Italia siempre ha exportado su música a los rincones más remotos del mundo latino. La mayoría de los músicos italianos que llegaron a Perú alcanzaron temporalmente la fama popularizando una mezcla de canciones nuevas y repertorio clásico de Italia antes de volverse a su país. Otros decidieron asentarse indefinidamente en Perú, dejando un rico legado que incluye tanto una escuela de música como composiciones, huaynos, waltzes, marineras y cumbias, que son ahora parte del cancionero popular de Perú de hoy día.

Este sería el caso de Luciano Luciani Mazzuchelli quien emigró desde la Toscana hasta Lima a comienzos de los 60 para trabajar en el restaurante de su tío. Su pasión era la música. En 1964 tuvo su debut discográfico en un pequeño sello, grabando dos baladas en solitario. Animado por el éxito obtenido, escribió un par de canciones, siendo una de ellas grabadas por uno de los mejores tríos en la historia de la música criolla, Los Morochucos, e incluida en su LP “Los Morochucos en Hollywood” (1965).

Más adelante el italiano se atrevería con la cumbia, un ritmo que comenzaba su expansión internacional desde la costa atlántica de Colombia. Con este nuevo sonido compuso un par de canciones, acompañado en una de ellas del conjunto peruano Eulogio Molina y su orquesta en 1966, en un disco que también gozó de distribución en países vecinos. Como muestra de su versatilidad, también adaptó clásicos de la música andina al ritmo caribeño.

Tras un par de años sabáticos, volvería a la música en 1968, dirigiendo su propia orquesta que actuaba bajo el nombre de Luciano y sus mulatos, juntando miembros de grupos tropicales como Pedro Miguel y sus maracaibos, Los Totos y Los Ribereños. Un single con dos éxitos, la cumbia ‘Cusqueñita’ y la guaracha ‘El solterón’, fue su primera grabación para el sello MAG y adelanto de su álbum debut: “Mulata vamos a la salsa”.

A finales de 1970 grabó las cumbias ‘Los palmares’, ‘Morenita’, ‘Metro’, ‘Fiesta en corraleja’ y ‘Mi chiquita’, seguidas por las guarachas ‘Estoy enamorado’, ‘Cumbiamba’ y ‘Maruja’, junto con ‘Oye mi son’ y la salsa ‘Mulata, vamos a la salsa’. Todas estas canciones junto con el par de temas recogidos en el single de 1968 (‘Cusqueñita’ / ‘El solterón’), conformaron el primer LP de Luciano Luciani y sus mulatos, publicado a finales de 1970, tomando su nombre de uno de los cortes del LP.

Formado principalmente por composiciones propias de Luciani, este álbum también destaca por las vocales del guarachero Víctor Kiko Fuentes (‘Mulata vamos a la salsa’, ‘Los palmares’, ‘Fiesta en corraleja’, ‘Maruja’, ‘Mi chiquita’) que se convirtió en legendario tras grabar “Mambo rock” junto a Alfredo Linares y de quien el propio Benny Moré hablaba maravillas en su tiempo. El otro cantante sobresaliente es Benny del Solar, una estrella presente en numerosas grabaciones peruanas de música tropical que más tarde se trasladaría a Ecuador.

El álbum también refleja el creciente interés de Luciano Luciani por las grabaciones más modernas procedentes del Spanish Harlem en Nueva York que se manifestaría con más claridad en sus posteriores trabajos para MAG en 1975.