Los Yetis
Nadaísmo a go-go
Los Yetis
Nadaísmo a go-go
Reeditado por primera vez en vinilo de forma legal. Canciones extraídas de los masters originales. LP con carpeta abierta y CD con libreto de 20 páginas. Ambos formatos incluyen extensas notas con la historia de la banda y numerosas fotos inéditas. Vinilo en edición limitada de 1.000 copias
En el año 1966 la fiebre del go-go infecta Medellín y ese virus tiene nombre propio, LOS YETIS. La ciudad, una de las más conservadoras de Colombia, empezó a sentir terremotos en sus cimientos por el bailoteo de miles de adolescentes que buscaban distanciarse del gusto tanguero y bolerista de sus padres. Para eso, nada mejor que el espíritu go-go representado por un peludo y abominable hombre de las nieves. Los Yetis representan un caso muy especial dentro de la escena sesentera colombiana: ídolos pop adolescentes asociados con el Nadaísmo (movimiento de vanguardia intelectual colombiana de finales de los años cincuenta), son la única banda comercialmente exitosa instalada fuera de la capital Bogotá, y han logrado permanecer en el imaginario musical de la nación. Su verdadera entrada a la industria musical se da en febrero de 1966 gracias a Discos Fuentes, quien apoyaba al grupo con una maquinaria de mercado entonces inédita en Colombia. Ellos se convertirían en los nuevos ídolos de miles de jóvenes contagiados por la epidemia go-go que expandieran años antes The Beatles. Los Yetis combinaban versiones de clásicos internacionales del momento con temas propios que, aunque algo domesticados, mantenían su esencia salvaje y unas letras reivindicativas a ritmo de beat, surf y garage. El universo musical de Los Yetis tuvo mucho que ver las dinámicas de la industria musical y con el modelo que ésta proponía para ese par de años en los que la Nueva Ola dominó radios, diarios y televisores. Sin embargo, su música evidencia que detrás de las concesiones que hicieron al modelo comercial había una esencia intranquila que apenas lograba contenerse dentro de la estructura que quería la industria. Su encuentro con el Nadaísmo, llámese histórico o estético, logró ligar dos líneas de vanguardia de forma orgánica a la par que su música eléctrica encedía a toda una generación que buscaba un sonido propio, diferente al de sus padres. Los Yetis, definitivamente una banda que quiso participar a punta de canciones del cambio de los tiempos.
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0,75€
Reeditado por primera vez en vinilo de forma legal. Canciones extraídas de los masters originales. LP con carpeta abierta y CD con libreto de 20 páginas. Ambos formatos incluyen extensas notas con la historia de la banda y numerosas fotos inéditas. Vinilo en edición limitada de 1.000 copias
En el año 1966 la fiebre del go-go infecta Medellín y ese virus tiene nombre propio, LOS YETIS. La ciudad, una de las más conservadoras de Colombia, empezó a sentir terremotos en sus cimientos por el bailoteo de miles de adolescentes que buscaban distanciarse del gusto tanguero y bolerista de sus padres. Para eso, nada mejor que el espíritu go-go representado por un peludo y abominable hombre de las nieves. Los Yetis representan un caso muy especial dentro de la escena sesentera colombiana: ídolos pop adolescentes asociados con el Nadaísmo (movimiento de vanguardia intelectual colombiana de finales de los años cincuenta), son la única banda comercialmente exitosa instalada fuera de la capital Bogotá, y han logrado permanecer en el imaginario musical de la nación. Su verdadera entrada a la industria musical se da en febrero de 1966 gracias a Discos Fuentes, quien apoyaba al grupo con una maquinaria de mercado entonces inédita en Colombia. Ellos se convertirían en los nuevos ídolos de miles de jóvenes contagiados por la epidemia go-go que expandieran años antes The Beatles. Los Yetis combinaban versiones de clásicos internacionales del momento con temas propios que, aunque algo domesticados, mantenían su esencia salvaje y unas letras reivindicativas a ritmo de beat, surf y garage. El universo musical de Los Yetis tuvo mucho que ver las dinámicas de la industria musical y con el modelo que ésta proponía para ese par de años en los que la Nueva Ola dominó radios, diarios y televisores. Sin embargo, su música evidencia que detrás de las concesiones que hicieron al modelo comercial había una esencia intranquila que apenas lograba contenerse dentro de la estructura que quería la industria. Su encuentro con el Nadaísmo, llámese histórico o estético, logró ligar dos líneas de vanguardia de forma orgánica a la par que su música eléctrica encedía a toda una generación que buscaba un sonido propio, diferente al de sus padres. Los Yetis, definitivamente una banda que quiso participar a punta de canciones del cambio de los tiempos.
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Nadaísmo a go-go
Reeditado por primera vez en vinilo de forma legal. Canciones extraídas de los masters originales. LP con carpeta abierta y CD con libreto de 20 páginas. Ambos formatos incluyen extensas notas con la historia de la banda y numerosas fotos inéditas. Vinilo en edición limitada de 1.000 copias
En el año 1966 la fiebre del go-go infecta Medellín y ese virus tiene nombre propio, LOS YETIS. La ciudad, una de las más conservadoras de Colombia, empezó a sentir terremotos en sus cimientos por el bailoteo de miles de adolescentes que buscaban distanciarse del gusto tanguero y bolerista de sus padres. Para eso, nada mejor que el espíritu go-go representado por un peludo y abominable hombre de las nieves. Los Yetis representan un caso muy especial dentro de la escena sesentera colombiana: ídolos pop adolescentes asociados con el Nadaísmo (movimiento de vanguardia intelectual colombiana de finales de los años cincuenta), son la única banda comercialmente exitosa instalada fuera de la capital Bogotá, y han logrado permanecer en el imaginario musical de la nación. Su verdadera entrada a la industria musical se da en febrero de 1966 gracias a Discos Fuentes, quien apoyaba al grupo con una maquinaria de mercado entonces inédita en Colombia. Ellos se convertirían en los nuevos ídolos de miles de jóvenes contagiados por la epidemia go-go que expandieran años antes The Beatles. Los Yetis combinaban versiones de clásicos internacionales del momento con temas propios que, aunque algo domesticados, mantenían su esencia salvaje y unas letras reivindicativas a ritmo de beat, surf y garage. El universo musical de Los Yetis tuvo mucho que ver las dinámicas de la industria musical y con el modelo que ésta proponía para ese par de años en los que la Nueva Ola dominó radios, diarios y televisores. Sin embargo, su música evidencia que detrás de las concesiones que hicieron al modelo comercial había una esencia intranquila que apenas lograba contenerse dentro de la estructura que quería la industria. Su encuentro con el Nadaísmo, llámese histórico o estético, logró ligar dos líneas de vanguardia de forma orgánica a la par que su música eléctrica encedía a toda una generación que buscaba un sonido propio, diferente al de sus padres. Los Yetis, definitivamente una banda que quiso participar a punta de canciones del cambio de los tiempos.
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Nadaísmo a go-go
Reeditado por primera vez en vinilo de forma legal. Canciones extraídas de los masters originales. LP con carpeta abierta y CD con libreto de 20 páginas. Ambos formatos incluyen extensas notas con la historia de la banda y numerosas fotos inéditas. Vinilo en edición limitada de 1.000 copias
En el año 1966 la fiebre del go-go infecta Medellín y ese virus tiene nombre propio, LOS YETIS. La ciudad, una de las más conservadoras de Colombia, empezó a sentir terremotos en sus cimientos por el bailoteo de miles de adolescentes que buscaban distanciarse del gusto tanguero y bolerista de sus padres. Para eso, nada mejor que el espíritu go-go representado por un peludo y abominable hombre de las nieves. Los Yetis representan un caso muy especial dentro de la escena sesentera colombiana: ídolos pop adolescentes asociados con el Nadaísmo (movimiento de vanguardia intelectual colombiana de finales de los años cincuenta), son la única banda comercialmente exitosa instalada fuera de la capital Bogotá, y han logrado permanecer en el imaginario musical de la nación. Su verdadera entrada a la industria musical se da en febrero de 1966 gracias a Discos Fuentes, quien apoyaba al grupo con una maquinaria de mercado entonces inédita en Colombia. Ellos se convertirían en los nuevos ídolos de miles de jóvenes contagiados por la epidemia go-go que expandieran años antes The Beatles. Los Yetis combinaban versiones de clásicos internacionales del momento con temas propios que, aunque algo domesticados, mantenían su esencia salvaje y unas letras reivindicativas a ritmo de beat, surf y garage. El universo musical de Los Yetis tuvo mucho que ver las dinámicas de la industria musical y con el modelo que ésta proponía para ese par de años en los que la Nueva Ola dominó radios, diarios y televisores. Sin embargo, su música evidencia que detrás de las concesiones que hicieron al modelo comercial había una esencia intranquila que apenas lograba contenerse dentro de la estructura que quería la industria. Su encuentro con el Nadaísmo, llámese histórico o estético, logró ligar dos líneas de vanguardia de forma orgánica a la par que su música eléctrica encedía a toda una generación que buscaba un sonido propio, diferente al de sus padres. Los Yetis, definitivamente una banda que quiso participar a punta de canciones del cambio de los tiempos.