Se formó la salsa

Roberto de la Barrera y su Sonora

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Roberto de la Barrera y su Sonora

Se formó la salsa


SKU: VAMPI 206  |  , ,  | 

Roberto de la Barrera fue posiblemente el primer músico de Cartagena, Colombia, en grabar lo que más tarde se denominaría música tropical o salsa con su grupo a comienzos-mediados de los 60s. Se formó la salsa, su tercer LP para Discos Fuentes, incluye una irresistible mezcla de sabores cubanos y colombianos, con ese toque crudo, desatado y espontáneo tan maravilloso que se asocia con las descargas de Cachao y otros de una década antes. Roberto de la Barrera fue pionero en introducir sonidos latinos modernos de La Habana, Nueva York y San Juan.

Colombia ha producido muchos pianistas buenos en las tradiciones antillanas con raíz en la música cubana. Discos Fuentes tenía su propio puñado de genios, sin embargo, la mayoría de ellos, incluso cuando lideraban una orquesta, siguen siendo desconocidos o relativamente oscuros fuera del círculo de coleccionistas. Tal es el caso de Roberto de la Barrera, quien no solo grabó bastantes LPs para el sello bajo su propio nombre sino que también fue pianista de sesión sin acreditar y arreglista en muchos otros discos de Fuentes. De la Barrera no provenía de los epicentros industriales del interior como Bogotá o Medellín, ni de Cali, ‘capital de la salsa’, o incluso del puerto de Buenaventura, lugar de entrada en el país para tantos y tantos discos cubanos y puertorriqueños. Su ciudad de origen fue la caribeña Cartagena que, junto a Barranquilla y Santa Marta, conforman una zona con sus propias tradiciones musicales como la cumbia y el porro, pero también una de las primeras regiones de Colombia en incorporar estilos antillanos como el mambo, cha cha cha y pachanga. También, significativamente, Cartagena fue el hogar original de Discos Fuentes antes de que su sede se trasladara a Medellín, así como también el lugar de nacimiento, o al menos de asentamiento, de otras importantes figuras de la salsa como Joe Arroyo, Michi Sarmiento, Joe Madrid, Johnny Moré, Víctor del Real, Juan Carlos Coronel, Joseíto Martínez y Hugo Alandete. Roberto de la Barrera fue posiblemente el primer cartagenero en grabar música a la que más tarde se denominaría tropical o salsa con su grupo Roberto de la Barrera y su Sonora, comenzando con cumbia, porro, charanga y pachanga desde comienzos a mediados de los 60s, terminando la década con guaguancó, guaracha, descarga y son montuno, dejando para la posteridad un puñado de joyas tales como ‘El baile de los cocacolos’, ‘Vamos a guarachar’ y ‘Se formó’, en su período inicial, y ‘Se formó la salsa’, ‘Mi sonora’ y ‘Oye mi ritmo’ a comienzo de los 70s. Tras asumir el puesto de pianista en la banda de la casa de Discos Fuentes y ser contratado en 1964 por el jefe del sello, Antonio Fuentes, como director musical regional de la zona del Caribe (con sede en Cartagena), donde descubriría, ficharía y produciría a muchos talentos locales, el año siguiente Roberto de la Barrera y su Sonora grabaron Pa’ Los Cocacolos, su primer LP para el sello bajo su propio nombre, seguido de ¡Pa’ cumbanchar! y finalmente Se formó la salsa en 1970. Todos sus arreglos incluyen una interesante combinación de sabores colombianos y cubanos, a veces dentro de la misma canción, y con frecuencia con ese toque crudo, desatado y espontáneo tan maravilloso que se asocia con las descargas de Cachao y otros de una década antes. Quizá el mejor ejemplo de esto es ‘Mi sonora’ de Se formó la salsa, en donde el vocalista Felipe Sembergman cita el famoso Village Gate de Nueva York, escenario de muchos conciertos de latín jazz y salsa en la época, haciendo así una conexión explícita entre lo que comenzaba a popularizarse en Colombia y sus raíces latinas en Nueva York. En todo caso, toda una nueva oleada de grupos de las regiones costeras comenzó inmediatamente a tocar con este estilo, siguiendo la estela de Roberto de la Barrera; bandas como Michi y Sus Bravos (donde Felipe Sembergman aparecía como vocalista), Orquesta La Protesta (con un joven Joe Arroyo), El Afrocombo, Los Caporales del Magdalena, Los Corraleros de Majagual, Lisandro Meza y su Combo Gigante, Los Revolucionarios, Julián y su Combo, Peregoyo y su Combo Vacaná, and Juan Piña con La Revelación. Por no mencionar lo que estaba empezando a ocurrir en el interior con Fruko y Sus Tesos, Sexteto Miramar y otros, también influenciados por De la Barrera. A veces el sonido de la salsa colombiana mezclaba géneros, en otras ocasiones los estilos se mantenían separados, pero un cierto matiz caribeño contagiaba todo lo que estos artistas hacían, y Roberto de la Barrera fue pionero en introducir sonidos latinos modernos de La Habana, Nueva York y San Juan. Tras su etapa en Discos Fuentes, Roberto se unió a su hermano Raúl de la Barrera en la gestión del estudio de grabación y sello Ecos que publicó varios singles a 78 y 45 rpm de la Orquesta Ecos de Roberto, acompañada por el vocalista Tony Zúñiga, así como de Los Ídolos de Palenque y el buscado tema ‘Sabrosón’ acreditado a Roberto de la Barrera y su Piano Mágico. Lamentablemente, la contribución de Roberto de la Barrera en la introducción de la salsa en la zona caribeña de Colombia, y por lo tanto en el resto del país, ha pasado desapercibida durante mucho tiempo por lo que ojalá esta reedición de Se formó la salsa ayude a poner las cosas en su sitio. Pablo Yglesias aka DJ Bongohead

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Roberto de la Barrera fue posiblemente el primer músico de Cartagena, Colombia, en grabar lo que más tarde se denominaría música tropical o salsa con su grupo a comienzos-mediados de los 60s. Se formó la salsa, su tercer LP para Discos Fuentes, incluye una irresistible mezcla de sabores cubanos y colombianos, con ese toque crudo, desatado y espontáneo tan maravilloso que se asocia con las descargas de Cachao y otros de una década antes. Roberto de la Barrera fue pionero en introducir sonidos latinos modernos de La Habana, Nueva York y San Juan.

Colombia ha producido muchos pianistas buenos en las tradiciones antillanas con raíz en la música cubana. Discos Fuentes tenía su propio puñado de genios, sin embargo, la mayoría de ellos, incluso cuando lideraban una orquesta, siguen siendo desconocidos o relativamente oscuros fuera del círculo de coleccionistas. Tal es el caso de Roberto de la Barrera, quien no solo grabó bastantes LPs para el sello bajo su propio nombre sino que también fue pianista de sesión sin acreditar y arreglista en muchos otros discos de Fuentes. De la Barrera no provenía de los epicentros industriales del interior como Bogotá o Medellín, ni de Cali, ‘capital de la salsa’, o incluso del puerto de Buenaventura, lugar de entrada en el país para tantos y tantos discos cubanos y puertorriqueños. Su ciudad de origen fue la caribeña Cartagena que, junto a Barranquilla y Santa Marta, conforman una zona con sus propias tradiciones musicales como la cumbia y el porro, pero también una de las primeras regiones de Colombia en incorporar estilos antillanos como el mambo, cha cha cha y pachanga. También, significativamente, Cartagena fue el hogar original de Discos Fuentes antes de que su sede se trasladara a Medellín, así como también el lugar de nacimiento, o al menos de asentamiento, de otras importantes figuras de la salsa como Joe Arroyo, Michi Sarmiento, Joe Madrid, Johnny Moré, Víctor del Real, Juan Carlos Coronel, Joseíto Martínez y Hugo Alandete. Roberto de la Barrera fue posiblemente el primer cartagenero en grabar música a la que más tarde se denominaría tropical o salsa con su grupo Roberto de la Barrera y su Sonora, comenzando con cumbia, porro, charanga y pachanga desde comienzos a mediados de los 60s, terminando la década con guaguancó, guaracha, descarga y son montuno, dejando para la posteridad un puñado de joyas tales como ‘El baile de los cocacolos’, ‘Vamos a guarachar’ y ‘Se formó’, en su período inicial, y ‘Se formó la salsa’, ‘Mi sonora’ y ‘Oye mi ritmo’ a comienzo de los 70s. Tras asumir el puesto de pianista en la banda de la casa de Discos Fuentes y ser contratado en 1964 por el jefe del sello, Antonio Fuentes, como director musical regional de la zona del Caribe (con sede en Cartagena), donde descubriría, ficharía y produciría a muchos talentos locales, el año siguiente Roberto de la Barrera y su Sonora grabaron Pa’ Los Cocacolos, su primer LP para el sello bajo su propio nombre, seguido de ¡Pa’ cumbanchar! y finalmente Se formó la salsa en 1970. Todos sus arreglos incluyen una interesante combinación de sabores colombianos y cubanos, a veces dentro de la misma canción, y con frecuencia con ese toque crudo, desatado y espontáneo tan maravilloso que se asocia con las descargas de Cachao y otros de una década antes. Quizá el mejor ejemplo de esto es ‘Mi sonora’ de Se formó la salsa, en donde el vocalista Felipe Sembergman cita el famoso Village Gate de Nueva York, escenario de muchos conciertos de latín jazz y salsa en la época, haciendo así una conexión explícita entre lo que comenzaba a popularizarse en Colombia y sus raíces latinas en Nueva York. En todo caso, toda una nueva oleada de grupos de las regiones costeras comenzó inmediatamente a tocar con este estilo, siguiendo la estela de Roberto de la Barrera; bandas como Michi y Sus Bravos (donde Felipe Sembergman aparecía como vocalista), Orquesta La Protesta (con un joven Joe Arroyo), El Afrocombo, Los Caporales del Magdalena, Los Corraleros de Majagual, Lisandro Meza y su Combo Gigante, Los Revolucionarios, Julián y su Combo, Peregoyo y su Combo Vacaná, and Juan Piña con La Revelación. Por no mencionar lo que estaba empezando a ocurrir en el interior con Fruko y Sus Tesos, Sexteto Miramar y otros, también influenciados por De la Barrera. A veces el sonido de la salsa colombiana mezclaba géneros, en otras ocasiones los estilos se mantenían separados, pero un cierto matiz caribeño contagiaba todo lo que estos artistas hacían, y Roberto de la Barrera fue pionero en introducir sonidos latinos modernos de La Habana, Nueva York y San Juan. Tras su etapa en Discos Fuentes, Roberto se unió a su hermano Raúl de la Barrera en la gestión del estudio de grabación y sello Ecos que publicó varios singles a 78 y 45 rpm de la Orquesta Ecos de Roberto, acompañada por el vocalista Tony Zúñiga, así como de Los Ídolos de Palenque y el buscado tema ‘Sabrosón’ acreditado a Roberto de la Barrera y su Piano Mágico. Lamentablemente, la contribución de Roberto de la Barrera en la introducción de la salsa en la zona caribeña de Colombia, y por lo tanto en el resto del país, ha pasado desapercibida durante mucho tiempo por lo que ojalá esta reedición de Se formó la salsa ayude a poner las cosas en su sitio. Pablo Yglesias aka DJ Bongohead

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Roberto de la Barrera fue posiblemente el primer músico de Cartagena, Colombia, en grabar lo que más tarde se denominaría música tropical o salsa con su grupo a comienzos-mediados de los 60s. Se formó la salsa, su tercer LP para Discos Fuentes, incluye una irresistible mezcla de sabores cubanos y colombianos, con ese toque crudo, desatado y espontáneo tan maravilloso que se asocia con las descargas de Cachao y otros de una década antes. Roberto de la Barrera fue pionero en introducir sonidos latinos modernos de La Habana, Nueva York y San Juan.

Colombia ha producido muchos pianistas buenos en las tradiciones antillanas con raíz en la música cubana. Discos Fuentes tenía su propio puñado de genios, sin embargo, la mayoría de ellos, incluso cuando lideraban una orquesta, siguen siendo desconocidos o relativamente oscuros fuera del círculo de coleccionistas. Tal es el caso de Roberto de la Barrera, quien no solo grabó bastantes LPs para el sello bajo su propio nombre sino que también fue pianista de sesión sin acreditar y arreglista en muchos otros discos de Fuentes. De la Barrera no provenía de los epicentros industriales del interior como Bogotá o Medellín, ni de Cali, ‘capital de la salsa’, o incluso del puerto de Buenaventura, lugar de entrada en el país para tantos y tantos discos cubanos y puertorriqueños. Su ciudad de origen fue la caribeña Cartagena que, junto a Barranquilla y Santa Marta, conforman una zona con sus propias tradiciones musicales como la cumbia y el porro, pero también una de las primeras regiones de Colombia en incorporar estilos antillanos como el mambo, cha cha cha y pachanga. También, significativamente, Cartagena fue el hogar original de Discos Fuentes antes de que su sede se trasladara a Medellín, así como también el lugar de nacimiento, o al menos de asentamiento, de otras importantes figuras de la salsa como Joe Arroyo, Michi Sarmiento, Joe Madrid, Johnny Moré, Víctor del Real, Juan Carlos Coronel, Joseíto Martínez y Hugo Alandete. Roberto de la Barrera fue posiblemente el primer cartagenero en grabar música a la que más tarde se denominaría tropical o salsa con su grupo Roberto de la Barrera y su Sonora, comenzando con cumbia, porro, charanga y pachanga desde comienzos a mediados de los 60s, terminando la década con guaguancó, guaracha, descarga y son montuno, dejando para la posteridad un puñado de joyas tales como ‘El baile de los cocacolos’, ‘Vamos a guarachar’ y ‘Se formó’, en su período inicial, y ‘Se formó la salsa’, ‘Mi sonora’ y ‘Oye mi ritmo’ a comienzo de los 70s. Tras asumir el puesto de pianista en la banda de la casa de Discos Fuentes y ser contratado en 1964 por el jefe del sello, Antonio Fuentes, como director musical regional de la zona del Caribe (con sede en Cartagena), donde descubriría, ficharía y produciría a muchos talentos locales, el año siguiente Roberto de la Barrera y su Sonora grabaron Pa’ Los Cocacolos, su primer LP para el sello bajo su propio nombre, seguido de ¡Pa’ cumbanchar! y finalmente Se formó la salsa en 1970. Todos sus arreglos incluyen una interesante combinación de sabores colombianos y cubanos, a veces dentro de la misma canción, y con frecuencia con ese toque crudo, desatado y espontáneo tan maravilloso que se asocia con las descargas de Cachao y otros de una década antes. Quizá el mejor ejemplo de esto es ‘Mi sonora’ de Se formó la salsa, en donde el vocalista Felipe Sembergman cita el famoso Village Gate de Nueva York, escenario de muchos conciertos de latín jazz y salsa en la época, haciendo así una conexión explícita entre lo que comenzaba a popularizarse en Colombia y sus raíces latinas en Nueva York. En todo caso, toda una nueva oleada de grupos de las regiones costeras comenzó inmediatamente a tocar con este estilo, siguiendo la estela de Roberto de la Barrera; bandas como Michi y Sus Bravos (donde Felipe Sembergman aparecía como vocalista), Orquesta La Protesta (con un joven Joe Arroyo), El Afrocombo, Los Caporales del Magdalena, Los Corraleros de Majagual, Lisandro Meza y su Combo Gigante, Los Revolucionarios, Julián y su Combo, Peregoyo y su Combo Vacaná, and Juan Piña con La Revelación. Por no mencionar lo que estaba empezando a ocurrir en el interior con Fruko y Sus Tesos, Sexteto Miramar y otros, también influenciados por De la Barrera. A veces el sonido de la salsa colombiana mezclaba géneros, en otras ocasiones los estilos se mantenían separados, pero un cierto matiz caribeño contagiaba todo lo que estos artistas hacían, y Roberto de la Barrera fue pionero en introducir sonidos latinos modernos de La Habana, Nueva York y San Juan. Tras su etapa en Discos Fuentes, Roberto se unió a su hermano Raúl de la Barrera en la gestión del estudio de grabación y sello Ecos que publicó varios singles a 78 y 45 rpm de la Orquesta Ecos de Roberto, acompañada por el vocalista Tony Zúñiga, así como de Los Ídolos de Palenque y el buscado tema ‘Sabrosón’ acreditado a Roberto de la Barrera y su Piano Mágico. Lamentablemente, la contribución de Roberto de la Barrera en la introducción de la salsa en la zona caribeña de Colombia, y por lo tanto en el resto del país, ha pasado desapercibida durante mucho tiempo por lo que ojalá esta reedición de Se formó la salsa ayude a poner las cosas en su sitio. Pablo Yglesias aka DJ Bongohead

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Roberto de la Barrera fue posiblemente el primer músico de Cartagena, Colombia, en grabar lo que más tarde se denominaría música tropical o salsa con su grupo a comienzos-mediados de los 60s. Se formó la salsa, su tercer LP para Discos Fuentes, incluye una irresistible mezcla de sabores cubanos y colombianos, con ese toque crudo, desatado y espontáneo tan maravilloso que se asocia con las descargas de Cachao y otros de una década antes. Roberto de la Barrera fue pionero en introducir sonidos latinos modernos de La Habana, Nueva York y San Juan.

Colombia ha producido muchos pianistas buenos en las tradiciones antillanas con raíz en la música cubana. Discos Fuentes tenía su propio puñado de genios, sin embargo, la mayoría de ellos, incluso cuando lideraban una orquesta, siguen siendo desconocidos o relativamente oscuros fuera del círculo de coleccionistas. Tal es el caso de Roberto de la Barrera, quien no solo grabó bastantes LPs para el sello bajo su propio nombre sino que también fue pianista de sesión sin acreditar y arreglista en muchos otros discos de Fuentes. De la Barrera no provenía de los epicentros industriales del interior como Bogotá o Medellín, ni de Cali, ‘capital de la salsa’, o incluso del puerto de Buenaventura, lugar de entrada en el país para tantos y tantos discos cubanos y puertorriqueños. Su ciudad de origen fue la caribeña Cartagena que, junto a Barranquilla y Santa Marta, conforman una zona con sus propias tradiciones musicales como la cumbia y el porro, pero también una de las primeras regiones de Colombia en incorporar estilos antillanos como el mambo, cha cha cha y pachanga. También, significativamente, Cartagena fue el hogar original de Discos Fuentes antes de que su sede se trasladara a Medellín, así como también el lugar de nacimiento, o al menos de asentamiento, de otras importantes figuras de la salsa como Joe Arroyo, Michi Sarmiento, Joe Madrid, Johnny Moré, Víctor del Real, Juan Carlos Coronel, Joseíto Martínez y Hugo Alandete. Roberto de la Barrera fue posiblemente el primer cartagenero en grabar música a la que más tarde se denominaría tropical o salsa con su grupo Roberto de la Barrera y su Sonora, comenzando con cumbia, porro, charanga y pachanga desde comienzos a mediados de los 60s, terminando la década con guaguancó, guaracha, descarga y son montuno, dejando para la posteridad un puñado de joyas tales como ‘El baile de los cocacolos’, ‘Vamos a guarachar’ y ‘Se formó’, en su período inicial, y ‘Se formó la salsa’, ‘Mi sonora’ y ‘Oye mi ritmo’ a comienzo de los 70s. Tras asumir el puesto de pianista en la banda de la casa de Discos Fuentes y ser contratado en 1964 por el jefe del sello, Antonio Fuentes, como director musical regional de la zona del Caribe (con sede en Cartagena), donde descubriría, ficharía y produciría a muchos talentos locales, el año siguiente Roberto de la Barrera y su Sonora grabaron Pa’ Los Cocacolos, su primer LP para el sello bajo su propio nombre, seguido de ¡Pa’ cumbanchar! y finalmente Se formó la salsa en 1970. Todos sus arreglos incluyen una interesante combinación de sabores colombianos y cubanos, a veces dentro de la misma canción, y con frecuencia con ese toque crudo, desatado y espontáneo tan maravilloso que se asocia con las descargas de Cachao y otros de una década antes. Quizá el mejor ejemplo de esto es ‘Mi sonora’ de Se formó la salsa, en donde el vocalista Felipe Sembergman cita el famoso Village Gate de Nueva York, escenario de muchos conciertos de latín jazz y salsa en la época, haciendo así una conexión explícita entre lo que comenzaba a popularizarse en Colombia y sus raíces latinas en Nueva York. En todo caso, toda una nueva oleada de grupos de las regiones costeras comenzó inmediatamente a tocar con este estilo, siguiendo la estela de Roberto de la Barrera; bandas como Michi y Sus Bravos (donde Felipe Sembergman aparecía como vocalista), Orquesta La Protesta (con un joven Joe Arroyo), El Afrocombo, Los Caporales del Magdalena, Los Corraleros de Majagual, Lisandro Meza y su Combo Gigante, Los Revolucionarios, Julián y su Combo, Peregoyo y su Combo Vacaná, and Juan Piña con La Revelación. Por no mencionar lo que estaba empezando a ocurrir en el interior con Fruko y Sus Tesos, Sexteto Miramar y otros, también influenciados por De la Barrera. A veces el sonido de la salsa colombiana mezclaba géneros, en otras ocasiones los estilos se mantenían separados, pero un cierto matiz caribeño contagiaba todo lo que estos artistas hacían, y Roberto de la Barrera fue pionero en introducir sonidos latinos modernos de La Habana, Nueva York y San Juan. Tras su etapa en Discos Fuentes, Roberto se unió a su hermano Raúl de la Barrera en la gestión del estudio de grabación y sello Ecos que publicó varios singles a 78 y 45 rpm de la Orquesta Ecos de Roberto, acompañada por el vocalista Tony Zúñiga, así como de Los Ídolos de Palenque y el buscado tema ‘Sabrosón’ acreditado a Roberto de la Barrera y su Piano Mágico. Lamentablemente, la contribución de Roberto de la Barrera en la introducción de la salsa en la zona caribeña de Colombia, y por lo tanto en el resto del país, ha pasado desapercibida durante mucho tiempo por lo que ojalá esta reedición de Se formó la salsa ayude a poner las cosas en su sitio. Pablo Yglesias aka DJ Bongohead