En general, cuando se habla de la primera ola de latin soul y boogaloo, se citan las bandas y sus líderes, los cantantes y las canciones que lograron popularidad. Pero ¿qué hay de los productores, compositores y arreglistas?

Uno de los mejores productores de la vieja escuela de música latina de Nueva York, Bobby Marin, estaba detrás de mucho del mejor Boogaloo y salsa independiente de los 60 y 70. “Saboreando - Pot Full Of Soul”, es el álbum hecho en 1969 por Bobby para el recién creado sello Dorado de su amigo Ralph Lew. Cincuenta y cinco años más tarde, Bobby confirma que homenajeaba a sus inicios humildes, jugando al stickball y cantando doo-wop mientras otros niños tocaban percusión sobre cubos de basura en la calle west 107 del “barrio” neoyorquino, al bautizar al proyecto The 107th Street Stickball Team.

The 107th Street Stickball Team era básicamente el mismo grupo de amigos del grupo de Ricardo Marrero (Bernard Purdie a la batería, Mike Viñas a la guitarra, Ricardo Marrero en el vibráfono), agregando la presencia de Louie Ramírez en piano y órgano, Orlando Marin, Joey Pastrana y Ozzie Torrens a la percusión, Mike Viñas encargándose del bajo eléctrico y Butch Johnson y Danny Agosto como cantantes principales en varios temas.

En ese momento, la música soul era vista por las nuevas generaciones de latinos, y en realidad por todos los jóvenes en general, como algo diferente que rompía con la tradición. El disco, con Bobby Marin cantando varias de las mejores canciones, incluyendo ‘Mojo Shingaling’ y ‘Rhythm and Soul’, acentúa la afinidad o conexión entre la música afroamericana y la cubana con una mezcla convincente, propia de la escena, y que permitía que las generaciones jóvenes sintieran que tenían un nuevo tipo de música propia. No en vano, en las notas del álbum se describe a The 107th Stickball Team como un puñado de “jóvenes con onda”.

Estamos muy contentos de poder hacer que esta joya de latin soul psicodélico y funky, inmerecidamente olvidada, esté disponible de nuevo.