VVAA
The Afrosound Of Colombia Vol 2
Vampisoul
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The Afrosound Of Colombia Vol 2
Segundo volumen de nuestra serie de irresistibles sonidos afrolatinos del periodo dorado del sello colombiano Discos Fuentes durante los años sesenta y setenta. 24 temas, muchos de ellos reeditados por primera vez, que cubren un amplio espectro de estilos: salsa, cumbia, funk tropical,Afrobeat, paseaíto… Ambos formatos incluyen extensos libretos con textos a cargo de Pablo Yglesias aka DJ Bongohead e ilustrados con todas las portadas originales y fotos de los artistas.
Vampisoul presenta una nueva colección de bombazos tropicales con aires funk, folk y psicodélicos provenientes del fecundo catálogo de Discos Fuentes (y sus subsellos Tropical y Machuca). Como señalamos en el primer volumen de esta serie, el término “Afrosound” es un concepto inventado y apropiado de Discos Fuentes. Si suena un poco vago y resbaladizo, seguro que con esta segunda entrega la estética Afrosound quedará claramente definida.También se apreciará lo diverso e imprevisible que resulta el talento cultivado bajo el paraguas de este gran sello discográfico. Afrosound se refiere a una excitante y a veces extraña banda sonora que relata la aceptación, evolución, difusión y el éxito popular de la rica herencia afrocosteña de Colombia a lo largo de un periodo de 30 años. La música fue transportada desde el Caribe y los territorios rurales de la sabana a las regiones montañosas del país más industrializadas, donde fue traducida, simplificada, fabricada, reciclada, modernizada y globalizada (con aditivos de tierras lejanas). Después se presentó con una mujer atractiva en la portada y gracias a la visión empresarial y musical de Don Antonio Fuentes se vendió a Latinoamérica (y posteriormente al resto del mundo) para que bailase al son de sus queridos ritmos costeños. A través de Fuentes y otros sellos como Codiscos y Sonolux, la materia prima de esta cultura Afrosound se fundió para darle forma de discos que se difundieron en todas las direcciones desde ciudades como Medellín y Bogotá, donde la mayor parte de la industria musical residía desde los años 50 a los 80. Esta afro-vibración se envió desde las frías y neblinosas altas montañas y bajó hasta las llanuras, los ríos sinuosos, los verdes valles, la jungla humeante y las orillas susurrantes del mar, donde se vendió a las regiones que inspiraron su origen y viajó a tierras lejanas más allá del horizonte como México, Perú,Venezuela y Argentina. Hubo también otros sellos más pequeños en las costas como Curro y Tropical que hicieron algo parecido, pero mantuvieron una base local desde donde trabajaban. Este sonido se podía encontrar en tiendas de herramientas, de instrumentos musicales y de alimentos, o sonando en las radios de autobuses, coches, camiones y barcas de pescadores. Se oía en bares, hoteles o en los transistores de las playas. Se pinchaba a todo volumen en los equipos de las verbenas de las calles y en los palenques, clubes sociales y fiestas de las casas en los barrios de clase obrera, en cualquier baile o festival que tuviese lugar en una plaza. Este increíble caudal de oro negro decoraba y enriquecía las calles de Cali, Buenaventura, Cartagena, Barranquilla y se convirtió en un símbolo de orgullo y parte de la identidad colectiva colombiana. Afrosound no es algo tangible que se pueda ajustar a las reglas de un crítico.Tampoco es una tradición folclórica que haya ido pasando de generación en generación desde tiempos inmemoriales. Es un híbrido moderno, sincrético y sintético, generado en un estudio, apropiado por una industria que solo podía haber nacido en la era de la aldea global. Es más preciso considerar Afrosound como un estado mental, una manera de crear, tocar, ver y oír. El factor unificador de este volumen sigue siendo el mismo: raíces o influencias africanas y el periodo de experimentación, expresión personal, agitación, rebelión y renacer de la industria, apoyado por Discos Fuentes y su equipo de músicos, productores e ingenieros.
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Vampisoul presenta una nueva colección de bombazos tropicales con aires funk, folk y psicodélicos provenientes del fecundo catálogo de Discos Fuentes (y sus subsellos Tropical y Machuca). Como señalamos en el primer volumen de esta serie, el término “Afrosound” es un concepto inventado y apropiado de Discos Fuentes. Si suena un poco vago y resbaladizo, seguro que con esta segunda entrega la estética Afrosound quedará claramente definida.También se apreciará lo diverso e imprevisible que resulta el talento cultivado bajo el paraguas de este gran sello discográfico. Afrosound se refiere a una excitante y a veces extraña banda sonora que relata la aceptación, evolución, difusión y el éxito popular de la rica herencia afrocosteña de Colombia a lo largo de un periodo de 30 años. La música fue transportada desde el Caribe y los territorios rurales de la sabana a las regiones montañosas del país más industrializadas, donde fue traducida, simplificada, fabricada, reciclada, modernizada y globalizada (con aditivos de tierras lejanas). Después se presentó con una mujer atractiva en la portada y gracias a la visión empresarial y musical de Don Antonio Fuentes se vendió a Latinoamérica (y posteriormente al resto del mundo) para que bailase al son de sus queridos ritmos costeños. A través de Fuentes y otros sellos como Codiscos y Sonolux, la materia prima de esta cultura Afrosound se fundió para darle forma de discos que se difundieron en todas las direcciones desde ciudades como Medellín y Bogotá, donde la mayor parte de la industria musical residía desde los años 50 a los 80. Esta afro-vibración se envió desde las frías y neblinosas altas montañas y bajó hasta las llanuras, los ríos sinuosos, los verdes valles, la jungla humeante y las orillas susurrantes del mar, donde se vendió a las regiones que inspiraron su origen y viajó a tierras lejanas más allá del horizonte como México, Perú,Venezuela y Argentina. Hubo también otros sellos más pequeños en las costas como Curro y Tropical que hicieron algo parecido, pero mantuvieron una base local desde donde trabajaban. Este sonido se podía encontrar en tiendas de herramientas, de instrumentos musicales y de alimentos, o sonando en las radios de autobuses, coches, camiones y barcas de pescadores. Se oía en bares, hoteles o en los transistores de las playas. Se pinchaba a todo volumen en los equipos de las verbenas de las calles y en los palenques, clubes sociales y fiestas de las casas en los barrios de clase obrera, en cualquier baile o festival que tuviese lugar en una plaza. Este increíble caudal de oro negro decoraba y enriquecía las calles de Cali, Buenaventura, Cartagena, Barranquilla y se convirtió en un símbolo de orgullo y parte de la identidad colectiva colombiana. Afrosound no es algo tangible que se pueda ajustar a las reglas de un crítico.Tampoco es una tradición folclórica que haya ido pasando de generación en generación desde tiempos inmemoriales. Es un híbrido moderno, sincrético y sintético, generado en un estudio, apropiado por una industria que solo podía haber nacido en la era de la aldea global. Es más preciso considerar Afrosound como un estado mental, una manera de crear, tocar, ver y oír. El factor unificador de este volumen sigue siendo el mismo: raíces o influencias africanas y el periodo de experimentación, expresión personal, agitación, rebelión y renacer de la industria, apoyado por Discos Fuentes y su equipo de músicos, productores e ingenieros.
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Segundo volumen de nuestra serie de irresistibles sonidos afrolatinos del periodo dorado del sello colombiano Discos Fuentes durante los años sesenta y setenta. 24 temas, muchos de ellos reeditados por primera vez, que cubren un amplio espectro de estilos: salsa, cumbia, funk tropical,Afrobeat, paseaíto… Ambos formatos incluyen extensos libretos con textos a cargo de Pablo Yglesias aka DJ Bongohead e ilustrados con todas las portadas originales y fotos de los artistas.
Vampisoul presenta una nueva colección de bombazos tropicales con aires funk, folk y psicodélicos provenientes del fecundo catálogo de Discos Fuentes (y sus subsellos Tropical y Machuca). Como señalamos en el primer volumen de esta serie, el término “Afrosound” es un concepto inventado y apropiado de Discos Fuentes. Si suena un poco vago y resbaladizo, seguro que con esta segunda entrega la estética Afrosound quedará claramente definida.También se apreciará lo diverso e imprevisible que resulta el talento cultivado bajo el paraguas de este gran sello discográfico. Afrosound se refiere a una excitante y a veces extraña banda sonora que relata la aceptación, evolución, difusión y el éxito popular de la rica herencia afrocosteña de Colombia a lo largo de un periodo de 30 años. La música fue transportada desde el Caribe y los territorios rurales de la sabana a las regiones montañosas del país más industrializadas, donde fue traducida, simplificada, fabricada, reciclada, modernizada y globalizada (con aditivos de tierras lejanas). Después se presentó con una mujer atractiva en la portada y gracias a la visión empresarial y musical de Don Antonio Fuentes se vendió a Latinoamérica (y posteriormente al resto del mundo) para que bailase al son de sus queridos ritmos costeños. A través de Fuentes y otros sellos como Codiscos y Sonolux, la materia prima de esta cultura Afrosound se fundió para darle forma de discos que se difundieron en todas las direcciones desde ciudades como Medellín y Bogotá, donde la mayor parte de la industria musical residía desde los años 50 a los 80. Esta afro-vibración se envió desde las frías y neblinosas altas montañas y bajó hasta las llanuras, los ríos sinuosos, los verdes valles, la jungla humeante y las orillas susurrantes del mar, donde se vendió a las regiones que inspiraron su origen y viajó a tierras lejanas más allá del horizonte como México, Perú,Venezuela y Argentina. Hubo también otros sellos más pequeños en las costas como Curro y Tropical que hicieron algo parecido, pero mantuvieron una base local desde donde trabajaban. Este sonido se podía encontrar en tiendas de herramientas, de instrumentos musicales y de alimentos, o sonando en las radios de autobuses, coches, camiones y barcas de pescadores. Se oía en bares, hoteles o en los transistores de las playas. Se pinchaba a todo volumen en los equipos de las verbenas de las calles y en los palenques, clubes sociales y fiestas de las casas en los barrios de clase obrera, en cualquier baile o festival que tuviese lugar en una plaza. Este increíble caudal de oro negro decoraba y enriquecía las calles de Cali, Buenaventura, Cartagena, Barranquilla y se convirtió en un símbolo de orgullo y parte de la identidad colectiva colombiana. Afrosound no es algo tangible que se pueda ajustar a las reglas de un crítico.Tampoco es una tradición folclórica que haya ido pasando de generación en generación desde tiempos inmemoriales. Es un híbrido moderno, sincrético y sintético, generado en un estudio, apropiado por una industria que solo podía haber nacido en la era de la aldea global. Es más preciso considerar Afrosound como un estado mental, una manera de crear, tocar, ver y oír. El factor unificador de este volumen sigue siendo el mismo: raíces o influencias africanas y el periodo de experimentación, expresión personal, agitación, rebelión y renacer de la industria, apoyado por Discos Fuentes y su equipo de músicos, productores e ingenieros.
Segundo volumen de nuestra serie de irresistibles sonidos afrolatinos del periodo dorado del sello colombiano Discos Fuentes durante los años sesenta y setenta. 24 temas, muchos de ellos reeditados por primera vez, que cubren un amplio espectro de estilos: salsa, cumbia, funk tropical,Afrobeat, paseaíto… Ambos formatos incluyen extensos libretos con textos a cargo de Pablo Yglesias aka DJ Bongohead e ilustrados con todas las portadas originales y fotos de los artistas.
Vampisoul presenta una nueva colección de bombazos tropicales con aires funk, folk y psicodélicos provenientes del fecundo catálogo de Discos Fuentes (y sus subsellos Tropical y Machuca). Como señalamos en el primer volumen de esta serie, el término “Afrosound” es un concepto inventado y apropiado de Discos Fuentes. Si suena un poco vago y resbaladizo, seguro que con esta segunda entrega la estética Afrosound quedará claramente definida.También se apreciará lo diverso e imprevisible que resulta el talento cultivado bajo el paraguas de este gran sello discográfico. Afrosound se refiere a una excitante y a veces extraña banda sonora que relata la aceptación, evolución, difusión y el éxito popular de la rica herencia afrocosteña de Colombia a lo largo de un periodo de 30 años. La música fue transportada desde el Caribe y los territorios rurales de la sabana a las regiones montañosas del país más industrializadas, donde fue traducida, simplificada, fabricada, reciclada, modernizada y globalizada (con aditivos de tierras lejanas). Después se presentó con una mujer atractiva en la portada y gracias a la visión empresarial y musical de Don Antonio Fuentes se vendió a Latinoamérica (y posteriormente al resto del mundo) para que bailase al son de sus queridos ritmos costeños. A través de Fuentes y otros sellos como Codiscos y Sonolux, la materia prima de esta cultura Afrosound se fundió para darle forma de discos que se difundieron en todas las direcciones desde ciudades como Medellín y Bogotá, donde la mayor parte de la industria musical residía desde los años 50 a los 80. Esta afro-vibración se envió desde las frías y neblinosas altas montañas y bajó hasta las llanuras, los ríos sinuosos, los verdes valles, la jungla humeante y las orillas susurrantes del mar, donde se vendió a las regiones que inspiraron su origen y viajó a tierras lejanas más allá del horizonte como México, Perú,Venezuela y Argentina. Hubo también otros sellos más pequeños en las costas como Curro y Tropical que hicieron algo parecido, pero mantuvieron una base local desde donde trabajaban. Este sonido se podía encontrar en tiendas de herramientas, de instrumentos musicales y de alimentos, o sonando en las radios de autobuses, coches, camiones y barcas de pescadores. Se oía en bares, hoteles o en los transistores de las playas. Se pinchaba a todo volumen en los equipos de las verbenas de las calles y en los palenques, clubes sociales y fiestas de las casas en los barrios de clase obrera, en cualquier baile o festival que tuviese lugar en una plaza. Este increíble caudal de oro negro decoraba y enriquecía las calles de Cali, Buenaventura, Cartagena, Barranquilla y se convirtió en un símbolo de orgullo y parte de la identidad colectiva colombiana. Afrosound no es algo tangible que se pueda ajustar a las reglas de un crítico.Tampoco es una tradición folclórica que haya ido pasando de generación en generación desde tiempos inmemoriales. Es un híbrido moderno, sincrético y sintético, generado en un estudio, apropiado por una industria que solo podía haber nacido en la era de la aldea global. Es más preciso considerar Afrosound como un estado mental, una manera de crear, tocar, ver y oír. El factor unificador de este volumen sigue siendo el mismo: raíces o influencias africanas y el periodo de experimentación, expresión personal, agitación, rebelión y renacer de la industria, apoyado por Discos Fuentes y su equipo de músicos, productores e ingenieros.