Solera

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18,00

Munster

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SKU: MR-SSS 16  | 

Un disco esencial a cargo de cuatro compositores excepcionales, autores de algunas de las mejores canciones y más brillantes letras de la música pop española. Aunque Solera tuvieron una breve existencia, posteriormente sus miembros formaron parte de otros grupos fundamentales como Nuevos Horizontes y Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán. El debut de Solera supuso una aproximación, desde una perspectiva española, al sonido de la Costa Oeste americana, los últimos Beatles y Badfinger. Producido por Rafael Trabucchelli, responsable del mítico “sonido Torrelaguna”.

Grabado en 1973, el debut de Solera supuso una aproximación a los sonidos de la Costa Oeste americana y la etapa final de los Beatles a partir de una perspectiva española. Los cuatro componentes del grupo se encargaron de firmar canciones y letras magníficas, y el disco contó con la producción de Rafael Trabucchelli. El nacimiento de Solera se explica desde la trayectoria previa de sus cuatro componentes. El más curtido de todos ellos, José Antonio Martín (Málaga, 1943), recorre ya Europa con sólo catorce años junto a Marisol en un grupo de Coros y Danzas. Para entonces, tanto él como su hermano Manuel (Málaga, 1947) son entusiastas de los sonidos de Estados Unidos, pero de su paso por decenas de grupos en la década de los 60 apenas quedará el rastro de sus dos referencias para RCA con Los Gansos. Rodrigo García (Sevilla, 1943) regresa de Bogotá en 1969, donde había sido una estrella al frente de los colombianos Speakers. Gracias a estas credenciales pronto se hace un hueco en la capital, pasando fugazmente por Pekenikes y haciéndose cargo de manera estable del órgano Vox en el grupo de Juan Pardo. José y Manuel cuentan con él para su primer LP como dúo, el formidable “Génesis” (Hispavox, 1971). Pero todo cambiará a la altura del segundo, “Pronto amanecerá” (Hispavox, 1972), cuando se incorpore al grupo como bajista José María Guzmán (Madrid, 1952), quien había trabajado con el Rey del Silbido, Curro Savoy, y más tarde con Diamantes y Micky. En las pausas entre grabaciones y ensayos, los hermanos conocen el genio a lo McCartney del uno y el fraseo a lo Dylan del otro, y comienzan a figurarse cómo encajarían con la atmósfera cada vez más folk de sus propias composiciones. De modo que para su próximo lanzamiento, estos ya tienen claro que lo que quieren es grabar como cuarteto. En conjunto, “Solera” aparece hoy como la pieza más conseguida de toda la discografía de la saga, sólo comparable al inmediato “Señora azul” (Hispavox, 1974). Las armonías vocales de los hermanos funcionan a gran altura, y oponen un contrapunto deliciosamente sunshine a las sonoridades más ocres de sus colegas. Rodrigo entrega con “Linda Prima” un clásico mayor y exhibe en general su plena madurez como compositor. Pero el talento de Guzmán también se multiplica en “Solera” y probablemente el carácter de pop de cámara que toma el disco sea responsabilidad suya, en concreto en ‘Viejo París’, las sonoridades beatle de ‘Juan’ o el aire a lo Badfinger de ‘Tiempo perdido’. En la primavera de 1973, la crítica aplaude unánimemente la salida del disco. Pero como cabía prever, el conjunto resulta demasiado pulcro y amable para la tontería panfletaria de esos años, y el nulo interés de las FM termina condenando el disco a la onda media. Posiblemente, cuando crean Solera, Rodrigo y Guzmán ya tuvieran CRAG en mente pero, ocupados como están Cánovas y Adolfo en sus respectivos grupos, acaben decidiéndose por esta otra aventura como solución transitoria. En medio de la campaña promocional Rodrigo convoca al grupo en las oficinas de Hispavox y anuncia que Guzmán y él emprenden camino por su cuenta. Lógicamente, asomándonos al disco hoy no conseguiremos entender las razones de entonces, todo lo más asombrarnos del romanticismo que se desprende de estos surcos atemporales. César Sánchez. Publicado por Vinilísssimo

El nacimiento de Solera se explica desde la trayectoria previa de sus cuatro componentes. El más curtido de todos ellos, José Antonio Martín (Málaga, 1943), recorre ya Europa con sólo catorce años junto a Marisol en un grupo de Coros y Danzas. Para entonces, tanto él como su hermano Manuel (Málaga, 1947) son entusiastas de los sonidos de Estados Unidos.

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Un disco esencial a cargo de cuatro compositores excepcionales, autores de algunas de las mejores canciones y más brillantes letras de la música pop española. Aunque Solera tuvieron una breve existencia, posteriormente sus miembros formaron parte de otros grupos fundamentales como Nuevos Horizontes y Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán. El debut de Solera supuso una aproximación, desde una perspectiva española, al sonido de la Costa Oeste americana, los últimos Beatles y Badfinger. Producido por Rafael Trabucchelli, responsable del mítico “sonido Torrelaguna”.

Grabado en 1973, el debut de Solera supuso una aproximación a los sonidos de la Costa Oeste americana y la etapa final de los Beatles a partir de una perspectiva española. Los cuatro componentes del grupo se encargaron de firmar canciones y letras magníficas, y el disco contó con la producción de Rafael Trabucchelli. El nacimiento de Solera se explica desde la trayectoria previa de sus cuatro componentes. El más curtido de todos ellos, José Antonio Martín (Málaga, 1943), recorre ya Europa con sólo catorce años junto a Marisol en un grupo de Coros y Danzas. Para entonces, tanto él como su hermano Manuel (Málaga, 1947) son entusiastas de los sonidos de Estados Unidos, pero de su paso por decenas de grupos en la década de los 60 apenas quedará el rastro de sus dos referencias para RCA con Los Gansos. Rodrigo García (Sevilla, 1943) regresa de Bogotá en 1969, donde había sido una estrella al frente de los colombianos Speakers. Gracias a estas credenciales pronto se hace un hueco en la capital, pasando fugazmente por Pekenikes y haciéndose cargo de manera estable del órgano Vox en el grupo de Juan Pardo. José y Manuel cuentan con él para su primer LP como dúo, el formidable “Génesis” (Hispavox, 1971). Pero todo cambiará a la altura del segundo, “Pronto amanecerá” (Hispavox, 1972), cuando se incorpore al grupo como bajista José María Guzmán (Madrid, 1952), quien había trabajado con el Rey del Silbido, Curro Savoy, y más tarde con Diamantes y Micky. En las pausas entre grabaciones y ensayos, los hermanos conocen el genio a lo McCartney del uno y el fraseo a lo Dylan del otro, y comienzan a figurarse cómo encajarían con la atmósfera cada vez más folk de sus propias composiciones. De modo que para su próximo lanzamiento, estos ya tienen claro que lo que quieren es grabar como cuarteto. En conjunto, “Solera” aparece hoy como la pieza más conseguida de toda la discografía de la saga, sólo comparable al inmediato “Señora azul” (Hispavox, 1974). Las armonías vocales de los hermanos funcionan a gran altura, y oponen un contrapunto deliciosamente sunshine a las sonoridades más ocres de sus colegas. Rodrigo entrega con “Linda Prima” un clásico mayor y exhibe en general su plena madurez como compositor. Pero el talento de Guzmán también se multiplica en “Solera” y probablemente el carácter de pop de cámara que toma el disco sea responsabilidad suya, en concreto en ‘Viejo París’, las sonoridades beatle de ‘Juan’ o el aire a lo Badfinger de ‘Tiempo perdido’. En la primavera de 1973, la crítica aplaude unánimemente la salida del disco. Pero como cabía prever, el conjunto resulta demasiado pulcro y amable para la tontería panfletaria de esos años, y el nulo interés de las FM termina condenando el disco a la onda media. Posiblemente, cuando crean Solera, Rodrigo y Guzmán ya tuvieran CRAG en mente pero, ocupados como están Cánovas y Adolfo en sus respectivos grupos, acaben decidiéndose por esta otra aventura como solución transitoria. En medio de la campaña promocional Rodrigo convoca al grupo en las oficinas de Hispavox y anuncia que Guzmán y él emprenden camino por su cuenta. Lógicamente, asomándonos al disco hoy no conseguiremos entender las razones de entonces, todo lo más asombrarnos del romanticismo que se desprende de estos surcos atemporales. César Sánchez. Publicado por Vinilísssimo

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Un disco esencial a cargo de cuatro compositores excepcionales, autores de algunas de las mejores canciones y más brillantes letras de la música pop española. Aunque Solera tuvieron una breve existencia, posteriormente sus miembros formaron parte de otros grupos fundamentales como Nuevos Horizontes y Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán. El debut de Solera supuso una aproximación, desde una perspectiva española, al sonido de la Costa Oeste americana, los últimos Beatles y Badfinger. Producido por Rafael Trabucchelli, responsable del mítico “sonido Torrelaguna”.

Grabado en 1973, el debut de Solera supuso una aproximación a los sonidos de la Costa Oeste americana y la etapa final de los Beatles a partir de una perspectiva española. Los cuatro componentes del grupo se encargaron de firmar canciones y letras magníficas, y el disco contó con la producción de Rafael Trabucchelli. El nacimiento de Solera se explica desde la trayectoria previa de sus cuatro componentes. El más curtido de todos ellos, José Antonio Martín (Málaga, 1943), recorre ya Europa con sólo catorce años junto a Marisol en un grupo de Coros y Danzas. Para entonces, tanto él como su hermano Manuel (Málaga, 1947) son entusiastas de los sonidos de Estados Unidos, pero de su paso por decenas de grupos en la década de los 60 apenas quedará el rastro de sus dos referencias para RCA con Los Gansos. Rodrigo García (Sevilla, 1943) regresa de Bogotá en 1969, donde había sido una estrella al frente de los colombianos Speakers. Gracias a estas credenciales pronto se hace un hueco en la capital, pasando fugazmente por Pekenikes y haciéndose cargo de manera estable del órgano Vox en el grupo de Juan Pardo. José y Manuel cuentan con él para su primer LP como dúo, el formidable “Génesis” (Hispavox, 1971). Pero todo cambiará a la altura del segundo, “Pronto amanecerá” (Hispavox, 1972), cuando se incorpore al grupo como bajista José María Guzmán (Madrid, 1952), quien había trabajado con el Rey del Silbido, Curro Savoy, y más tarde con Diamantes y Micky. En las pausas entre grabaciones y ensayos, los hermanos conocen el genio a lo McCartney del uno y el fraseo a lo Dylan del otro, y comienzan a figurarse cómo encajarían con la atmósfera cada vez más folk de sus propias composiciones. De modo que para su próximo lanzamiento, estos ya tienen claro que lo que quieren es grabar como cuarteto. En conjunto, “Solera” aparece hoy como la pieza más conseguida de toda la discografía de la saga, sólo comparable al inmediato “Señora azul” (Hispavox, 1974). Las armonías vocales de los hermanos funcionan a gran altura, y oponen un contrapunto deliciosamente sunshine a las sonoridades más ocres de sus colegas. Rodrigo entrega con “Linda Prima” un clásico mayor y exhibe en general su plena madurez como compositor. Pero el talento de Guzmán también se multiplica en “Solera” y probablemente el carácter de pop de cámara que toma el disco sea responsabilidad suya, en concreto en ‘Viejo París’, las sonoridades beatle de ‘Juan’ o el aire a lo Badfinger de ‘Tiempo perdido’. En la primavera de 1973, la crítica aplaude unánimemente la salida del disco. Pero como cabía prever, el conjunto resulta demasiado pulcro y amable para la tontería panfletaria de esos años, y el nulo interés de las FM termina condenando el disco a la onda media. Posiblemente, cuando crean Solera, Rodrigo y Guzmán ya tuvieran CRAG en mente pero, ocupados como están Cánovas y Adolfo en sus respectivos grupos, acaben decidiéndose por esta otra aventura como solución transitoria. En medio de la campaña promocional Rodrigo convoca al grupo en las oficinas de Hispavox y anuncia que Guzmán y él emprenden camino por su cuenta. Lógicamente, asomándonos al disco hoy no conseguiremos entender las razones de entonces, todo lo más asombrarnos del romanticismo que se desprende de estos surcos atemporales. César Sánchez. Publicado por Vinilísssimo


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Un disco esencial a cargo de cuatro compositores excepcionales, autores de algunas de las mejores canciones y más brillantes letras de la música pop española. Aunque Solera tuvieron una breve existencia, posteriormente sus miembros formaron parte de otros grupos fundamentales como Nuevos Horizontes y Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán. El debut de Solera supuso una aproximación, desde una perspectiva española, al sonido de la Costa Oeste americana, los últimos Beatles y Badfinger. Producido por Rafael Trabucchelli, responsable del mítico “sonido Torrelaguna”.

Grabado en 1973, el debut de Solera supuso una aproximación a los sonidos de la Costa Oeste americana y la etapa final de los Beatles a partir de una perspectiva española. Los cuatro componentes del grupo se encargaron de firmar canciones y letras magníficas, y el disco contó con la producción de Rafael Trabucchelli. El nacimiento de Solera se explica desde la trayectoria previa de sus cuatro componentes. El más curtido de todos ellos, José Antonio Martín (Málaga, 1943), recorre ya Europa con sólo catorce años junto a Marisol en un grupo de Coros y Danzas. Para entonces, tanto él como su hermano Manuel (Málaga, 1947) son entusiastas de los sonidos de Estados Unidos, pero de su paso por decenas de grupos en la década de los 60 apenas quedará el rastro de sus dos referencias para RCA con Los Gansos. Rodrigo García (Sevilla, 1943) regresa de Bogotá en 1969, donde había sido una estrella al frente de los colombianos Speakers. Gracias a estas credenciales pronto se hace un hueco en la capital, pasando fugazmente por Pekenikes y haciéndose cargo de manera estable del órgano Vox en el grupo de Juan Pardo. José y Manuel cuentan con él para su primer LP como dúo, el formidable “Génesis” (Hispavox, 1971). Pero todo cambiará a la altura del segundo, “Pronto amanecerá” (Hispavox, 1972), cuando se incorpore al grupo como bajista José María Guzmán (Madrid, 1952), quien había trabajado con el Rey del Silbido, Curro Savoy, y más tarde con Diamantes y Micky. En las pausas entre grabaciones y ensayos, los hermanos conocen el genio a lo McCartney del uno y el fraseo a lo Dylan del otro, y comienzan a figurarse cómo encajarían con la atmósfera cada vez más folk de sus propias composiciones. De modo que para su próximo lanzamiento, estos ya tienen claro que lo que quieren es grabar como cuarteto. En conjunto, “Solera” aparece hoy como la pieza más conseguida de toda la discografía de la saga, sólo comparable al inmediato “Señora azul” (Hispavox, 1974). Las armonías vocales de los hermanos funcionan a gran altura, y oponen un contrapunto deliciosamente sunshine a las sonoridades más ocres de sus colegas. Rodrigo entrega con “Linda Prima” un clásico mayor y exhibe en general su plena madurez como compositor. Pero el talento de Guzmán también se multiplica en “Solera” y probablemente el carácter de pop de cámara que toma el disco sea responsabilidad suya, en concreto en ‘Viejo París’, las sonoridades beatle de ‘Juan’ o el aire a lo Badfinger de ‘Tiempo perdido’. En la primavera de 1973, la crítica aplaude unánimemente la salida del disco. Pero como cabía prever, el conjunto resulta demasiado pulcro y amable para la tontería panfletaria de esos años, y el nulo interés de las FM termina condenando el disco a la onda media. Posiblemente, cuando crean Solera, Rodrigo y Guzmán ya tuvieran CRAG en mente pero, ocupados como están Cánovas y Adolfo en sus respectivos grupos, acaben decidiéndose por esta otra aventura como solución transitoria. En medio de la campaña promocional Rodrigo convoca al grupo en las oficinas de Hispavox y anuncia que Guzmán y él emprenden camino por su cuenta. Lógicamente, asomándonos al disco hoy no conseguiremos entender las razones de entonces, todo lo más asombrarnos del romanticismo que se desprende de estos surcos atemporales. César Sánchez. Publicado por Vinilísssimo

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