Los Chicos Malos fue un efímero supergrupo colombiano de Cartagena que contaba con el reconocido pianista y compositor Víctor M del Real El Nene como director de orquesta y arreglista. A cargo de las voces estaban John Jairo Murillo y Víctor Meléndez, ambos conocidos por su trabajo con The Latin Brothers, un popular grupo de Discos Fuentes con el que El Nene también había colaborado. Los tres trabajaron con Joe Arroyo, un amigo de la infancia de Víctor del Real, y su orquesta La Verdad durante los años ochenta, mientras que El Nene hizo canciones y arreglos para Michi Sarmiento en los setenta y para Adolfo Echeverría a principios de los ochenta, para más tarde crear El Nene y sus Traviesos en los años noventa. Tras Los Chicos Malos, Jairo fundó y dirigió La Orquesta Libertad en la segunda mitad de los ochenta. El único álbum de Los Chicos Malos fue producido por el mítico Mario Rincón y se publicó en marzo de 1980. Contiene una colección de llenapistas tropicales, entre ellos ‘Los chicos en salsa’ y ‘Con gusto y con gana’ más el increíble ‘Pobre soy yo’, con un estupendo solo de piano de El Nene. Otros cuatro cortes de Los Chicos Malos aparecieron en el recopilatorio Guerra de ritmos de De Lujo, sello subsidiario de Fuentes. Esos temas son igual de buenos pero menos pulidos, con un cantante diferente, El Guachi Meléndez, y producidos por el pianista Roberto de la Barrera. El estilo del LP de Los Chicos Malos no es muy diferente al de los Latin Brothers, una mezcla irresistible de salsa dura y cumbia con pegadizas y alegres melodías puntuadas por un distintivo ataque de doble trombón inspirado en el sonido Nuyorican de Willie Colón. El disco también apuntaba al mercado venezolano con la canción ‘Viajera’ y al público costeño local con los dos merengues colombianos ‘La carestía’ y ‘Ritmo con la punta del pie’ más el cumbelé ‘El hombre aquel’ y el himno ‘Cumbia y mechones’. No dejes que la portada te engañe, este disco es un lobo con piel de cordero. Su sonido es tan duro como el de las grabaciones de Fruko y sus Tesos o los Latin Brothers y está repleto de medios tiempos propulsados por un sonido sin adornos innecesarios. Esta joya perdida es perfecta tanto para el DJ como para quien quiera bailar. En el estilo clásico de Fuentes de esa época, se puede oír la personal voz de Joe Arroyo en el coro y participan muchos otros músicos de estudio del elenco habitual del sello. Por algún motivo, la tirada original del disco no fue muy grande, convirtiéndolo en un disco raro y muy buscado por los coleccionistas. Esta reedición (con sonido remasterizado a partir de las cintas originales) lo acercará a un nuevo público y con suerte restaurará su merecido lugar como uno de los mejores discos clásicos de salsa brava de este periodo de Discos Fuentes. Pablo Yglesias aka DJ Bongohead