VVAA
Sensacional Soul Vol 2
Vampisoul
VVAA
Sensacional Soul Vol 2
Vampisoul se complace en invitarles a la segunda sesión quebrantahuesos con los sonidos made in Spain más bailables de los años 60 y principios de los 70. Un gran combinado de bandas conocidas y artistas de serie Z.
¡¡¡Bienvenidos de nuevo a la pista de baile!!! Vampisoul se complace en invitarles a la segunda sesión quebrantahuesos con los sonidos made in Spain más bailables de los años 60 y principios de los 70. ¡Bienvenidos otra vez a la fiesta de Sensacional Soul! Para los despistados que se perdieron la primera, nos gustaría recordarles algunos conceptos que les pueden ser de utilidad. Afirmábamos entonces y subrayamos hoy que el soul convirtió al pop hispano en combustible sonoro para incendiar las pistas de baile de discotecas, boites y fiestas patronales de la España de la segunda mitad de los 60. Para la mayoría de grupos, la eclosión del soul supuso hacer frente al dilema de renovarse o morir. Tras unos años en los que los conjuntos habían tratado de emular a los Shadows y después a los Beatles, se había llegado a una encrucijada que ofrecía dos alternativas: incorporarse a las corrientes psicodélicas o adaptar el soul a los gustos españoles. Los que quisieran seguir la senda del rock tenían que tener en cuenta los avances en las técnicas de grabación que culminaron en la edición de Sgt Peppers Lonely Hearts Club Band, algo que resultaba prácticamente imposible para la mayoría de bandas españolas. Además, ni las compañías de discos ni las emisoras de radio y, sobre todo, el público estaban lo suficientemente maduros para abrir sus mentes a la revolución psicodélica que llegaba de las Islas Británicas y, posteriormente, de la Costa Oeste americana. Cualquier banda que intentara reproducir estos sonidos sabía que se enfrentaría a una disminución del número de galas, la principal fuente de ingresos para la mayoría de grupos de la época. El soul, en cambio, sí gozaba de una mayor aceptación gracias a los éxitos de ventas de los artistas de Tamla Motown y Atlantic, y por ello muchos grupos de guitarras se animaron a incorporar una sección de metal. Algunos lo hicieron por convencimiento y otros forzados por las circunstancias u obligados por sus compañías discográficas, que no estaban dispuestas a tolerar un descenso en la venta de discos. El soul hispano arrasó y durante la segunda mitad de los 60 fue el paradigma musical dominante en una España todavía sometida a la dictadura franquista. Tras la edición del primer volumen de esta serie, hubo quien puso en duda que en España se hubiera hecho soul durante el sexto decenio del siglo XX. Como ya hemos dicho, de lo que se trataba era de adaptar los sonidos afro-americanos al gusto español con los medios técnicos disponibles durante la década de los 60 y los primeros años de los 70. Es de cajón que Valencia no era Chicago. Que Barcelona no era Detroit. O sea, que pa soul, soul, el de Estados Unidos, por supuesto. Pero resulta que los músicos de aquí supieron sacarle punta al asunto, le pusieron alma y fueron capaces de transmitir sentimiento, algo imprescindible cuando hablamos del soul. Además de artistas que mimetizaron los sonidos más puros procedentes de EEUU, los hubo también que arriesgaron y optaron por algunos subgéneros como el R&B progresivo, el freakbeat soul, el soul sunshine o el pop-psych con destellos soul…De todos ellos les vamos a ofrecer un estupendo piscolabis en este segundo volumen de Sensacional Soul. Átense bien los cordones de los zapatos. Sírvanse un Pilé 43 o un destornillador y prepárense porque… ¡saltamos a la pista!
Productos relacionados
Vampisoul se complace en invitarles a la segunda sesión quebrantahuesos con los sonidos made in Spain más bailables de los años 60 y principios de los 70. Un gran combinado de bandas conocidas y artistas de serie Z.
¡¡¡Bienvenidos de nuevo a la pista de baile!!! Vampisoul se complace en invitarles a la segunda sesión quebrantahuesos con los sonidos made in Spain más bailables de los años 60 y principios de los 70. ¡Bienvenidos otra vez a la fiesta de Sensacional Soul! Para los despistados que se perdieron la primera, nos gustaría recordarles algunos conceptos que les pueden ser de utilidad. Afirmábamos entonces y subrayamos hoy que el soul convirtió al pop hispano en combustible sonoro para incendiar las pistas de baile de discotecas, boites y fiestas patronales de la España de la segunda mitad de los 60. Para la mayoría de grupos, la eclosión del soul supuso hacer frente al dilema de renovarse o morir. Tras unos años en los que los conjuntos habían tratado de emular a los Shadows y después a los Beatles, se había llegado a una encrucijada que ofrecía dos alternativas: incorporarse a las corrientes psicodélicas o adaptar el soul a los gustos españoles. Los que quisieran seguir la senda del rock tenían que tener en cuenta los avances en las técnicas de grabación que culminaron en la edición de Sgt Peppers Lonely Hearts Club Band, algo que resultaba prácticamente imposible para la mayoría de bandas españolas. Además, ni las compañías de discos ni las emisoras de radio y, sobre todo, el público estaban lo suficientemente maduros para abrir sus mentes a la revolución psicodélica que llegaba de las Islas Británicas y, posteriormente, de la Costa Oeste americana. Cualquier banda que intentara reproducir estos sonidos sabía que se enfrentaría a una disminución del número de galas, la principal fuente de ingresos para la mayoría de grupos de la época. El soul, en cambio, sí gozaba de una mayor aceptación gracias a los éxitos de ventas de los artistas de Tamla Motown y Atlantic, y por ello muchos grupos de guitarras se animaron a incorporar una sección de metal. Algunos lo hicieron por convencimiento y otros forzados por las circunstancias u obligados por sus compañías discográficas, que no estaban dispuestas a tolerar un descenso en la venta de discos. El soul hispano arrasó y durante la segunda mitad de los 60 fue el paradigma musical dominante en una España todavía sometida a la dictadura franquista. Tras la edición del primer volumen de esta serie, hubo quien puso en duda que en España se hubiera hecho soul durante el sexto decenio del siglo XX. Como ya hemos dicho, de lo que se trataba era de adaptar los sonidos afro-americanos al gusto español con los medios técnicos disponibles durante la década de los 60 y los primeros años de los 70. Es de cajón que Valencia no era Chicago. Que Barcelona no era Detroit. O sea, que pa soul, soul, el de Estados Unidos, por supuesto. Pero resulta que los músicos de aquí supieron sacarle punta al asunto, le pusieron alma y fueron capaces de transmitir sentimiento, algo imprescindible cuando hablamos del soul. Además de artistas que mimetizaron los sonidos más puros procedentes de EEUU, los hubo también que arriesgaron y optaron por algunos subgéneros como el R&B progresivo, el freakbeat soul, el soul sunshine o el pop-psych con destellos soul…De todos ellos les vamos a ofrecer un estupendo piscolabis en este segundo volumen de Sensacional Soul. Átense bien los cordones de los zapatos. Sírvanse un Pilé 43 o un destornillador y prepárense porque… ¡saltamos a la pista!
Productos relacionados
Sensacional Soul Vol 2
Vampisoul se complace en invitarles a la segunda sesión quebrantahuesos con los sonidos made in Spain más bailables de los años 60 y principios de los 70. Un gran combinado de bandas conocidas y artistas de serie Z.
¡¡¡Bienvenidos de nuevo a la pista de baile!!! Vampisoul se complace en invitarles a la segunda sesión quebrantahuesos con los sonidos made in Spain más bailables de los años 60 y principios de los 70. ¡Bienvenidos otra vez a la fiesta de Sensacional Soul! Para los despistados que se perdieron la primera, nos gustaría recordarles algunos conceptos que les pueden ser de utilidad. Afirmábamos entonces y subrayamos hoy que el soul convirtió al pop hispano en combustible sonoro para incendiar las pistas de baile de discotecas, boites y fiestas patronales de la España de la segunda mitad de los 60. Para la mayoría de grupos, la eclosión del soul supuso hacer frente al dilema de renovarse o morir. Tras unos años en los que los conjuntos habían tratado de emular a los Shadows y después a los Beatles, se había llegado a una encrucijada que ofrecía dos alternativas: incorporarse a las corrientes psicodélicas o adaptar el soul a los gustos españoles. Los que quisieran seguir la senda del rock tenían que tener en cuenta los avances en las técnicas de grabación que culminaron en la edición de Sgt Peppers Lonely Hearts Club Band, algo que resultaba prácticamente imposible para la mayoría de bandas españolas. Además, ni las compañías de discos ni las emisoras de radio y, sobre todo, el público estaban lo suficientemente maduros para abrir sus mentes a la revolución psicodélica que llegaba de las Islas Británicas y, posteriormente, de la Costa Oeste americana. Cualquier banda que intentara reproducir estos sonidos sabía que se enfrentaría a una disminución del número de galas, la principal fuente de ingresos para la mayoría de grupos de la época. El soul, en cambio, sí gozaba de una mayor aceptación gracias a los éxitos de ventas de los artistas de Tamla Motown y Atlantic, y por ello muchos grupos de guitarras se animaron a incorporar una sección de metal. Algunos lo hicieron por convencimiento y otros forzados por las circunstancias u obligados por sus compañías discográficas, que no estaban dispuestas a tolerar un descenso en la venta de discos. El soul hispano arrasó y durante la segunda mitad de los 60 fue el paradigma musical dominante en una España todavía sometida a la dictadura franquista. Tras la edición del primer volumen de esta serie, hubo quien puso en duda que en España se hubiera hecho soul durante el sexto decenio del siglo XX. Como ya hemos dicho, de lo que se trataba era de adaptar los sonidos afro-americanos al gusto español con los medios técnicos disponibles durante la década de los 60 y los primeros años de los 70. Es de cajón que Valencia no era Chicago. Que Barcelona no era Detroit. O sea, que pa soul, soul, el de Estados Unidos, por supuesto. Pero resulta que los músicos de aquí supieron sacarle punta al asunto, le pusieron alma y fueron capaces de transmitir sentimiento, algo imprescindible cuando hablamos del soul. Además de artistas que mimetizaron los sonidos más puros procedentes de EEUU, los hubo también que arriesgaron y optaron por algunos subgéneros como el R&B progresivo, el freakbeat soul, el soul sunshine o el pop-psych con destellos soul…De todos ellos les vamos a ofrecer un estupendo piscolabis en este segundo volumen de Sensacional Soul. Átense bien los cordones de los zapatos. Sírvanse un Pilé 43 o un destornillador y prepárense porque… ¡saltamos a la pista!
Vampisoul se complace en invitarles a la segunda sesión quebrantahuesos con los sonidos made in Spain más bailables de los años 60 y principios de los 70. Un gran combinado de bandas conocidas y artistas de serie Z.
¡¡¡Bienvenidos de nuevo a la pista de baile!!! Vampisoul se complace en invitarles a la segunda sesión quebrantahuesos con los sonidos made in Spain más bailables de los años 60 y principios de los 70. ¡Bienvenidos otra vez a la fiesta de Sensacional Soul! Para los despistados que se perdieron la primera, nos gustaría recordarles algunos conceptos que les pueden ser de utilidad. Afirmábamos entonces y subrayamos hoy que el soul convirtió al pop hispano en combustible sonoro para incendiar las pistas de baile de discotecas, boites y fiestas patronales de la España de la segunda mitad de los 60. Para la mayoría de grupos, la eclosión del soul supuso hacer frente al dilema de renovarse o morir. Tras unos años en los que los conjuntos habían tratado de emular a los Shadows y después a los Beatles, se había llegado a una encrucijada que ofrecía dos alternativas: incorporarse a las corrientes psicodélicas o adaptar el soul a los gustos españoles. Los que quisieran seguir la senda del rock tenían que tener en cuenta los avances en las técnicas de grabación que culminaron en la edición de Sgt Peppers Lonely Hearts Club Band, algo que resultaba prácticamente imposible para la mayoría de bandas españolas. Además, ni las compañías de discos ni las emisoras de radio y, sobre todo, el público estaban lo suficientemente maduros para abrir sus mentes a la revolución psicodélica que llegaba de las Islas Británicas y, posteriormente, de la Costa Oeste americana. Cualquier banda que intentara reproducir estos sonidos sabía que se enfrentaría a una disminución del número de galas, la principal fuente de ingresos para la mayoría de grupos de la época. El soul, en cambio, sí gozaba de una mayor aceptación gracias a los éxitos de ventas de los artistas de Tamla Motown y Atlantic, y por ello muchos grupos de guitarras se animaron a incorporar una sección de metal. Algunos lo hicieron por convencimiento y otros forzados por las circunstancias u obligados por sus compañías discográficas, que no estaban dispuestas a tolerar un descenso en la venta de discos. El soul hispano arrasó y durante la segunda mitad de los 60 fue el paradigma musical dominante en una España todavía sometida a la dictadura franquista. Tras la edición del primer volumen de esta serie, hubo quien puso en duda que en España se hubiera hecho soul durante el sexto decenio del siglo XX. Como ya hemos dicho, de lo que se trataba era de adaptar los sonidos afro-americanos al gusto español con los medios técnicos disponibles durante la década de los 60 y los primeros años de los 70. Es de cajón que Valencia no era Chicago. Que Barcelona no era Detroit. O sea, que pa soul, soul, el de Estados Unidos, por supuesto. Pero resulta que los músicos de aquí supieron sacarle punta al asunto, le pusieron alma y fueron capaces de transmitir sentimiento, algo imprescindible cuando hablamos del soul. Además de artistas que mimetizaron los sonidos más puros procedentes de EEUU, los hubo también que arriesgaron y optaron por algunos subgéneros como el R&B progresivo, el freakbeat soul, el soul sunshine o el pop-psych con destellos soul…De todos ellos les vamos a ofrecer un estupendo piscolabis en este segundo volumen de Sensacional Soul. Átense bien los cordones de los zapatos. Sírvanse un Pilé 43 o un destornillador y prepárense porque… ¡saltamos a la pista!