Las grabaciones que las hermanas Elia y Elizabeth Fleta realizaron de la mano del arreglista Jimmy Salcedo y su grupo La Onda Tres a principios de los setenta en su natal Colombia permanecían como perlas perdidas en la infravalorada historia musical pop de América Latina. Su concisa y natural mezcla de estilos pasea entre el soft-pop en clave funk tropical-pastoral, la canción de autor aromatizada con el delicado perfume del caribe y la psicodelia propia de un mundo en pleno descubrimiento de las posibilidades del estudio de grabación. Elementos que se conjugaron con gracia y fortuna, llenos de frescura, en perfecto maridaje entre melodías certeras con letras derivadas de una genuina inquietud juvenil por los misterios de la vida, el amor y la naturaleza en sus formas más simples. Elia y Elizabeth Fleta Mallol nacieron en Bogotá de manera fortuita. Sus padres eran españoles pero se conocieron en Barranquilla, y tras casarse se mudaron pronto a Bogotá. Su padre, Miguel Fleta, era hijo del afamado tenor del mismo nombre. Desde muy temprano ambas hermanas manifestaron interés y aptitudes para cantar y tocar la guitarra. Dados los antecedentes musicales familiares, fueron apoyadas y motivadas por sus padres, quienes les compraron guitarras acústicas y las alentaron a tomar clases. El trabajo del señor Fleta llevaría a la familia a Cali, de nuevo a Barranquilla, Lima y finalmente Madrid y Barcelona en 1971. En España, Elia y Elizabeth son invitadas a un homenaje televisivo dedicado a su abuelo, y allí son escuchadas por el compositor y arreglista Juan Carlos Calderón, quien ya había trabajado previamente con sus tías, el popular dúo de las Hermanas Elia y Paloma Fleta. Inmediatamente las invita a grabar, bajo su dirección, dos temas en los estudios del sello Zafiro de Barcelona. Las canciones elegidas son 'Cae la lluvia' y 'Fue una lágrima', composiciones recientes de Elia. Ambos temas fueron editados en un disco sencillo que careció de toda promoción dado que, de nuevo, la familia Fleta se mudaba de regreso a Colombia. De vuelta en Barranquilla, tras presentarse en un evento de beneficencia en compañía de sus amigos de la Dakarett Blues Band, las hermanas son escuchadas por la dama de sociedad y compositora Graciela Arango de Tobón, quien las recomienda a Álvaro Arango, director musical de Codiscos, subsidiaria de Zeida, sello con base en Medellín que buscaba un dúo femenino con las características de las Fleta. Tras escuchar a las hermanas cantar por teléfono, Don Álvaro viaja al día siguiente a Barranquilla, donde formaliza su intención de grabar al dúo. Al poco tiempo, Elia y Elizabeth entran a grabar en los estudios de Codiscos en Medellín. Humberto Moreno, productor a cargo, confía los arreglos y dirección musical al pianista Jimmy Salcedo. Talentoso y carismático músico de la escena bohemia y jazzística de Bogotá, Salcedo era un ex-integrante de los Be-Bops que se había convertido en entrevistador televisivo y había creado un nuevo grupo, La Onda Tres. El apadrinamiento de Jimmy Salcedo y su Onda Tres contribuyó a que el dúo se convirtiera en una constante en los medios locales. Fueron además, durante su meteórica carrera, las triunfadoras del Festival del Coco en Barranquilla, el premio Príncipe de Oro organizado por la emisora radial barranquillera del mismo nombre y nominadas al premio Onda como la revelación del año 72. Un segundo elepé apareció al año siguiente y los programas televisivos continuaron semanalmente, dejando a Elia cada vez menos tiempo para dedicarse a sus estudios, su principal interés, por lo que decide hablar con su familia para explicarles su deseo de abandonar las actuaciones televisivas y dedicarse por completo a su formación universitaria en pedagogía musical. Elizabeth, por su parte, acata y entiende la decisión de su hermana mayor y deja también el mundo del espectáculo. Jimmy Salcedo, tras una fructífera carrera con seis LPs publicados para Codiscos y Philips, se convierte en estrella de la televisión bogotana con su célebre programa cómico-musical El Show de Jimmy junto a su inseparable pandilla, los Recochan Boys, con quienes hizo reír al país entero hasta que la muerte lo sorprendió de manera prematura en su apartamento bogotano el 27 de octubre del 92, debido a complicaciones de su prolongada diabetes.