Los discos que grabó Nelson Ferreyra en los estudios de MAG muestran su pasión por la música cubana y en especial por la guaracha. Le acompaña el pianista Cano Romero, un amigo personal que llevaba tocando con él desde el comienzo de su carrera, y años más tarde acabaría formando su propia orquesta. Kiko Hernández, el cantante principal, se uniría a Ferreyra en casi todos sus proyectos futuros, hasta su fallecimiento en los 70.

“Guaracheros” se publicó a finales de 1961. De las seis versiones que contiene, cuatro de ellas son de origen cubano: 'Quinto llamado' y 'Óyeme Antonia', pertenecen al tradicional Conjunto Gloria Matancera; 'Ola!' es del conocido músico José Curbelo; y 'El dulcesito' es de Nelson Navarro. Las canciones 'Mucho ritmo' del portorriqueño  Moncho Leña y los Ases del Ritmo y 'Los cadetes navales', un clásico del maestro colombiano Lucho Bermúdez, completan esa media docena.

Pocos países fuera de Cuba abrazaron la guaracha con tanto entusiasmo como Perú. Pancho Acosta, Króffer Jiménez, Oswaldo Barreto y el propio Nelson Ferreyra mantuvieron el género vivo con sus composiciones durante los 60 y, durante la década siguiente, bastantes de las canciones del movimiento cumbiero peruano son realmente guarachas compuestas en distintos rincones del país.

‘Guaracheros' (con Kiko Hernández y Pablo Villanueva) abre el LP, es una exquisita composición de Cano Romero. Manteniendo el tono bailable, le siguen dos canciones del propio Nelson Ferreyra: 'Con cencerro y timbal' y 'Fiesta en el aire'. Las referencias que las letras hacen a Venezuela no son casuales, ya que el disco también se distribuyó allá y las ventas fueron excelentes.

La trayectoria de Nelson Ferreyra no hizo más que crecer, girando por Panama, Chile y Ecuador. Siendo en este último territorio merecedor de un gran reconocimiento como figura internacional de la música tropical.

Este disco es un fiel reflejo del lema comercial de Discos MAG: "Si su fiesta le fracasa, discos MAG faltan en casa"