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Invenciones. La otra vanguardia musical en Latinoamérica 1976-1988
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Invenciones. La otra vanguardia musical en Latinoamérica 1976-1988
Primera compilación que reúne la escena de música experimental y de vanguardia de Latinoamérica desde 1976 hasta finales de los años 80. Con temas de artistas pioneros de Perú (Miguel Flores, Manongo Mujica), Ecuador (Amauta), México (Decibel, Vía Láctea, Jorge Reyes), Venezuela (Musikautomatika, Miguel Noya), Costa Rica (Autoperro), Argentina (Quum), Uruguay (Carlos da Silveira), Brasil (Grupo Um), Chile (Malalche) y Colombia (Banda Dispersa de la Madre Selva). Ambos formatos incluyen un libreto con notas escritas por Luis Alvarado y fotos de los artistas.
Los artistas reunidos en esta compilación pertenecen a una época intermedia entre el apogeo de diversas corrientes artísticas influenciadas por el jipismo y la llegada del punk. Entre la expansión de una industria y la aparición de una nueva lógica de distribución como es la del DIY. Pertenecen también a una época intermedia al desarrollo de los grandes laboratorios de música electroacústica y la llegada de los sintetizadores y samplers disponibles para el público masivo. Se encuentran en esa etapa decisiva de socialización tecnológica y de puesta en marcha de pequeños estudios y laboratorios caseros. Ante todo tienen en común que son latinoamericanos y como tal comparten las dificultades que supone pertenecer a un momento de la historia que les tocó vivir, una polarización ideológica como consecuencia de la Guerra Fría, que va a atestiguar procesos sociales complejos, militarizaciones, dictaduras, radicalizaciones, en los que también se debatía la legitimidad de una música que hablara desde su propio lugar. Fue este un momento para la incorporación de sonoridades nativas, para el uso de tecnologías pobres o austeras, o ligadas a su propio contexto. Muchos de los aquí incluidos han adquirido estatus de culto y son figuras decisivas para la comprensión de los periodos culturales a los que pertenecen en sus países, pero como tal han sido a la vez figuras atípicas y que componen una sensibilidad que se esparcía por entonces por Latinoamérica: la de un espíritu de experimentación que estaba redefiniendo los rumbos de la música en la región. Más que un movimiento, se trató de un conjunto de individualidades que desarrollaron proyectos a contracorriente. Si bien estamos ante un mosaico de sonoridades, podemos reconocer ciertas tendencias: usos libres del folclore, composiciones abiertas, exploraciones en los límites del rock y experimentación con la tecnología. Sin embargo, quizás la imaginación sea lo que mejor conecte a todos los artistas aquí reunidos por primera vez. Porque fue para todos necesario imaginarse un espacio nuevo, desde el cual estaban empezando a forjar las nuevas condiciones que más adelante el punk y la tecnología volverían común. A todos estos artistas les tocó hacer las cosas por primera vez, les tocó ser el punto de quiebre entre dos épocas claramente marcadas y, a pesar de las condiciones poco favorables y del aislamiento en el que muchos desarrollaron sus trabajos, ahora que los escuchamos en conjunto aquí, somos nosotros quienes imaginamos otro pasado, donde estalló esa otra vanguardia.
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Primera compilación que reúne la escena de música experimental y de vanguardia de Latinoamérica desde 1976 hasta finales de los años 80. Con temas de artistas pioneros de Perú (Miguel Flores, Manongo Mujica), Ecuador (Amauta), México (Decibel, Vía Láctea, Jorge Reyes), Venezuela (Musikautomatika, Miguel Noya), Costa Rica (Autoperro), Argentina (Quum), Uruguay (Carlos da Silveira), Brasil (Grupo Um), Chile (Malalche) y Colombia (Banda Dispersa de la Madre Selva). Ambos formatos incluyen un libreto con notas escritas por Luis Alvarado y fotos de los artistas.
Los artistas reunidos en esta compilación pertenecen a una época intermedia entre el apogeo de diversas corrientes artísticas influenciadas por el jipismo y la llegada del punk. Entre la expansión de una industria y la aparición de una nueva lógica de distribución como es la del DIY. Pertenecen también a una época intermedia al desarrollo de los grandes laboratorios de música electroacústica y la llegada de los sintetizadores y samplers disponibles para el público masivo. Se encuentran en esa etapa decisiva de socialización tecnológica y de puesta en marcha de pequeños estudios y laboratorios caseros. Ante todo tienen en común que son latinoamericanos y como tal comparten las dificultades que supone pertenecer a un momento de la historia que les tocó vivir, una polarización ideológica como consecuencia de la Guerra Fría, que va a atestiguar procesos sociales complejos, militarizaciones, dictaduras, radicalizaciones, en los que también se debatía la legitimidad de una música que hablara desde su propio lugar. Fue este un momento para la incorporación de sonoridades nativas, para el uso de tecnologías pobres o austeras, o ligadas a su propio contexto. Muchos de los aquí incluidos han adquirido estatus de culto y son figuras decisivas para la comprensión de los periodos culturales a los que pertenecen en sus países, pero como tal han sido a la vez figuras atípicas y que componen una sensibilidad que se esparcía por entonces por Latinoamérica: la de un espíritu de experimentación que estaba redefiniendo los rumbos de la música en la región. Más que un movimiento, se trató de un conjunto de individualidades que desarrollaron proyectos a contracorriente. Si bien estamos ante un mosaico de sonoridades, podemos reconocer ciertas tendencias: usos libres del folclore, composiciones abiertas, exploraciones en los límites del rock y experimentación con la tecnología. Sin embargo, quizás la imaginación sea lo que mejor conecte a todos los artistas aquí reunidos por primera vez. Porque fue para todos necesario imaginarse un espacio nuevo, desde el cual estaban empezando a forjar las nuevas condiciones que más adelante el punk y la tecnología volverían común. A todos estos artistas les tocó hacer las cosas por primera vez, les tocó ser el punto de quiebre entre dos épocas claramente marcadas y, a pesar de las condiciones poco favorables y del aislamiento en el que muchos desarrollaron sus trabajos, ahora que los escuchamos en conjunto aquí, somos nosotros quienes imaginamos otro pasado, donde estalló esa otra vanguardia.
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Primera compilación que reúne la escena de música experimental y de vanguardia de Latinoamérica desde 1976 hasta finales de los años 80. Con temas de artistas pioneros de Perú (Miguel Flores, Manongo Mujica), Ecuador (Amauta), México (Decibel, Vía Láctea, Jorge Reyes), Venezuela (Musikautomatika, Miguel Noya), Costa Rica (Autoperro), Argentina (Quum), Uruguay (Carlos da Silveira), Brasil (Grupo Um), Chile (Malalche) y Colombia (Banda Dispersa de la Madre Selva). Ambos formatos incluyen un libreto con notas escritas por Luis Alvarado y fotos de los artistas.
Los artistas reunidos en esta compilación pertenecen a una época intermedia entre el apogeo de diversas corrientes artísticas influenciadas por el jipismo y la llegada del punk. Entre la expansión de una industria y la aparición de una nueva lógica de distribución como es la del DIY. Pertenecen también a una época intermedia al desarrollo de los grandes laboratorios de música electroacústica y la llegada de los sintetizadores y samplers disponibles para el público masivo. Se encuentran en esa etapa decisiva de socialización tecnológica y de puesta en marcha de pequeños estudios y laboratorios caseros. Ante todo tienen en común que son latinoamericanos y como tal comparten las dificultades que supone pertenecer a un momento de la historia que les tocó vivir, una polarización ideológica como consecuencia de la Guerra Fría, que va a atestiguar procesos sociales complejos, militarizaciones, dictaduras, radicalizaciones, en los que también se debatía la legitimidad de una música que hablara desde su propio lugar. Fue este un momento para la incorporación de sonoridades nativas, para el uso de tecnologías pobres o austeras, o ligadas a su propio contexto. Muchos de los aquí incluidos han adquirido estatus de culto y son figuras decisivas para la comprensión de los periodos culturales a los que pertenecen en sus países, pero como tal han sido a la vez figuras atípicas y que componen una sensibilidad que se esparcía por entonces por Latinoamérica: la de un espíritu de experimentación que estaba redefiniendo los rumbos de la música en la región. Más que un movimiento, se trató de un conjunto de individualidades que desarrollaron proyectos a contracorriente. Si bien estamos ante un mosaico de sonoridades, podemos reconocer ciertas tendencias: usos libres del folclore, composiciones abiertas, exploraciones en los límites del rock y experimentación con la tecnología. Sin embargo, quizás la imaginación sea lo que mejor conecte a todos los artistas aquí reunidos por primera vez. Porque fue para todos necesario imaginarse un espacio nuevo, desde el cual estaban empezando a forjar las nuevas condiciones que más adelante el punk y la tecnología volverían común. A todos estos artistas les tocó hacer las cosas por primera vez, les tocó ser el punto de quiebre entre dos épocas claramente marcadas y, a pesar de las condiciones poco favorables y del aislamiento en el que muchos desarrollaron sus trabajos, ahora que los escuchamos en conjunto aquí, somos nosotros quienes imaginamos otro pasado, donde estalló esa otra vanguardia.
Primera compilación que reúne la escena de música experimental y de vanguardia de Latinoamérica desde 1976 hasta finales de los años 80. Con temas de artistas pioneros de Perú (Miguel Flores, Manongo Mujica), Ecuador (Amauta), México (Decibel, Vía Láctea, Jorge Reyes), Venezuela (Musikautomatika, Miguel Noya), Costa Rica (Autoperro), Argentina (Quum), Uruguay (Carlos da Silveira), Brasil (Grupo Um), Chile (Malalche) y Colombia (Banda Dispersa de la Madre Selva). Ambos formatos incluyen un libreto con notas escritas por Luis Alvarado y fotos de los artistas.
Los artistas reunidos en esta compilación pertenecen a una época intermedia entre el apogeo de diversas corrientes artísticas influenciadas por el jipismo y la llegada del punk. Entre la expansión de una industria y la aparición de una nueva lógica de distribución como es la del DIY. Pertenecen también a una época intermedia al desarrollo de los grandes laboratorios de música electroacústica y la llegada de los sintetizadores y samplers disponibles para el público masivo. Se encuentran en esa etapa decisiva de socialización tecnológica y de puesta en marcha de pequeños estudios y laboratorios caseros. Ante todo tienen en común que son latinoamericanos y como tal comparten las dificultades que supone pertenecer a un momento de la historia que les tocó vivir, una polarización ideológica como consecuencia de la Guerra Fría, que va a atestiguar procesos sociales complejos, militarizaciones, dictaduras, radicalizaciones, en los que también se debatía la legitimidad de una música que hablara desde su propio lugar. Fue este un momento para la incorporación de sonoridades nativas, para el uso de tecnologías pobres o austeras, o ligadas a su propio contexto. Muchos de los aquí incluidos han adquirido estatus de culto y son figuras decisivas para la comprensión de los periodos culturales a los que pertenecen en sus países, pero como tal han sido a la vez figuras atípicas y que componen una sensibilidad que se esparcía por entonces por Latinoamérica: la de un espíritu de experimentación que estaba redefiniendo los rumbos de la música en la región. Más que un movimiento, se trató de un conjunto de individualidades que desarrollaron proyectos a contracorriente. Si bien estamos ante un mosaico de sonoridades, podemos reconocer ciertas tendencias: usos libres del folclore, composiciones abiertas, exploraciones en los límites del rock y experimentación con la tecnología. Sin embargo, quizás la imaginación sea lo que mejor conecte a todos los artistas aquí reunidos por primera vez. Porque fue para todos necesario imaginarse un espacio nuevo, desde el cual estaban empezando a forjar las nuevas condiciones que más adelante el punk y la tecnología volverían común. A todos estos artistas les tocó hacer las cosas por primera vez, les tocó ser el punto de quiebre entre dos épocas claramente marcadas y, a pesar de las condiciones poco favorables y del aislamiento en el que muchos desarrollaron sus trabajos, ahora que los escuchamos en conjunto aquí, somos nosotros quienes imaginamos otro pasado, donde estalló esa otra vanguardia.