Eduardo Polonio es uno de los nombres clave de la música española desde finales de los años sesenta, principalmente como pionero en el campo de la música electroacústica. Fue miembro, junto a Luis De Pablo y Vaggione, del Grupo Alea Música Electrónica Libre (1970-1972), primera formación española de música electrónica en vivo; y fue uno de los referentes fundamentales del Laboratorio Phonos de Barcelona a partir de 1976. Fue también miembro fundador y presidente, entre 1988 y 1994, de la Asociación de Música Electroacústica de España. Su obra le ha conducido a recibir en 1994 el «Magisterium» del Gran Premio Internacional de Música Electroacústica de Bourges, Francia. Es responsable de una obra absolutamente personal, sin deudas estilísticas de ninguna clase, que ha desbordado en numerosas ocasiones el soporte de la cinta magnetofónica para dialogar con el espacio y, dentro de él, con entidades de índole plástica: sus colaboraciones con artistas de vídeo, pintores, autores de cine experimental, escultores y escenógrafos, así como sus incursiones en el género de la instalación, lo atestiguan sobradamente. En 1976 Polonio trasladó su residencia a Barcelona, vinculándose al Laboratorio Electroacústico Phonos de dicha ciudad y entrando en contacto con los compositores Andrés Lewin-Richter y Josep Maria Mestres-Quadreny. Comenzaba para él una nueva etapa creativa de trabajo en estudio y de conciertos que se reflejan en su álbum Acaricia la Mañana (1984), donde reelabora 11 piezas de ese periodo grabadas entre 1976 y 1984 en Phonos y remezcladas para este disco en el Gabinete de Música Electroacústica de Cuenca. Utiliza aquí sintetizadores como el Polymoog, Minimoog, EMS y un órgano Farfisa. Los temas son integrados en una especie de suite que ocupa todo el LP. Esta idea de suite tiene para el autor un origen poético: una colección de piezas cortas de músicas de países imaginarios. Las voces electrónicas (las diferentes pistas de la mezcla sobre la cinta) que constituyen cada pieza desarrollan cortas secuencias melódicas de claro perfil modal e incluso tonal. La repetición cíclica de estas secuencias, que suele abarcar enteramente cada pequeña pieza, inscribe sin duda estas músicas entre las llamadas repetitivas. Las tres o cuatro voces con las que en general están construidas estas piezas suelen ser reconocibles, pero la textura es más heterofónica que polifónica, al jugar el compositor con el desajuste en la superposición de las repeticiones. La evidencia de cada voz es subrayada además por diferencias tímbricas notables. Los timbres son descaradamente electrónicos, buscando la especificidad de estos instrumentos. El resultado es una textura heterofónica muy sugestiva, que cautiva con una apariencia fácil y placentera, y que revela un gran refinamiento en el tratamiento rítmico y melódico. No es exagerado afirmar que Acaricia la mañana es un disco ya clásico y fundamental en la historia reciente de la música electrónica española. Esta edición es un facsímil del LP original publicado por Unió Músics en 1984, con el añadido de un single que contiene cuatro piezas inéditas de Polonio del mismo periodo de 1976-1984. Publicado por Vinilísssimo.