Es un gran día en El Barrio, Bataan ha vuelto. El calor derrite las aceras, las bocas de riego son fuentes de color, alrededor de las cuales los jóvenes bailan y gozan. Es un día de fiesta por que el afrofilipino más conocido del East Harlem ha regresado. Los djs de las radios locales están pinchando a Joe Cuba, Johnny Colon, Cheo Feliciano, Hector Lavoe,…la rumba está en la calle, vacilando el ambiente. La 110 es una celebración. El creador del Latin Soul, no solo no ha perdido ni un ápice de su esencia, si no que ha multiplicado su energía para demostrar quien fue el primero en unir la esencia latina con el sentir negro. Recuperando el sentimiento mestizo, eléctrico y orgulloso. Como dice el refrán, el que golpea primero, golpea dos veces, y con Bataan no hay rival. Repite su nombre alto y claro, por que las canciones de Call My Name son el eco del barrio, un disco que podría haber sido hecho hace treinta años o ser la presentación del próximo nombre a tener en cuenta del Spanish Harlem. Atemporal, clásico y tan genuino como los nombres que intervienen en él. Los salvadores del ritmo están en la ciudad y un elixir contagioso de ritmo recorre las calles. La pulsación funk con el sentimiento soul, sin concesiones, directo al estómago. Las canciones compuestas por Daniel Collás son rocas lanzadas con orgullo y fiereza, directas a la sien. La voz del vencindario. Crudo como la vida en las calles, la música de Joe Bataan y su banda habita entre las historias del estado mental de las ciudades, donde las razas, las danzas y los ritmos se mezclan. El palpitar de cada esquina, de cada portal y de cada historia de los jóvenes corrientes que viven el día a día de una gran ciudad. Cada una de las canciones del disco son una luz de esperanza que derrite el frío asfalto y estremece las rodillas de los vecinos que caminan sobre él. El títere del vecindario ha regresado para salvarnos de la oscuridad, y devolvernos el baile festivo y orgulloso. Que Chevere!!! Notas de Mr. Sutil (Enlace Funk)