Los Destellos
Sicodélicos
30,00€
Vampisoul
Los Destellos
Sicodélicos
Liderados por Enrique Delgado, Los Destellos definieron el sonido de la cumbia peruana con la incorporación de diversas influencias y el uso de las guitarras eléctricas. Este disco selecciona los temas de Los Destellos que se acercan más a la psicodelia, el beat y el bugalú, publicados entre 1968 y 1978. Los 20 temas incluidos son elementos esenciales de la cumbia peruana. Para fans de Los Mirlos, Link Wray, Davie Allan y la música surf instrumental.
En 1968 Enrique Delgado, director de Los Destellos, reveló una original propuesta musical que combinaba música tropical, rock y un poco de otros géneros, concertados gracias a la experiencia que obtuvo acompañando por años, en vivo y en estudio, a estrellas de la música andina y costeña del Perú. Tenía la idea fija de crear un estilo propio y logró un ritmo telúrico que no ha dejado de bailarse hasta nuestros días. Hemos llegado a concretar una cumbia típicamente peruana que, por extraño que parezca, gusta también en Colombia y en varios otros países, testimonió en 1973. Enrique Delgado Montes fue un precoz músico limeño, apasionado desde niño por los valses, las polcas y las marineras de la música criolla, que por razones estrictamente comerciales fundó en 1966 el cuarteto mixto Los Destellos, con el propósito de amenizar exclusivas reuniones sociales con base en un repertorio amplio de música bailable. Con este conjunto publicó dos vinilos de siete pulgadas que no obtuvieron mayor repercusión. A mediados de 1967 reformuló el grupo para embarcarse en la tarea de crear un nuevo estilo que enamorara a los bailadores y le asegurara el éxito económico, influenciado por la visita de Hugo Blanco a diferentes ciudades del Perú, quien interpretaba cumbias y otros ritmos tropicales usando el arpa como instrumento solista. También debió motivarlo observar el triunfo internacional de la vertiente más comercial de la cumbia colombiana, cuyos intérpretes (Los Teen Agers y Los Falcons, por ejemplo) posaban para sus portadas como estrellas de rock y usaban ya la guitarra eléctrica. También este instrumento era, para ese entonces, parte esencial del sonido de grupos peruanos seguidores de la música cubana, como Compay Quinto y Pedro Miguel y sus Maracaibos, y de los creadores del huaino-cumbia: Los Demonios del Mantaro. Otro ingrediente que este fan de los Beatles empleó fue el rock. Quería lograr una fórmula en la cual se pudiesen integrar las diferentes manifestaciones musicales del país, desde la criolla de la costa del Pacífico hasta las exóticas danzas de la Amazonía; un reconocimiento a la diversidad cultural peruana, que las clases políticas demorarían una década más en añadir a sus plataformas políticas. Juntó todos los ingredientes y los agitó antes de entrar al estudio de grabación. El nuevo grupo conoció el éxito desde su primer 45, publicado a inicios de 1968. A mediados de ese año se sumó Fernando Quiroz. Enrique buscaba un guitarrista proveniente del rock y le recomendaron a Fernando, quien venía de conocer la fama con la banda de beat Los Zany's, provenientes del distrito de Lince, amigos y vecinos de Los Saicos y Los Steivos. Tito Caycho, quien hasta ese momento se había encargado de la segunda guitarra, pasó entonces al bajo. La primera formación se completó con Carlos Ramírez, Eduardo Rivera y Rodolfo Casaretto. Este disco selecciona los temas que se acercan más a la psicodelia, el beat y el bugalú, publicados entre 1968 y 1978, la gran mayoría con la primera guitarra ejecutada por Enrique, aunque en cinco composiciones roba protagonismo Fernando Quiroz. En el presente siglo, discos recopilatorios como la serie de Vampisoul Cumbia Beat ayudaron a globalizar la cumbia peruana, que en casi todos los continentes cosechó seguidores. Este sonido se mantiene vivo en estos días con reediciones de viejos discos y la aparición de nuevos intérpretes que la entremezclan con ritmos de otros países. Además, los músicos veteranos han regresado a los escenarios para ofrecer giras internacionales, en las que jamás falta una versión de Los Destellos. Enrique no alcanzó a ver este renacimiento de su música en el presente siglo pues falleció en 1996. Por su grupo pasaron decenas de instrumentistas y cantantes que luego formaron otras agrupaciones. Mantuvo su predilección por el género criollo pero hasta el último día de su vida se mantuvo ligado a la actividad cumbiambera, manteniendo su situación de voz de consulta y patriarca de la cumbia peruana.
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Liderados por Enrique Delgado, Los Destellos definieron el sonido de la cumbia peruana con la incorporación de diversas influencias y el uso de las guitarras eléctricas. Este disco selecciona los temas de Los Destellos que se acercan más a la psicodelia, el beat y el bugalú, publicados entre 1968 y 1978. Los 20 temas incluidos son elementos esenciales de la cumbia peruana. Para fans de Los Mirlos, Link Wray, Davie Allan y la música surf instrumental.
En 1968 Enrique Delgado, director de Los Destellos, reveló una original propuesta musical que combinaba música tropical, rock y un poco de otros géneros, concertados gracias a la experiencia que obtuvo acompañando por años, en vivo y en estudio, a estrellas de la música andina y costeña del Perú. Tenía la idea fija de crear un estilo propio y logró un ritmo telúrico que no ha dejado de bailarse hasta nuestros días. Hemos llegado a concretar una cumbia típicamente peruana que, por extraño que parezca, gusta también en Colombia y en varios otros países, testimonió en 1973. Enrique Delgado Montes fue un precoz músico limeño, apasionado desde niño por los valses, las polcas y las marineras de la música criolla, que por razones estrictamente comerciales fundó en 1966 el cuarteto mixto Los Destellos, con el propósito de amenizar exclusivas reuniones sociales con base en un repertorio amplio de música bailable. Con este conjunto publicó dos vinilos de siete pulgadas que no obtuvieron mayor repercusión. A mediados de 1967 reformuló el grupo para embarcarse en la tarea de crear un nuevo estilo que enamorara a los bailadores y le asegurara el éxito económico, influenciado por la visita de Hugo Blanco a diferentes ciudades del Perú, quien interpretaba cumbias y otros ritmos tropicales usando el arpa como instrumento solista. También debió motivarlo observar el triunfo internacional de la vertiente más comercial de la cumbia colombiana, cuyos intérpretes (Los Teen Agers y Los Falcons, por ejemplo) posaban para sus portadas como estrellas de rock y usaban ya la guitarra eléctrica. También este instrumento era, para ese entonces, parte esencial del sonido de grupos peruanos seguidores de la música cubana, como Compay Quinto y Pedro Miguel y sus Maracaibos, y de los creadores del huaino-cumbia: Los Demonios del Mantaro. Otro ingrediente que este fan de los Beatles empleó fue el rock. Quería lograr una fórmula en la cual se pudiesen integrar las diferentes manifestaciones musicales del país, desde la criolla de la costa del Pacífico hasta las exóticas danzas de la Amazonía; un reconocimiento a la diversidad cultural peruana, que las clases políticas demorarían una década más en añadir a sus plataformas políticas. Juntó todos los ingredientes y los agitó antes de entrar al estudio de grabación. El nuevo grupo conoció el éxito desde su primer 45, publicado a inicios de 1968. A mediados de ese año se sumó Fernando Quiroz. Enrique buscaba un guitarrista proveniente del rock y le recomendaron a Fernando, quien venía de conocer la fama con la banda de beat Los Zany's, provenientes del distrito de Lince, amigos y vecinos de Los Saicos y Los Steivos. Tito Caycho, quien hasta ese momento se había encargado de la segunda guitarra, pasó entonces al bajo. La primera formación se completó con Carlos Ramírez, Eduardo Rivera y Rodolfo Casaretto. Este disco selecciona los temas que se acercan más a la psicodelia, el beat y el bugalú, publicados entre 1968 y 1978, la gran mayoría con la primera guitarra ejecutada por Enrique, aunque en cinco composiciones roba protagonismo Fernando Quiroz. En el presente siglo, discos recopilatorios como la serie de Vampisoul Cumbia Beat ayudaron a globalizar la cumbia peruana, que en casi todos los continentes cosechó seguidores. Este sonido se mantiene vivo en estos días con reediciones de viejos discos y la aparición de nuevos intérpretes que la entremezclan con ritmos de otros países. Además, los músicos veteranos han regresado a los escenarios para ofrecer giras internacionales, en las que jamás falta una versión de Los Destellos. Enrique no alcanzó a ver este renacimiento de su música en el presente siglo pues falleció en 1996. Por su grupo pasaron decenas de instrumentistas y cantantes que luego formaron otras agrupaciones. Mantuvo su predilección por el género criollo pero hasta el último día de su vida se mantuvo ligado a la actividad cumbiambera, manteniendo su situación de voz de consulta y patriarca de la cumbia peruana.
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Liderados por Enrique Delgado, Los Destellos definieron el sonido de la cumbia peruana con la incorporación de diversas influencias y el uso de las guitarras eléctricas. Este disco selecciona los temas de Los Destellos que se acercan más a la psicodelia, el beat y el bugalú, publicados entre 1968 y 1978. Los 20 temas incluidos son elementos esenciales de la cumbia peruana. Para fans de Los Mirlos, Link Wray, Davie Allan y la música surf instrumental.
En 1968 Enrique Delgado, director de Los Destellos, reveló una original propuesta musical que combinaba música tropical, rock y un poco de otros géneros, concertados gracias a la experiencia que obtuvo acompañando por años, en vivo y en estudio, a estrellas de la música andina y costeña del Perú. Tenía la idea fija de crear un estilo propio y logró un ritmo telúrico que no ha dejado de bailarse hasta nuestros días. Hemos llegado a concretar una cumbia típicamente peruana que, por extraño que parezca, gusta también en Colombia y en varios otros países, testimonió en 1973. Enrique Delgado Montes fue un precoz músico limeño, apasionado desde niño por los valses, las polcas y las marineras de la música criolla, que por razones estrictamente comerciales fundó en 1966 el cuarteto mixto Los Destellos, con el propósito de amenizar exclusivas reuniones sociales con base en un repertorio amplio de música bailable. Con este conjunto publicó dos vinilos de siete pulgadas que no obtuvieron mayor repercusión. A mediados de 1967 reformuló el grupo para embarcarse en la tarea de crear un nuevo estilo que enamorara a los bailadores y le asegurara el éxito económico, influenciado por la visita de Hugo Blanco a diferentes ciudades del Perú, quien interpretaba cumbias y otros ritmos tropicales usando el arpa como instrumento solista. También debió motivarlo observar el triunfo internacional de la vertiente más comercial de la cumbia colombiana, cuyos intérpretes (Los Teen Agers y Los Falcons, por ejemplo) posaban para sus portadas como estrellas de rock y usaban ya la guitarra eléctrica. También este instrumento era, para ese entonces, parte esencial del sonido de grupos peruanos seguidores de la música cubana, como Compay Quinto y Pedro Miguel y sus Maracaibos, y de los creadores del huaino-cumbia: Los Demonios del Mantaro. Otro ingrediente que este fan de los Beatles empleó fue el rock. Quería lograr una fórmula en la cual se pudiesen integrar las diferentes manifestaciones musicales del país, desde la criolla de la costa del Pacífico hasta las exóticas danzas de la Amazonía; un reconocimiento a la diversidad cultural peruana, que las clases políticas demorarían una década más en añadir a sus plataformas políticas. Juntó todos los ingredientes y los agitó antes de entrar al estudio de grabación. El nuevo grupo conoció el éxito desde su primer 45, publicado a inicios de 1968. A mediados de ese año se sumó Fernando Quiroz. Enrique buscaba un guitarrista proveniente del rock y le recomendaron a Fernando, quien venía de conocer la fama con la banda de beat Los Zany's, provenientes del distrito de Lince, amigos y vecinos de Los Saicos y Los Steivos. Tito Caycho, quien hasta ese momento se había encargado de la segunda guitarra, pasó entonces al bajo. La primera formación se completó con Carlos Ramírez, Eduardo Rivera y Rodolfo Casaretto. Este disco selecciona los temas que se acercan más a la psicodelia, el beat y el bugalú, publicados entre 1968 y 1978, la gran mayoría con la primera guitarra ejecutada por Enrique, aunque en cinco composiciones roba protagonismo Fernando Quiroz. En el presente siglo, discos recopilatorios como la serie de Vampisoul Cumbia Beat ayudaron a globalizar la cumbia peruana, que en casi todos los continentes cosechó seguidores. Este sonido se mantiene vivo en estos días con reediciones de viejos discos y la aparición de nuevos intérpretes que la entremezclan con ritmos de otros países. Además, los músicos veteranos han regresado a los escenarios para ofrecer giras internacionales, en las que jamás falta una versión de Los Destellos. Enrique no alcanzó a ver este renacimiento de su música en el presente siglo pues falleció en 1996. Por su grupo pasaron decenas de instrumentistas y cantantes que luego formaron otras agrupaciones. Mantuvo su predilección por el género criollo pero hasta el último día de su vida se mantuvo ligado a la actividad cumbiambera, manteniendo su situación de voz de consulta y patriarca de la cumbia peruana.
Liderados por Enrique Delgado, Los Destellos definieron el sonido de la cumbia peruana con la incorporación de diversas influencias y el uso de las guitarras eléctricas. Este disco selecciona los temas de Los Destellos que se acercan más a la psicodelia, el beat y el bugalú, publicados entre 1968 y 1978. Los 20 temas incluidos son elementos esenciales de la cumbia peruana. Para fans de Los Mirlos, Link Wray, Davie Allan y la música surf instrumental.
En 1968 Enrique Delgado, director de Los Destellos, reveló una original propuesta musical que combinaba música tropical, rock y un poco de otros géneros, concertados gracias a la experiencia que obtuvo acompañando por años, en vivo y en estudio, a estrellas de la música andina y costeña del Perú. Tenía la idea fija de crear un estilo propio y logró un ritmo telúrico que no ha dejado de bailarse hasta nuestros días. Hemos llegado a concretar una cumbia típicamente peruana que, por extraño que parezca, gusta también en Colombia y en varios otros países, testimonió en 1973. Enrique Delgado Montes fue un precoz músico limeño, apasionado desde niño por los valses, las polcas y las marineras de la música criolla, que por razones estrictamente comerciales fundó en 1966 el cuarteto mixto Los Destellos, con el propósito de amenizar exclusivas reuniones sociales con base en un repertorio amplio de música bailable. Con este conjunto publicó dos vinilos de siete pulgadas que no obtuvieron mayor repercusión. A mediados de 1967 reformuló el grupo para embarcarse en la tarea de crear un nuevo estilo que enamorara a los bailadores y le asegurara el éxito económico, influenciado por la visita de Hugo Blanco a diferentes ciudades del Perú, quien interpretaba cumbias y otros ritmos tropicales usando el arpa como instrumento solista. También debió motivarlo observar el triunfo internacional de la vertiente más comercial de la cumbia colombiana, cuyos intérpretes (Los Teen Agers y Los Falcons, por ejemplo) posaban para sus portadas como estrellas de rock y usaban ya la guitarra eléctrica. También este instrumento era, para ese entonces, parte esencial del sonido de grupos peruanos seguidores de la música cubana, como Compay Quinto y Pedro Miguel y sus Maracaibos, y de los creadores del huaino-cumbia: Los Demonios del Mantaro. Otro ingrediente que este fan de los Beatles empleó fue el rock. Quería lograr una fórmula en la cual se pudiesen integrar las diferentes manifestaciones musicales del país, desde la criolla de la costa del Pacífico hasta las exóticas danzas de la Amazonía; un reconocimiento a la diversidad cultural peruana, que las clases políticas demorarían una década más en añadir a sus plataformas políticas. Juntó todos los ingredientes y los agitó antes de entrar al estudio de grabación. El nuevo grupo conoció el éxito desde su primer 45, publicado a inicios de 1968. A mediados de ese año se sumó Fernando Quiroz. Enrique buscaba un guitarrista proveniente del rock y le recomendaron a Fernando, quien venía de conocer la fama con la banda de beat Los Zany's, provenientes del distrito de Lince, amigos y vecinos de Los Saicos y Los Steivos. Tito Caycho, quien hasta ese momento se había encargado de la segunda guitarra, pasó entonces al bajo. La primera formación se completó con Carlos Ramírez, Eduardo Rivera y Rodolfo Casaretto. Este disco selecciona los temas que se acercan más a la psicodelia, el beat y el bugalú, publicados entre 1968 y 1978, la gran mayoría con la primera guitarra ejecutada por Enrique, aunque en cinco composiciones roba protagonismo Fernando Quiroz. En el presente siglo, discos recopilatorios como la serie de Vampisoul Cumbia Beat ayudaron a globalizar la cumbia peruana, que en casi todos los continentes cosechó seguidores. Este sonido se mantiene vivo en estos días con reediciones de viejos discos y la aparición de nuevos intérpretes que la entremezclan con ritmos de otros países. Además, los músicos veteranos han regresado a los escenarios para ofrecer giras internacionales, en las que jamás falta una versión de Los Destellos. Enrique no alcanzó a ver este renacimiento de su música en el presente siglo pues falleció en 1996. Por su grupo pasaron decenas de instrumentistas y cantantes que luego formaron otras agrupaciones. Mantuvo su predilección por el género criollo pero hasta el último día de su vida se mantuvo ligado a la actividad cumbiambera, manteniendo su situación de voz de consulta y patriarca de la cumbia peruana.