The Monks
Demo Tapes 1965
0,99€
Munster
The Monks
Demo Tapes 1965
‘Demo Tapes 1965’ recopila maquetas de 1965 de los Monks, aquella ilustre sección de rock garagero proto-punk compuesto por cinco renegados American GIs estacionados en Alemania.
La salvaje maqueta de 10 canciones que antecedió a su único Lp editado en 1966, ‘Black Monk Time’. Incluye también dos temas pertenecientes a su anterior banda The Five Torquays ( ‘There she walks’ / ‘Boys are boys’ ) + una curiosa remezcla a cargo de Jason Forrest titulada ‘Monk Hop’. Descubre porque son considerados la primera banda proto-punk de los sesenta, y un grupo avangarde adelantado a su tiempo. ¡Presta atención, cretino, vuelve a ser el momento del monje negro (black Monk time) en todas partes! ‘Demo Tapes 1965’ recopila maquetas de 1965 de los Monks, aquella ilustre sección de rock garagero proto-punk compuesto por cinco renegados American GIs estacionados en Alemania. Estas sesiones ya no resultan tan crudas para los estándares actuales (o comparadas con, digamos, discos piratas de los Stooges), pero son más mugrientas y más cavernosas que el álbum único y crucial de la banda, el editado en 1966 (reeditado desde entonces) Black Monk Time. Teniendo en cuenta el año y el escenario en el que fueron creadas, las canciones de este trabajo de archivo son bastante audaces y directas. Trágate el sermoneo de unidad psiquiátrica del cantante Gary Burger o sus enmarañados solos de guitarra a lo no-wave. Siente el pulso primal de su farfullante bajo, siniestro órgano cursi de iglesia, ridículo banjo eléctrico y baterías rechonchas con mucho tam-tam. Los Monks, cuyos delirios propulsados por Reeperbahn les inspiraron para raparse las coronillas y vestir túnicas, interpretaban la música más espléndidamente estúpida y despojada de artificio del momento. Eran los auto-proclamados anti-Beatles – música no-melódica, basada en el ritmo, simplista y cualquier cosa menos linda. Escucha simplemente la forma en que Burger gruñe, «Baby, I hate you!» (Cariño, ¡te odio!), y captarás el mensaje, alto y claro. «…el documento más antiguo de su pasado minimalista… da un giro pasando desde psicótica implacabilidad de canción infantil… hasta psico-folk distorsionado…. un fascinante anteproyecto para el verdadero genio trastornado de BLACK MONK TIME…»
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‘Demo Tapes 1965’ recopila maquetas de 1965 de los Monks, aquella ilustre sección de rock garagero proto-punk compuesto por cinco renegados American GIs estacionados en Alemania.
La salvaje maqueta de 10 canciones que antecedió a su único Lp editado en 1966, ‘Black Monk Time’. Incluye también dos temas pertenecientes a su anterior banda The Five Torquays ( ‘There she walks’ / ‘Boys are boys’ ) + una curiosa remezcla a cargo de Jason Forrest titulada ‘Monk Hop’. Descubre porque son considerados la primera banda proto-punk de los sesenta, y un grupo avangarde adelantado a su tiempo. ¡Presta atención, cretino, vuelve a ser el momento del monje negro (black Monk time) en todas partes! ‘Demo Tapes 1965’ recopila maquetas de 1965 de los Monks, aquella ilustre sección de rock garagero proto-punk compuesto por cinco renegados American GIs estacionados en Alemania. Estas sesiones ya no resultan tan crudas para los estándares actuales (o comparadas con, digamos, discos piratas de los Stooges), pero son más mugrientas y más cavernosas que el álbum único y crucial de la banda, el editado en 1966 (reeditado desde entonces) Black Monk Time. Teniendo en cuenta el año y el escenario en el que fueron creadas, las canciones de este trabajo de archivo son bastante audaces y directas. Trágate el sermoneo de unidad psiquiátrica del cantante Gary Burger o sus enmarañados solos de guitarra a lo no-wave. Siente el pulso primal de su farfullante bajo, siniestro órgano cursi de iglesia, ridículo banjo eléctrico y baterías rechonchas con mucho tam-tam. Los Monks, cuyos delirios propulsados por Reeperbahn les inspiraron para raparse las coronillas y vestir túnicas, interpretaban la música más espléndidamente estúpida y despojada de artificio del momento. Eran los auto-proclamados anti-Beatles – música no-melódica, basada en el ritmo, simplista y cualquier cosa menos linda. Escucha simplemente la forma en que Burger gruñe, «Baby, I hate you!» (Cariño, ¡te odio!), y captarás el mensaje, alto y claro. «…el documento más antiguo de su pasado minimalista… da un giro pasando desde psicótica implacabilidad de canción infantil… hasta psico-folk distorsionado…. un fascinante anteproyecto para el verdadero genio trastornado de BLACK MONK TIME…»
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Demo Tapes 1965
‘Demo Tapes 1965’ recopila maquetas de 1965 de los Monks, aquella ilustre sección de rock garagero proto-punk compuesto por cinco renegados American GIs estacionados en Alemania.
La salvaje maqueta de 10 canciones que antecedió a su único Lp editado en 1966, ‘Black Monk Time’. Incluye también dos temas pertenecientes a su anterior banda The Five Torquays ( ‘There she walks’ / ‘Boys are boys’ ) + una curiosa remezcla a cargo de Jason Forrest titulada ‘Monk Hop’. Descubre porque son considerados la primera banda proto-punk de los sesenta, y un grupo avangarde adelantado a su tiempo. ¡Presta atención, cretino, vuelve a ser el momento del monje negro (black Monk time) en todas partes! ‘Demo Tapes 1965’ recopila maquetas de 1965 de los Monks, aquella ilustre sección de rock garagero proto-punk compuesto por cinco renegados American GIs estacionados en Alemania. Estas sesiones ya no resultan tan crudas para los estándares actuales (o comparadas con, digamos, discos piratas de los Stooges), pero son más mugrientas y más cavernosas que el álbum único y crucial de la banda, el editado en 1966 (reeditado desde entonces) Black Monk Time. Teniendo en cuenta el año y el escenario en el que fueron creadas, las canciones de este trabajo de archivo son bastante audaces y directas. Trágate el sermoneo de unidad psiquiátrica del cantante Gary Burger o sus enmarañados solos de guitarra a lo no-wave. Siente el pulso primal de su farfullante bajo, siniestro órgano cursi de iglesia, ridículo banjo eléctrico y baterías rechonchas con mucho tam-tam. Los Monks, cuyos delirios propulsados por Reeperbahn les inspiraron para raparse las coronillas y vestir túnicas, interpretaban la música más espléndidamente estúpida y despojada de artificio del momento. Eran los auto-proclamados anti-Beatles – música no-melódica, basada en el ritmo, simplista y cualquier cosa menos linda. Escucha simplemente la forma en que Burger gruñe, «Baby, I hate you!» (Cariño, ¡te odio!), y captarás el mensaje, alto y claro. «…el documento más antiguo de su pasado minimalista… da un giro pasando desde psicótica implacabilidad de canción infantil… hasta psico-folk distorsionado…. un fascinante anteproyecto para el verdadero genio trastornado de BLACK MONK TIME…»
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‘Demo Tapes 1965’ recopila maquetas de 1965 de los Monks, aquella ilustre sección de rock garagero proto-punk compuesto por cinco renegados American GIs estacionados en Alemania.
La salvaje maqueta de 10 canciones que antecedió a su único Lp editado en 1966, ‘Black Monk Time’. Incluye también dos temas pertenecientes a su anterior banda The Five Torquays ( ‘There she walks’ / ‘Boys are boys’ ) + una curiosa remezcla a cargo de Jason Forrest titulada ‘Monk Hop’. Descubre porque son considerados la primera banda proto-punk de los sesenta, y un grupo avangarde adelantado a su tiempo. ¡Presta atención, cretino, vuelve a ser el momento del monje negro (black Monk time) en todas partes! ‘Demo Tapes 1965’ recopila maquetas de 1965 de los Monks, aquella ilustre sección de rock garagero proto-punk compuesto por cinco renegados American GIs estacionados en Alemania. Estas sesiones ya no resultan tan crudas para los estándares actuales (o comparadas con, digamos, discos piratas de los Stooges), pero son más mugrientas y más cavernosas que el álbum único y crucial de la banda, el editado en 1966 (reeditado desde entonces) Black Monk Time. Teniendo en cuenta el año y el escenario en el que fueron creadas, las canciones de este trabajo de archivo son bastante audaces y directas. Trágate el sermoneo de unidad psiquiátrica del cantante Gary Burger o sus enmarañados solos de guitarra a lo no-wave. Siente el pulso primal de su farfullante bajo, siniestro órgano cursi de iglesia, ridículo banjo eléctrico y baterías rechonchas con mucho tam-tam. Los Monks, cuyos delirios propulsados por Reeperbahn les inspiraron para raparse las coronillas y vestir túnicas, interpretaban la música más espléndidamente estúpida y despojada de artificio del momento. Eran los auto-proclamados anti-Beatles – música no-melódica, basada en el ritmo, simplista y cualquier cosa menos linda. Escucha simplemente la forma en que Burger gruñe, «Baby, I hate you!» (Cariño, ¡te odio!), y captarás el mensaje, alto y claro. «…el documento más antiguo de su pasado minimalista… da un giro pasando desde psicótica implacabilidad de canción infantil… hasta psico-folk distorsionado…. un fascinante anteproyecto para el verdadero genio trastornado de BLACK MONK TIME…»
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