VVAA
Cumbia Beat Vol 1
30,00€
Vampisoul
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Cumbia Beat Vol 1
En la cumbia peruana, también conocida como “chicha”, convergen la música de Colombia y Cuba, influencias occidentales como el beat y el rock sicodélico de los 60, todo mezclado con melodías indígenas de la jungla amazónica y canciones tradicionales andinas. El resultado es un estilo musical único y vibrante que rezuma vida. Nuestra recopilación incluye canciones de los artistas más importantes del género. La cumbia peruana está siendo redescubierta actualmente por un nuevo público y existe una excitante escena de clubs y conciertos en ciudades como Nueva York, Londres y Madrid. Libreto: 36 páginas + extensas notas en inglés y español con fotos y memorabilia.
Experimental Guitar-driven Tropical Sounds from Peru 1966-1978 En el Perú de los años sesenta nace un excitante e imparable estilo musical: cumbia peruana, también conocida como “chicha”. Generos tropicales como merengue, guaracha, rumba y cumbia se mezclan con el beat y el rock sicodélico, al mismo tiempo que las guitarras eléctricas reinterpretan melodías indígenas de la jungla amazónica y canciones tradicionales andinas, en un equivalente musical a la migración desde las zonas rurales a Lima y otras grandes ciudades. Primer volumen dedicado a documentar este popular y vibrante género. En el Perú de mediados de los años 50 el mambo fue progresivamente reemplazado en las preferencias por otros ritmos como el merengue, el guaguancó, el chachachá, el joropo, la guaracha, la rumba y la cumbia, que tímidamente comienza a sonar. En Lima es la época de oro de las grandes orquestas y sonoras musicales que son capaces de tocar swing y jazz, pero sobre todo las diversas variantes tropicales que inundan el mercado. De todas las orquestas la más exitosa es la Sonora de Lucho Macedo, que en 1965 edita un LP exclusivamente dedicado a la cumbia. Por esa época, la exitosa banda de folklore Los Pacharacos edita el disco “Los ídolos del pueblo” donde se incluye una cumbia entre el potpurrí de diferentes estilos. El matrimonio entre folklore y cumbia se había dado. Los grupos preservaban en su ejecución la fusión de ritmos como el fox trot y el mambo junto con el huayno y la cumbia. Este feeling sería la base para el éxito de canciones tan heterodoxas e inclasificables como ‘La chichera’ o ‘Petipan’. La grabación, en el año 65, de estas dos canciones de Los Demonios del Mantaro en un seminal 45 rpm será la partida de nacimiento de la cumbia andina, también llamada “chicha”. La descarga eléctrica de las guitarras del rock se introduce en la cumbia en 1968. El causante de semejante copulación fue Enrique Delgado Montes junto a su grupo Los Destellos. Lo hizo en un 45 rpm (‘El avispón’ / ‘La malvada’) y un LP titulado “Los Destellos”. Sus canciones constituyen las fusiones y amalgamas musicales más sorprendentes de la época: ya sea uniendo la música cubana y la psicodelia, explorando los sonidos de las músicas andinas o amazónicas, combinando la digitación de la guitarra criolla con las melodías del huayno o destrozando fuzztones y distorsiones con enorme potencia. La metamorfosis de la cumbia la convierte en un género que canibaliza tradiciones acústicas y tecnologías modernas de una manera voraz; fuzztone, overdrive, wah wah o reverb, efectos de modulación típicos de bandas rockeras, son asimilados en un alucinado cocktail sónico. En los inicios de la década de los años 70 la cumbia reemplazó al rock como sonido urbano. Los grupos van desarrollando una sensibilidad étnica inspirada en motivos nativos shipibos y un sonido asombroso y embrujante que parecía beber de todos los misterios y mitos de la selva, todo ello unido al shamanismo, el ayawaskha y la psicotropía charapa. Santiago Alfaro y Alfredo Villar
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En la cumbia peruana, también conocida como “chicha”, convergen la música de Colombia y Cuba, influencias occidentales como el beat y el rock sicodélico de los 60, todo mezclado con melodías indígenas de la jungla amazónica y canciones tradicionales andinas. El resultado es un estilo musical único y vibrante que rezuma vida. Nuestra recopilación incluye canciones de los artistas más importantes del género. La cumbia peruana está siendo redescubierta actualmente por un nuevo público y existe una excitante escena de clubs y conciertos en ciudades como Nueva York, Londres y Madrid. Libreto: 36 páginas + extensas notas en inglés y español con fotos y memorabilia.
Experimental Guitar-driven Tropical Sounds from Peru 1966-1978 En el Perú de los años sesenta nace un excitante e imparable estilo musical: cumbia peruana, también conocida como “chicha”. Generos tropicales como merengue, guaracha, rumba y cumbia se mezclan con el beat y el rock sicodélico, al mismo tiempo que las guitarras eléctricas reinterpretan melodías indígenas de la jungla amazónica y canciones tradicionales andinas, en un equivalente musical a la migración desde las zonas rurales a Lima y otras grandes ciudades. Primer volumen dedicado a documentar este popular y vibrante género. En el Perú de mediados de los años 50 el mambo fue progresivamente reemplazado en las preferencias por otros ritmos como el merengue, el guaguancó, el chachachá, el joropo, la guaracha, la rumba y la cumbia, que tímidamente comienza a sonar. En Lima es la época de oro de las grandes orquestas y sonoras musicales que son capaces de tocar swing y jazz, pero sobre todo las diversas variantes tropicales que inundan el mercado. De todas las orquestas la más exitosa es la Sonora de Lucho Macedo, que en 1965 edita un LP exclusivamente dedicado a la cumbia. Por esa época, la exitosa banda de folklore Los Pacharacos edita el disco “Los ídolos del pueblo” donde se incluye una cumbia entre el potpurrí de diferentes estilos. El matrimonio entre folklore y cumbia se había dado. Los grupos preservaban en su ejecución la fusión de ritmos como el fox trot y el mambo junto con el huayno y la cumbia. Este feeling sería la base para el éxito de canciones tan heterodoxas e inclasificables como ‘La chichera’ o ‘Petipan’. La grabación, en el año 65, de estas dos canciones de Los Demonios del Mantaro en un seminal 45 rpm será la partida de nacimiento de la cumbia andina, también llamada “chicha”. La descarga eléctrica de las guitarras del rock se introduce en la cumbia en 1968. El causante de semejante copulación fue Enrique Delgado Montes junto a su grupo Los Destellos. Lo hizo en un 45 rpm (‘El avispón’ / ‘La malvada’) y un LP titulado “Los Destellos”. Sus canciones constituyen las fusiones y amalgamas musicales más sorprendentes de la época: ya sea uniendo la música cubana y la psicodelia, explorando los sonidos de las músicas andinas o amazónicas, combinando la digitación de la guitarra criolla con las melodías del huayno o destrozando fuzztones y distorsiones con enorme potencia. La metamorfosis de la cumbia la convierte en un género que canibaliza tradiciones acústicas y tecnologías modernas de una manera voraz; fuzztone, overdrive, wah wah o reverb, efectos de modulación típicos de bandas rockeras, son asimilados en un alucinado cocktail sónico. En los inicios de la década de los años 70 la cumbia reemplazó al rock como sonido urbano. Los grupos van desarrollando una sensibilidad étnica inspirada en motivos nativos shipibos y un sonido asombroso y embrujante que parecía beber de todos los misterios y mitos de la selva, todo ello unido al shamanismo, el ayawaskha y la psicotropía charapa. Santiago Alfaro y Alfredo Villar
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En la cumbia peruana, también conocida como “chicha”, convergen la música de Colombia y Cuba, influencias occidentales como el beat y el rock sicodélico de los 60, todo mezclado con melodías indígenas de la jungla amazónica y canciones tradicionales andinas. El resultado es un estilo musical único y vibrante que rezuma vida. Nuestra recopilación incluye canciones de los artistas más importantes del género. La cumbia peruana está siendo redescubierta actualmente por un nuevo público y existe una excitante escena de clubs y conciertos en ciudades como Nueva York, Londres y Madrid. Libreto: 36 páginas + extensas notas en inglés y español con fotos y memorabilia.
Experimental Guitar-driven Tropical Sounds from Peru 1966-1978 En el Perú de los años sesenta nace un excitante e imparable estilo musical: cumbia peruana, también conocida como “chicha”. Generos tropicales como merengue, guaracha, rumba y cumbia se mezclan con el beat y el rock sicodélico, al mismo tiempo que las guitarras eléctricas reinterpretan melodías indígenas de la jungla amazónica y canciones tradicionales andinas, en un equivalente musical a la migración desde las zonas rurales a Lima y otras grandes ciudades. Primer volumen dedicado a documentar este popular y vibrante género. En el Perú de mediados de los años 50 el mambo fue progresivamente reemplazado en las preferencias por otros ritmos como el merengue, el guaguancó, el chachachá, el joropo, la guaracha, la rumba y la cumbia, que tímidamente comienza a sonar. En Lima es la época de oro de las grandes orquestas y sonoras musicales que son capaces de tocar swing y jazz, pero sobre todo las diversas variantes tropicales que inundan el mercado. De todas las orquestas la más exitosa es la Sonora de Lucho Macedo, que en 1965 edita un LP exclusivamente dedicado a la cumbia. Por esa época, la exitosa banda de folklore Los Pacharacos edita el disco “Los ídolos del pueblo” donde se incluye una cumbia entre el potpurrí de diferentes estilos. El matrimonio entre folklore y cumbia se había dado. Los grupos preservaban en su ejecución la fusión de ritmos como el fox trot y el mambo junto con el huayno y la cumbia. Este feeling sería la base para el éxito de canciones tan heterodoxas e inclasificables como ‘La chichera’ o ‘Petipan’. La grabación, en el año 65, de estas dos canciones de Los Demonios del Mantaro en un seminal 45 rpm será la partida de nacimiento de la cumbia andina, también llamada “chicha”. La descarga eléctrica de las guitarras del rock se introduce en la cumbia en 1968. El causante de semejante copulación fue Enrique Delgado Montes junto a su grupo Los Destellos. Lo hizo en un 45 rpm (‘El avispón’ / ‘La malvada’) y un LP titulado “Los Destellos”. Sus canciones constituyen las fusiones y amalgamas musicales más sorprendentes de la época: ya sea uniendo la música cubana y la psicodelia, explorando los sonidos de las músicas andinas o amazónicas, combinando la digitación de la guitarra criolla con las melodías del huayno o destrozando fuzztones y distorsiones con enorme potencia. La metamorfosis de la cumbia la convierte en un género que canibaliza tradiciones acústicas y tecnologías modernas de una manera voraz; fuzztone, overdrive, wah wah o reverb, efectos de modulación típicos de bandas rockeras, son asimilados en un alucinado cocktail sónico. En los inicios de la década de los años 70 la cumbia reemplazó al rock como sonido urbano. Los grupos van desarrollando una sensibilidad étnica inspirada en motivos nativos shipibos y un sonido asombroso y embrujante que parecía beber de todos los misterios y mitos de la selva, todo ello unido al shamanismo, el ayawaskha y la psicotropía charapa. Santiago Alfaro y Alfredo Villar
En la cumbia peruana, también conocida como “chicha”, convergen la música de Colombia y Cuba, influencias occidentales como el beat y el rock sicodélico de los 60, todo mezclado con melodías indígenas de la jungla amazónica y canciones tradicionales andinas. El resultado es un estilo musical único y vibrante que rezuma vida. Nuestra recopilación incluye canciones de los artistas más importantes del género. La cumbia peruana está siendo redescubierta actualmente por un nuevo público y existe una excitante escena de clubs y conciertos en ciudades como Nueva York, Londres y Madrid. Libreto: 36 páginas + extensas notas en inglés y español con fotos y memorabilia.
Experimental Guitar-driven Tropical Sounds from Peru 1966-1978 En el Perú de los años sesenta nace un excitante e imparable estilo musical: cumbia peruana, también conocida como “chicha”. Generos tropicales como merengue, guaracha, rumba y cumbia se mezclan con el beat y el rock sicodélico, al mismo tiempo que las guitarras eléctricas reinterpretan melodías indígenas de la jungla amazónica y canciones tradicionales andinas, en un equivalente musical a la migración desde las zonas rurales a Lima y otras grandes ciudades. Primer volumen dedicado a documentar este popular y vibrante género. En el Perú de mediados de los años 50 el mambo fue progresivamente reemplazado en las preferencias por otros ritmos como el merengue, el guaguancó, el chachachá, el joropo, la guaracha, la rumba y la cumbia, que tímidamente comienza a sonar. En Lima es la época de oro de las grandes orquestas y sonoras musicales que son capaces de tocar swing y jazz, pero sobre todo las diversas variantes tropicales que inundan el mercado. De todas las orquestas la más exitosa es la Sonora de Lucho Macedo, que en 1965 edita un LP exclusivamente dedicado a la cumbia. Por esa época, la exitosa banda de folklore Los Pacharacos edita el disco “Los ídolos del pueblo” donde se incluye una cumbia entre el potpurrí de diferentes estilos. El matrimonio entre folklore y cumbia se había dado. Los grupos preservaban en su ejecución la fusión de ritmos como el fox trot y el mambo junto con el huayno y la cumbia. Este feeling sería la base para el éxito de canciones tan heterodoxas e inclasificables como ‘La chichera’ o ‘Petipan’. La grabación, en el año 65, de estas dos canciones de Los Demonios del Mantaro en un seminal 45 rpm será la partida de nacimiento de la cumbia andina, también llamada “chicha”. La descarga eléctrica de las guitarras del rock se introduce en la cumbia en 1968. El causante de semejante copulación fue Enrique Delgado Montes junto a su grupo Los Destellos. Lo hizo en un 45 rpm (‘El avispón’ / ‘La malvada’) y un LP titulado “Los Destellos”. Sus canciones constituyen las fusiones y amalgamas musicales más sorprendentes de la época: ya sea uniendo la música cubana y la psicodelia, explorando los sonidos de las músicas andinas o amazónicas, combinando la digitación de la guitarra criolla con las melodías del huayno o destrozando fuzztones y distorsiones con enorme potencia. La metamorfosis de la cumbia la convierte en un género que canibaliza tradiciones acústicas y tecnologías modernas de una manera voraz; fuzztone, overdrive, wah wah o reverb, efectos de modulación típicos de bandas rockeras, son asimilados en un alucinado cocktail sónico. En los inicios de la década de los años 70 la cumbia reemplazó al rock como sonido urbano. Los grupos van desarrollando una sensibilidad étnica inspirada en motivos nativos shipibos y un sonido asombroso y embrujante que parecía beber de todos los misterios y mitos de la selva, todo ello unido al shamanismo, el ayawaskha y la psicotropía charapa. Santiago Alfaro y Alfredo Villar