Cuando pienso en los Tell-Tale Hearts, me gusta pensar en ellos primero como amigos y luego como un grupo que surgió a principios de los años ochenta con una fuerza inusual que les hacía destacar muy por encima entre la avalancha de grupos pseudo-retro-garage que se produjo tras el surgimiento de lo que podemos describir como “The Happening 60s Garage Scene” de finales de los setenta a finales de los ochenta. El grupo se formó cuando el bajista Mike Stax dejó los Crawdaddys en 1983 y se juntó con el cantante Ray Brandes y el organista Bill Callhoun. Con la suma de Eric Bacher a la guitarra y Dave Klowden a la batería se convirtieron en The Tell-Tale Hearts, grabaron un puñado de potentes discos, dejaron alucinados a quienes los vieron tocar en directo y finalmente se separaron en 1987. Enseguida conecté con Mike Stax cuando los Hearts entraron a formar parte de la escena. Compartíamos algunos amigos, ideales y valores musicales, nos escribíamos cartas, y finalmente nos conocimos en persona en 1985 cuando mi grupo The Chesterfield Kings compartió escenario con los Hearts en Los Ángeles y San Diego (¿alguna vez has visto a diez tipos haciendo una versión del ‘I’m A Man’ de Bo Diddley?). Lo que me gustaba era que no había actitudes territoriales entre nuestros grupos como ya había presenciado antes muchas veces, solo buen rollo; enseguida nos convertimos en hermanos de sangre y nuestros caminos se cruzaron varias veces a lo largo de los años. Nunca olvidaré la fuerza de los Hearts en directo, lo cual me lleva a este EP. Contiene cuatro de los temas más potentes que grabaron en su primera época, sus crudas interpretaciones de ‘Hey Tiger’ de los Topsy Turbys, ‘Crackin’ Up’ de The Wig, ‘Cry’ de los Malibus y su propio tema, compuesto por Calhoun y Stax, ‘(You’re A) Dirty Liar’. Fueron registrados en cinta de un cuarto de pulgada en una grabadora mono por Steve Epeniter, tocando en directo y en una o dos tomas, sin overdubs. Tuvo lugar el 7 de marzo de 1984 en el Studio 517, situado en el downtown de San Diego. El resultado tiene la misma sensación de “aguja en la parte roja” de las crudas grabaciones para Chess de Muddy Waters, Hownlin’ Wolf y los primeros Rolling Stones y, para mí, define el concepto de lo que ahora se conoce como “Garage Rock”. Creo que estarás de acuerdo. Greg ‘Stackhouse’ Prevost