tan estimulante, tan poliédrico, como pueda serlo el del krautrock, Canterbury o Rock In Opposition. Esa heteróclita irrupción experimental fomentaba también los primeros sellos discográficos independientes de los que hay noticia en el ámbito español, y servía así mismo de probeta a nuevas tecnologías, reformulaba formatos, dilucidaba estrategias y planteaba no pocos desafíos a la lógica mercantil. La audacia de esas propuestas, el carácter hermético y autosuficiente de unos músicos que no perseguían el reconocimiento popular, el desinterés institucional y el desafecto público, condenaban al ostracismo a un periodo hasta ahora huérfano de reivindicación, a pesar de constituir el más imaginativo y transgresor de los comprendidos en el acervo cultural reciente de Barcelona. Enmarcado en un lienzo político que del franquismo pasaba a la transición democrática y luego al neoliberalismo de izquierdas y derechas, haciendo insólita escala en una fase ácrata, la de las Jornadas Libertarias Internacionales de 1977 -el último congreso anarquista de la historia, habiendo estado en el pasado Barcelona tan estrechamente vinculada al anarquismo-, el frente experimental aquí recogido compone un dinámico crisol todavía sorprendente en su colorido e idiosincrasias, en lo avanzado de sus sonidos y en su capacidad para sobrevivir en un medio hostil organizándose por su cuenta y riesgo, forjando un circuito propio que a fecha de hoy continúa vivo en el festival LEM, a pesar de los estragos que la “crisis” económica ha causado estos últimos años en la industria cultural alternativa. Resulta irónico que toda esa actividad obtuviera más eco en medios internacionales que en su propia ciudad, estableciendo valiosas conexiones en Francia e Inglaterra y desplegando un fructífero potlatch con redes como las del mail art, la International Cassette Network y las radios libres, en concreto la emisora local Radio PICA, donde muchos de los músicos aquí reunidos protagonizaron sus propios programas. Algunas de las claves de esa ubicuidad fueron la autogestión y autoedición, el cooperativismo y una ética adoptada del DIY, que incluía la invención de un espectro tecnológico del que surgirían audiogeneradores, osciladores, sintetizadores y otros ingenios de confección propia; pero se precisaría un libro entero -de hecho lo hay, publicado en Munster con el mismo título- para abarcar la foto completa de esta intrépida aventura, como todas no exenta de sombras ni de desengaños, cuya exploración deparará al oyente curioso una sensación parecida a la que experimenta el arqueólogo cuando descubre una civilización desconocida. Dan testimonio de ella, de su existencia y de su atemporalidad, los 29 temas recopilados en esta antología, todos ellos remasterizados, en su mayor parte inéditos o inencontrables.
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Una fascinante mirada a la escena musical barcelonesa más arriesgada de las últimas cuatro décadas. Tres LPs con temas inéditos o inencontrables de Perucho’s, Suck Electrònic Enciclopèdic, Macromassa, Neuronium, Klamm, Adictonía, Xeerox, Los Psicópatas del Norte, Error Genético, Entr’acte, Bueyes Madereros, Eduardo Polonio y otros 17 artistas. Incluye un libreto de 12 páginas con notas en inglés a cargo de Jaime Gonzalo, numerosas fotos y memorabilia.
A finales de los años 60, quizá por su proximidad a París, Barcelona se había convertido en proa de las vanguardias y puerta de entrada en España de nuevas manifestaciones culturales procedentes de Europa y Estados Unidos. Musicalmente, esa característica derivaba en un underground burgués que haría las veces de tardocontracultura autóctona, y del que se desprendía el llamado rock progresivo barcelonés, 1969-1973, con bandas como Máquina!, Om, Música Dispersa, etc; periodo que tardaría décadas en ser revalidado y discográficamente reeditado, como lo han sido la escena del jazz rock layetano, su prolongación, y el punk, su verdugo, otras dos modalidades en las que Barcelona se había demostrado singularmente prolífica a finales de los 70 y durante los 80. Paralelamente al rock progresivo, se desarrollaba sin embargo en el subsuelo de la ciudad el detonante de otro foco de creación mucho más prolífico y experimental, y en consecuencia mucho más minoritario y marginal, que partiendo del free jazz se ramificaba a lo largo de dos décadas por electrónica, punk, industrial, improvisación, ruidismo, art rock e incluso canción de autor. No se trató de una escena propiamente dicha, sino de una ecléctica concatenación de individuos y circunstancias que nos hemos permitido concentrar aquí en aras de recuperar un legado perdido que en conjunto podemos y debemos valorar tan estimulante, tan poliédrico, como pueda serlo el del krautrock, Canterbury o Rock In Opposition. Esa heteróclita irrupción experimental fomentaba también los primeros sellos discográficos independientes de los que hay noticia en el ámbito español, y servía así mismo de probeta a nuevas tecnologías, reformulaba formatos, dilucidaba estrategias y planteaba no pocos desafíos a la lógica mercantil. La audacia de esas propuestas, el carácter hermético y autosuficiente de unos músicos que no perseguían el reconocimiento popular, el desinterés institucional y el desafecto público, condenaban al ostracismo a un periodo hasta ahora huérfano de reivindicación, a pesar de constituir el más imaginativo y transgresor de los comprendidos en el acervo cultural reciente de Barcelona. Enmarcado en un lienzo político que del franquismo pasaba a la transición democrática y luego al neoliberalismo de izquierdas y derechas, haciendo insólita escala en una fase ácrata, la de las Jornadas Libertarias Internacionales de 1977 -el último congreso anarquista de la historia, habiendo estado en el pasado Barcelona tan estrechamente vinculada al anarquismo-, el frente experimental aquí recogido compone un dinámico crisol todavía sorprendente en su colorido e idiosincrasias, en lo avanzado de sus sonidos y en su capacidad para sobrevivir en un medio hostil organizándose por su cuenta y riesgo, forjando un circuito propio que a fecha de hoy continúa vivo en el festival LEM, a pesar de los estragos que la “crisis” económica ha causado estos últimos años en la industria cultural alternativa. Resulta irónico que toda esa actividad obtuviera más eco en medios internacionales que en su propia ciudad, estableciendo valiosas conexiones en Francia e Inglaterra y desplegando un fructífero potlatch con redes como las del mail art, la International Cassette Network y las radios libres, en concreto la emisora local Radio PICA, donde muchos de los músicos aquí reunidos protagonizaron sus propios programas. Algunas de las claves de esa ubicuidad fueron la autogestión y autoedición, el cooperativismo y una ética adoptada del DIY, que incluía la invención de un espectro tecnológico del que surgirían audiogeneradores, osciladores, sintetizadores y otros ingenios de confección propia; pero se precisaría un libro entero -de hecho lo hay, publicado en Munster con el mismo título- para abarcar la foto completa de esta intrépida aventura, como todas no exenta de sombras ni de desengaños, cuya exploración deparará al oyente curioso una sensación parecida a la que experimenta el arqueólogo cuando descubre una civilización desconocida. Dan testimonio de ella, de su existencia y de su atemporalidad, los 29 temas recopilados en esta antología, todos ellos remasterizados, en su mayor parte inéditos o inencontrables.
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Una fascinante mirada a la escena musical barcelonesa más arriesgada de las últimas cuatro décadas. Tres LPs con temas inéditos o inencontrables de Perucho’s, Suck Electrònic Enciclopèdic, Macromassa, Neuronium, Klamm, Adictonía, Xeerox, Los Psicópatas del Norte, Error Genético, Entr’acte, Bueyes Madereros, Eduardo Polonio y otros 17 artistas. Incluye un libreto de 12 páginas con notas en inglés a cargo de Jaime Gonzalo, numerosas fotos y memorabilia.
A finales de los años 60, quizá por su proximidad a París, Barcelona se había convertido en proa de las vanguardias y puerta de entrada en España de nuevas manifestaciones culturales procedentes de Europa y Estados Unidos. Musicalmente, esa característica derivaba en un underground burgués que haría las veces de tardocontracultura autóctona, y del que se desprendía el llamado rock progresivo barcelonés, 1969-1973, con bandas como Máquina!, Om, Música Dispersa, etc; periodo que tardaría décadas en ser revalidado y discográficamente reeditado, como lo han sido la escena del jazz rock layetano, su prolongación, y el punk, su verdugo, otras dos modalidades en las que Barcelona se había demostrado singularmente prolífica a finales de los 70 y durante los 80. Paralelamente al rock progresivo, se desarrollaba sin embargo en el subsuelo de la ciudad el detonante de otro foco de creación mucho más prolífico y experimental, y en consecuencia mucho más minoritario y marginal, que partiendo del free jazz se ramificaba a lo largo de dos décadas por electrónica, punk, industrial, improvisación, ruidismo, art rock e incluso canción de autor. No se trató de una escena propiamente dicha, sino de una ecléctica concatenación de individuos y circunstancias que nos hemos permitido concentrar aquí en aras de recuperar un legado perdido que en conjunto podemos y debemos valorar tan estimulante, tan poliédrico, como pueda serlo el del krautrock, Canterbury o Rock In Opposition. Esa heteróclita irrupción experimental fomentaba también los primeros sellos discográficos independientes de los que hay noticia en el ámbito español, y servía así mismo de probeta a nuevas tecnologías, reformulaba formatos, dilucidaba estrategias y planteaba no pocos desafíos a la lógica mercantil. La audacia de esas propuestas, el carácter hermético y autosuficiente de unos músicos que no perseguían el reconocimiento popular, el desinterés institucional y el desafecto público, condenaban al ostracismo a un periodo hasta ahora huérfano de reivindicación, a pesar de constituir el más imaginativo y transgresor de los comprendidos en el acervo cultural reciente de Barcelona. Enmarcado en un lienzo político que del franquismo pasaba a la transición democrática y luego al neoliberalismo de izquierdas y derechas, haciendo insólita escala en una fase ácrata, la de las Jornadas Libertarias Internacionales de 1977 -el último congreso anarquista de la historia, habiendo estado en el pasado Barcelona tan estrechamente vinculada al anarquismo-, el frente experimental aquí recogido compone un dinámico crisol todavía sorprendente en su colorido e idiosincrasias, en lo avanzado de sus sonidos y en su capacidad para sobrevivir en un medio hostil organizándose por su cuenta y riesgo, forjando un circuito propio que a fecha de hoy continúa vivo en el festival LEM, a pesar de los estragos que la “crisis” económica ha causado estos últimos años en la industria cultural alternativa. Resulta irónico que toda esa actividad obtuviera más eco en medios internacionales que en su propia ciudad, estableciendo valiosas conexiones en Francia e Inglaterra y desplegando un fructífero potlatch con redes como las del mail art, la International Cassette Network y las radios libres, en concreto la emisora local Radio PICA, donde muchos de los músicos aquí reunidos protagonizaron sus propios programas. Algunas de las claves de esa ubicuidad fueron la autogestión y autoedición, el cooperativismo y una ética adoptada del DIY, que incluía la invención de un espectro tecnológico del que surgirían audiogeneradores, osciladores, sintetizadores y otros ingenios de confección propia; pero se precisaría un libro entero -de hecho lo hay, publicado en Munster con el mismo título- para abarcar la foto completa de esta intrépida aventura, como todas no exenta de sombras ni de desengaños, cuya exploración deparará al oyente curioso una sensación parecida a la que experimenta el arqueólogo cuando descubre una civilización desconocida. Dan testimonio de ella, de su existencia y de su atemporalidad, los 29 temas recopilados en esta antología, todos ellos remasterizados, en su mayor parte inéditos o inencontrables.
Una fascinante mirada a la escena musical barcelonesa más arriesgada de las últimas cuatro décadas. Tres LPs con temas inéditos o inencontrables de Perucho’s, Suck Electrònic Enciclopèdic, Macromassa, Neuronium, Klamm, Adictonía, Xeerox, Los Psicópatas del Norte, Error Genético, Entr’acte, Bueyes Madereros, Eduardo Polonio y otros 17 artistas. Incluye un libreto de 12 páginas con notas en inglés a cargo de Jaime Gonzalo, numerosas fotos y memorabilia.
A finales de los años 60, quizá por su proximidad a París, Barcelona se había convertido en proa de las vanguardias y puerta de entrada en España de nuevas manifestaciones culturales procedentes de Europa y Estados Unidos. Musicalmente, esa característica derivaba en un underground burgués que haría las veces de tardocontracultura autóctona, y del que se desprendía el llamado rock progresivo barcelonés, 1969-1973, con bandas como Máquina!, Om, Música Dispersa, etc; periodo que tardaría décadas en ser revalidado y discográficamente reeditado, como lo han sido la escena del jazz rock layetano, su prolongación, y el punk, su verdugo, otras dos modalidades en las que Barcelona se había demostrado singularmente prolífica a finales de los 70 y durante los 80. Paralelamente al rock progresivo, se desarrollaba sin embargo en el subsuelo de la ciudad el detonante de otro foco de creación mucho más prolífico y experimental, y en consecuencia mucho más minoritario y marginal, que partiendo del free jazz se ramificaba a lo largo de dos décadas por electrónica, punk, industrial, improvisación, ruidismo, art rock e incluso canción de autor. No se trató de una escena propiamente dicha, sino de una ecléctica concatenación de individuos y circunstancias que nos hemos permitido concentrar aquí en aras de recuperar un legado perdido que en conjunto podemos y debemos valorar tan estimulante, tan poliédrico, como pueda serlo el del krautrock, Canterbury o Rock In Opposition. Esa heteróclita irrupción experimental fomentaba también los primeros sellos discográficos independientes de los que hay noticia en el ámbito español, y servía así mismo de probeta a nuevas tecnologías, reformulaba formatos, dilucidaba estrategias y planteaba no pocos desafíos a la lógica mercantil. La audacia de esas propuestas, el carácter hermético y autosuficiente de unos músicos que no perseguían el reconocimiento popular, el desinterés institucional y el desafecto público, condenaban al ostracismo a un periodo hasta ahora huérfano de reivindicación, a pesar de constituir el más imaginativo y transgresor de los comprendidos en el acervo cultural reciente de Barcelona. Enmarcado en un lienzo político que del franquismo pasaba a la transición democrática y luego al neoliberalismo de izquierdas y derechas, haciendo insólita escala en una fase ácrata, la de las Jornadas Libertarias Internacionales de 1977 -el último congreso anarquista de la historia, habiendo estado en el pasado Barcelona tan estrechamente vinculada al anarquismo-, el frente experimental aquí recogido compone un dinámico crisol todavía sorprendente en su colorido e idiosincrasias, en lo avanzado de sus sonidos y en su capacidad para sobrevivir en un medio hostil organizándose por su cuenta y riesgo, forjando un circuito propio que a fecha de hoy continúa vivo en el festival LEM, a pesar de los estragos que la “crisis” económica ha causado estos últimos años en la industria cultural alternativa. Resulta irónico que toda esa actividad obtuviera más eco en medios internacionales que en su propia ciudad, estableciendo valiosas conexiones en Francia e Inglaterra y desplegando un fructífero potlatch con redes como las del mail art, la International Cassette Network y las radios libres, en concreto la emisora local Radio PICA, donde muchos de los músicos aquí reunidos protagonizaron sus propios programas. Algunas de las claves de esa ubicuidad fueron la autogestión y autoedición, el cooperativismo y una ética adoptada del DIY, que incluía la invención de un espectro tecnológico del que surgirían audiogeneradores, osciladores, sintetizadores y otros ingenios de confección propia; pero se precisaría un libro entero -de hecho lo hay, publicado en Munster con el mismo título- para abarcar la foto completa de esta intrépida aventura, como todas no exenta de sombras ni de desengaños, cuya exploración deparará al oyente curioso una sensación parecida a la que experimenta el arqueólogo cuando descubre una civilización desconocida. Dan testimonio de ella, de su existencia y de su atemporalidad, los 29 temas recopilados en esta antología, todos ellos remasterizados, en su mayor parte inéditos o inencontrables.