Pax
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25,00€
Munster
Pax
Pax
Pax es el grupo precursor del hard-rock en América Latina. Estaba liderado por Pico Ego-Aguirre, antiguo componente de Los Shain’s, banda icónica de garage de Perú en los 60.
Tres jóvenes peruanos y un norteamericano, menores de 23 años, compusieron un LP con letras en inglés, riffs urgentes, batería de doble bombo y una portada llena de simbología.
Se grabó bajo la influencia de bandas como Black Sabbath, Led Zeppelin o Deep Purple, y se publicó en 1972, siendo considerado fundacional por el futuro movimiento metal peruano.
Reeditado con su diseño original en carpeta gatefold, incluye también un encarte con notas extensas y fotos.
En 1968, la magnífica saga de beat, garage y sicodelia de Los Shain’s llegó a su fin con el desmembramiento del grupo. Pico Ego-Aguirre, su director y primera guitarra, comenzó su viaje por los sonidos duros que llegaban a Sudamérica de la mano de Vanilla Fudge, Led Zeppelin y Deep Purple, y publicó en disco unos cuantos temas en este estilo con su flamante agrupación Los Nuevos Shain’s.
La nueva década encontró a los jóvenes peruanos intercambiando ediciones nacionales de Cream, Deep Purple, Golden Earring e Iron Butterfly. Sin embargo, no fueron los únicos hipnotizados por los diecisiete minutos de ‘In-A-Gadda-Da-Vida’. Por ejemplo, el literato y periodista cincuentón Alfonso Tealdo presentó el video por televisión cada vez que pudo, vía un programa ómnibus de fin de semana. Ni bien era anunciado por Panamericana TV, la muchachada estaba sentada frente al televisor en blanco y negro.
Perú era en ese entonces un país gobernado por una dictadura militar que mostraba dos caras. Por un lado, ejecutaba medidas progresistas que reivindicaban a sectores populares ignorados por décadas por el Estado; pero, por otro, deportaba a sus detractores, censuraba los medios de comunicación y, en nombre de la lucha contra la alienación, se manifestaba contra el jipismo, el autoestop y las fiestas sicodélicas. Asimismo, no le temblaba la mano en el momento de cancelar conciertos.
En medio de estas idas y venidas de la llamada revolución peruana, las bandas de rock se aferraron con más fuerza a sonidos tan ásperos como la época. El beat elegante de Los Jaguar’s, Same People, Los Sideral’s, Los Benton’s y Los Zany’s poco a poco cedió protagonismo al ritmo enérgico de Cooking Morning, Elemental Music Group, Catarsis y Los Comandos, que no dudaron en versionar, en las fiestas sicodélicas que animaban, a Led Zeppelin, Vanilla Fudge o Black Sabbath.
Pico Ego-Aguirre caminaba la misma senda. Quien en los años sesenta había declarado ser un fanático de los Beatles, en 1971 emprende la tarea de buscar intérpretes comprometidos con la idea de seguir los pasos, muy de cerca, a sus agrupaciones favoritas del hard rock inglés. Buscaba un sonido específico que con su próximo grupo, el definitivo de su carrera, lograría alcanzar.
A fines de 1971, Pico, su hermano y guitarrista Fernando y el cantante Manolo Montenegro (todos ex-Nuevos Shain’s), junto con el baterista Ricardo Macedo (ex-Mads) y el bajista Carlos “Oso” Torres (ex-Dr Wheat) ya ensayaban bajo el nombre de Pax, pero no se recuerda quién bautizó así al cuarteto.
En febrero de 1972 Sono Radio los presentó a la prensa. Seguidamente, empezaron a grabar las primeras pistas hasta que surgieron desavenencias por los créditos de las canciones. La firme renuncia del “Oso” Torres terminó por desmoronar el grupo. Entonces, Pico dio por concluida esta primera alineación y emprendió la búsqueda de lo que sería la formación clásica de Pax.
Tres jóvenes peruanos y un norteamericano, menores de 23 años, compusieron un LP con letras en inglés, riffs urgentes, batería de doble bombo y una portada llena de simbología, que sería considerado fundacional por el futuro movimiento metal peruano (junto con el de sus compatriotas Tarkus).
Entre 1972 y 1975 Pax dio a conocer el disco en festivales, fiestas privadas, cumpleaños, bailes de promoción, actos benéficos, en todos los distritos de Lima y en casi todas las regiones del país. En espectáculos de dos a tres horas de duración, estrenaba sus composiciones y versiones de las canciones pesadas de moda, logrando captar seguidores provenientes de todos los estratos sociales. Hasta tuvo una capilla con la foto de sus integrantes, siempre con velas y flores, en el burdel más famoso de la capital.
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Pax es el grupo precursor del hard-rock en América Latina. Estaba liderado por Pico Ego-Aguirre, antiguo componente de Los Shain’s, banda icónica de garage de Perú en los 60.
Tres jóvenes peruanos y un norteamericano, menores de 23 años, compusieron un LP con letras en inglés, riffs urgentes, batería de doble bombo y una portada llena de simbología.
Se grabó bajo la influencia de bandas como Black Sabbath, Led Zeppelin o Deep Purple, y se publicó en 1972, siendo considerado fundacional por el futuro movimiento metal peruano.
Reeditado con su diseño original en carpeta gatefold, incluye también un encarte con notas extensas y fotos.
En 1968, la magnífica saga de beat, garage y sicodelia de Los Shain’s llegó a su fin con el desmembramiento del grupo. Pico Ego-Aguirre, su director y primera guitarra, comenzó su viaje por los sonidos duros que llegaban a Sudamérica de la mano de Vanilla Fudge, Led Zeppelin y Deep Purple, y publicó en disco unos cuantos temas en este estilo con su flamante agrupación Los Nuevos Shain’s.
La nueva década encontró a los jóvenes peruanos intercambiando ediciones nacionales de Cream, Deep Purple, Golden Earring e Iron Butterfly. Sin embargo, no fueron los únicos hipnotizados por los diecisiete minutos de ‘In-A-Gadda-Da-Vida’. Por ejemplo, el literato y periodista cincuentón Alfonso Tealdo presentó el video por televisión cada vez que pudo, vía un programa ómnibus de fin de semana. Ni bien era anunciado por Panamericana TV, la muchachada estaba sentada frente al televisor en blanco y negro.
Perú era en ese entonces un país gobernado por una dictadura militar que mostraba dos caras. Por un lado, ejecutaba medidas progresistas que reivindicaban a sectores populares ignorados por décadas por el Estado; pero, por otro, deportaba a sus detractores, censuraba los medios de comunicación y, en nombre de la lucha contra la alienación, se manifestaba contra el jipismo, el autoestop y las fiestas sicodélicas. Asimismo, no le temblaba la mano en el momento de cancelar conciertos.
En medio de estas idas y venidas de la llamada revolución peruana, las bandas de rock se aferraron con más fuerza a sonidos tan ásperos como la época. El beat elegante de Los Jaguar’s, Same People, Los Sideral’s, Los Benton’s y Los Zany’s poco a poco cedió protagonismo al ritmo enérgico de Cooking Morning, Elemental Music Group, Catarsis y Los Comandos, que no dudaron en versionar, en las fiestas sicodélicas que animaban, a Led Zeppelin, Vanilla Fudge o Black Sabbath.
Pico Ego-Aguirre caminaba la misma senda. Quien en los años sesenta había declarado ser un fanático de los Beatles, en 1971 emprende la tarea de buscar intérpretes comprometidos con la idea de seguir los pasos, muy de cerca, a sus agrupaciones favoritas del hard rock inglés. Buscaba un sonido específico que con su próximo grupo, el definitivo de su carrera, lograría alcanzar.
A fines de 1971, Pico, su hermano y guitarrista Fernando y el cantante Manolo Montenegro (todos ex-Nuevos Shain’s), junto con el baterista Ricardo Macedo (ex-Mads) y el bajista Carlos “Oso” Torres (ex-Dr Wheat) ya ensayaban bajo el nombre de Pax, pero no se recuerda quién bautizó así al cuarteto.
En febrero de 1972 Sono Radio los presentó a la prensa. Seguidamente, empezaron a grabar las primeras pistas hasta que surgieron desavenencias por los créditos de las canciones. La firme renuncia del “Oso” Torres terminó por desmoronar el grupo. Entonces, Pico dio por concluida esta primera alineación y emprendió la búsqueda de lo que sería la formación clásica de Pax.
Tres jóvenes peruanos y un norteamericano, menores de 23 años, compusieron un LP con letras en inglés, riffs urgentes, batería de doble bombo y una portada llena de simbología, que sería considerado fundacional por el futuro movimiento metal peruano (junto con el de sus compatriotas Tarkus).
Entre 1972 y 1975 Pax dio a conocer el disco en festivales, fiestas privadas, cumpleaños, bailes de promoción, actos benéficos, en todos los distritos de Lima y en casi todas las regiones del país. En espectáculos de dos a tres horas de duración, estrenaba sus composiciones y versiones de las canciones pesadas de moda, logrando captar seguidores provenientes de todos los estratos sociales. Hasta tuvo una capilla con la foto de sus integrantes, siempre con velas y flores, en el burdel más famoso de la capital.
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Pax es el grupo precursor del hard-rock en América Latina. Estaba liderado por Pico Ego-Aguirre, antiguo componente de Los Shain’s, banda icónica de garage de Perú en los 60.
Tres jóvenes peruanos y un norteamericano, menores de 23 años, compusieron un LP con letras en inglés, riffs urgentes, batería de doble bombo y una portada llena de simbología.
Se grabó bajo la influencia de bandas como Black Sabbath, Led Zeppelin o Deep Purple, y se publicó en 1972, siendo considerado fundacional por el futuro movimiento metal peruano.
Reeditado con su diseño original en carpeta gatefold, incluye también un encarte con notas extensas y fotos.
En 1968, la magnífica saga de beat, garage y sicodelia de Los Shain’s llegó a su fin con el desmembramiento del grupo. Pico Ego-Aguirre, su director y primera guitarra, comenzó su viaje por los sonidos duros que llegaban a Sudamérica de la mano de Vanilla Fudge, Led Zeppelin y Deep Purple, y publicó en disco unos cuantos temas en este estilo con su flamante agrupación Los Nuevos Shain’s.
La nueva década encontró a los jóvenes peruanos intercambiando ediciones nacionales de Cream, Deep Purple, Golden Earring e Iron Butterfly. Sin embargo, no fueron los únicos hipnotizados por los diecisiete minutos de ‘In-A-Gadda-Da-Vida’. Por ejemplo, el literato y periodista cincuentón Alfonso Tealdo presentó el video por televisión cada vez que pudo, vía un programa ómnibus de fin de semana. Ni bien era anunciado por Panamericana TV, la muchachada estaba sentada frente al televisor en blanco y negro.
Perú era en ese entonces un país gobernado por una dictadura militar que mostraba dos caras. Por un lado, ejecutaba medidas progresistas que reivindicaban a sectores populares ignorados por décadas por el Estado; pero, por otro, deportaba a sus detractores, censuraba los medios de comunicación y, en nombre de la lucha contra la alienación, se manifestaba contra el jipismo, el autoestop y las fiestas sicodélicas. Asimismo, no le temblaba la mano en el momento de cancelar conciertos.
En medio de estas idas y venidas de la llamada revolución peruana, las bandas de rock se aferraron con más fuerza a sonidos tan ásperos como la época. El beat elegante de Los Jaguar’s, Same People, Los Sideral’s, Los Benton’s y Los Zany’s poco a poco cedió protagonismo al ritmo enérgico de Cooking Morning, Elemental Music Group, Catarsis y Los Comandos, que no dudaron en versionar, en las fiestas sicodélicas que animaban, a Led Zeppelin, Vanilla Fudge o Black Sabbath.
Pico Ego-Aguirre caminaba la misma senda. Quien en los años sesenta había declarado ser un fanático de los Beatles, en 1971 emprende la tarea de buscar intérpretes comprometidos con la idea de seguir los pasos, muy de cerca, a sus agrupaciones favoritas del hard rock inglés. Buscaba un sonido específico que con su próximo grupo, el definitivo de su carrera, lograría alcanzar.
A fines de 1971, Pico, su hermano y guitarrista Fernando y el cantante Manolo Montenegro (todos ex-Nuevos Shain’s), junto con el baterista Ricardo Macedo (ex-Mads) y el bajista Carlos “Oso” Torres (ex-Dr Wheat) ya ensayaban bajo el nombre de Pax, pero no se recuerda quién bautizó así al cuarteto.
En febrero de 1972 Sono Radio los presentó a la prensa. Seguidamente, empezaron a grabar las primeras pistas hasta que surgieron desavenencias por los créditos de las canciones. La firme renuncia del “Oso” Torres terminó por desmoronar el grupo. Entonces, Pico dio por concluida esta primera alineación y emprendió la búsqueda de lo que sería la formación clásica de Pax.
Tres jóvenes peruanos y un norteamericano, menores de 23 años, compusieron un LP con letras en inglés, riffs urgentes, batería de doble bombo y una portada llena de simbología, que sería considerado fundacional por el futuro movimiento metal peruano (junto con el de sus compatriotas Tarkus).
Entre 1972 y 1975 Pax dio a conocer el disco en festivales, fiestas privadas, cumpleaños, bailes de promoción, actos benéficos, en todos los distritos de Lima y en casi todas las regiones del país. En espectáculos de dos a tres horas de duración, estrenaba sus composiciones y versiones de las canciones pesadas de moda, logrando captar seguidores provenientes de todos los estratos sociales. Hasta tuvo una capilla con la foto de sus integrantes, siempre con velas y flores, en el burdel más famoso de la capital.
Pax es el grupo precursor del hard-rock en América Latina. Estaba liderado por Pico Ego-Aguirre, antiguo componente de Los Shain’s, banda icónica de garage de Perú en los 60.
Tres jóvenes peruanos y un norteamericano, menores de 23 años, compusieron un LP con letras en inglés, riffs urgentes, batería de doble bombo y una portada llena de simbología.
Se grabó bajo la influencia de bandas como Black Sabbath, Led Zeppelin o Deep Purple, y se publicó en 1972, siendo considerado fundacional por el futuro movimiento metal peruano.
Reeditado con su diseño original en carpeta gatefold, incluye también un encarte con notas extensas y fotos.
En 1968, la magnífica saga de beat, garage y sicodelia de Los Shain’s llegó a su fin con el desmembramiento del grupo. Pico Ego-Aguirre, su director y primera guitarra, comenzó su viaje por los sonidos duros que llegaban a Sudamérica de la mano de Vanilla Fudge, Led Zeppelin y Deep Purple, y publicó en disco unos cuantos temas en este estilo con su flamante agrupación Los Nuevos Shain’s.
La nueva década encontró a los jóvenes peruanos intercambiando ediciones nacionales de Cream, Deep Purple, Golden Earring e Iron Butterfly. Sin embargo, no fueron los únicos hipnotizados por los diecisiete minutos de ‘In-A-Gadda-Da-Vida’. Por ejemplo, el literato y periodista cincuentón Alfonso Tealdo presentó el video por televisión cada vez que pudo, vía un programa ómnibus de fin de semana. Ni bien era anunciado por Panamericana TV, la muchachada estaba sentada frente al televisor en blanco y negro.
Perú era en ese entonces un país gobernado por una dictadura militar que mostraba dos caras. Por un lado, ejecutaba medidas progresistas que reivindicaban a sectores populares ignorados por décadas por el Estado; pero, por otro, deportaba a sus detractores, censuraba los medios de comunicación y, en nombre de la lucha contra la alienación, se manifestaba contra el jipismo, el autoestop y las fiestas sicodélicas. Asimismo, no le temblaba la mano en el momento de cancelar conciertos.
En medio de estas idas y venidas de la llamada revolución peruana, las bandas de rock se aferraron con más fuerza a sonidos tan ásperos como la época. El beat elegante de Los Jaguar’s, Same People, Los Sideral’s, Los Benton’s y Los Zany’s poco a poco cedió protagonismo al ritmo enérgico de Cooking Morning, Elemental Music Group, Catarsis y Los Comandos, que no dudaron en versionar, en las fiestas sicodélicas que animaban, a Led Zeppelin, Vanilla Fudge o Black Sabbath.
Pico Ego-Aguirre caminaba la misma senda. Quien en los años sesenta había declarado ser un fanático de los Beatles, en 1971 emprende la tarea de buscar intérpretes comprometidos con la idea de seguir los pasos, muy de cerca, a sus agrupaciones favoritas del hard rock inglés. Buscaba un sonido específico que con su próximo grupo, el definitivo de su carrera, lograría alcanzar.
A fines de 1971, Pico, su hermano y guitarrista Fernando y el cantante Manolo Montenegro (todos ex-Nuevos Shain’s), junto con el baterista Ricardo Macedo (ex-Mads) y el bajista Carlos “Oso” Torres (ex-Dr Wheat) ya ensayaban bajo el nombre de Pax, pero no se recuerda quién bautizó así al cuarteto.
En febrero de 1972 Sono Radio los presentó a la prensa. Seguidamente, empezaron a grabar las primeras pistas hasta que surgieron desavenencias por los créditos de las canciones. La firme renuncia del “Oso” Torres terminó por desmoronar el grupo. Entonces, Pico dio por concluida esta primera alineación y emprendió la búsqueda de lo que sería la formación clásica de Pax.
Tres jóvenes peruanos y un norteamericano, menores de 23 años, compusieron un LP con letras en inglés, riffs urgentes, batería de doble bombo y una portada llena de simbología, que sería considerado fundacional por el futuro movimiento metal peruano (junto con el de sus compatriotas Tarkus).
Entre 1972 y 1975 Pax dio a conocer el disco en festivales, fiestas privadas, cumpleaños, bailes de promoción, actos benéficos, en todos los distritos de Lima y en casi todas las regiones del país. En espectáculos de dos a tres horas de duración, estrenaba sus composiciones y versiones de las canciones pesadas de moda, logrando captar seguidores provenientes de todos los estratos sociales. Hasta tuvo una capilla con la foto de sus integrantes, siempre con velas y flores, en el burdel más famoso de la capital.